Él es el Bien.


LISTA◘DE◘CAP 

A la mañana siguiente Camiel se despertó temprano, su cachorro en forma de lobo lo miró moverse atento y se bajó de la cama cuando él lo hizo, Daniel estaba profundamente dormido, así que decidió dejarlo descansar. Él se arregló y bajó para ver a sus suegros que seguramente ya estaban levantados como el resto de la familia.

-Bueno días Camiel- Le dijo su cuñado desde el sofá en donde estaba.

-Bueno días-Contestó él devuelta

-¿Y Daniel?- Le preguntó su suegra.

-Está dormido-

-¿Siempre duerme tanto? Desde que estamos aquí sólo parece querer dormir- Le comentó Zachary sentado al lado de Matt.

Camiel lo miró y quiso decirle que se metiera en sus asuntos, pero se controló y pensando en Daniel dijo en su lugar -Necesita reponer energía- Contestó sin más.

-La dependencia lo cansa, entonces él sólo duerme por estrés- Soltó Zachary, para provocarlo.

Para Camiel fue claro lo que quiso Zachary decirle, que Daniel estaba cansado gracias al estrés ocasionado por la dependencia que sentía por él, que el hecho de que Daniel estuviera tan bajo de energía era su culpa porque él lo tenía desequilibrado, que no podía hacer bien su trabajo de Alfa, como si Daniel fuera un pelele que se deja manejar tan fácilmente, el tipo estaba hablando sin saber nada, verlo hablar de Daniel tan a la ligera lo molestaba demasiado, Daniel era un Omega independiente y fuerte que no estaba pasando un buen momento, no tenía a su lobo con él, eso pondrían inseguro a cualquier hombre lobo, y para Daniel, un chico hogareño que había soñado toda su vida con conformar un hogar con él, él y su hogar era lo único que tenía en ese momento, era normal que se intranquilizara con cualquier cosa que amenazara lo que él sentía era todo su bienestar, como la aparición de alguien a quien viera como competencia, como las repartidoras a domicilio por ridículo que pareciera, o el pánico que sentía cuando estaba lejos de él. Desde que había marcado a Daniel, o mucho antes, Daniel lo había convertido en su castillo, un lugar donde refugiarse, sabía que él lo protegería de lo que fuera y por eso lo necesitaba en el tiempo tan crítico que estaba pasando, tal vez Daniel si fuera dependiente de él en ese momento, pero las cosas tenían un motivo de ser, Daniel no se comportaba de esa manera porque quisiera o porque él lo indujera, era porque las cosas se estaban desarrollando así de la manera más obvia y natural, pero ellos no lo entendían ¿Cómo iban a entenderlo si nunca habían pasado por algo así? Por eso se contenía para no cerrarle la boca al idiota ese de un golpe, en lugar de eso le dijo -Por si se le ha olvidado, esta es mi casa, es Mi Omega, y no acepto ninguna crítica sobre cómo funcionan las cosas en Mi hogar ¿Queda claro o tengo que hacer algo más para que lo entienda?-

Zachary iba a decir algo pero la mano y el gesto suplicante en el rostro de Matt lo detuvo.

Camiel le dió la espalda y se dirigió a la cocina, estaba tan agradecido por haber arreglado las cosas con Daniel, de lo contrario estaba seguro que con tanta irritación tendría una úlcera en el estómago.

-Las cosas van de mal en peor ¿he? ¿Cómo te controlas?- Le preguntó David

-Pensado en Daniel y en lo triste que se pondrá si creo una enemistad en su familia-

-¿Aun sigue durmiendo? ¿A qué horas lo dejaste dormir anoche?-

Camiel suspiró, sabía que insinuaba, pero lastimosamente para él no era por eso -Casi después de que te fuiste, Daniel de verdad está demasiado cansado.- David suspiró. -Por cierto- Continuó Camiel, -Daniel me comentó algo ayer-

-No puedo creerlo ¿Te lo dijo ya?-

-Sí, por eso necesitamos hablar, vamos a la habitación de Liam, de todas formas tengo que darle de comer-

-¿No durmió anoche con ustedes?-

-Lo hizo, pero esta mañana al despertar lo primero que hizo fue saltar de la cama para ir derecho a su cuarto- Le contestó mientras sacaba la carne que ya tenía preparada para darle en las mañanas.

Ya en el cuarto de Liam mientras le daba trocitos de carne Camiel comenzó -Cuando era pequeño hicieron un experimento conmigo, pusieron una bestia dentro de mi y se suponía que ese monstruo se había comido a mi lobo, hasta hace poco pensaba eso, pero no, no lo hizo, así que se puede decir que tengo dos lobos, el mio y el parásito, al ver tu problema a Daniel se le corrió la brillante idea de hacer que te quedaras con él parásito para de esa forma hacer que seas un Alfa-

-Así que tu eres la personas con dos lobos, no sé porqué me sorprende- Logró decir David, estaba confundido sobre cuál pregunta debía hacer de las muchas que tenía en la mente. Estaba incrédulo de que de verdad existiera esa posibilidad, ¿podían poner un monstruo bestia dentro de alguien? ¿Cómo? ¿Realmente existía algo así? y además, ¿él un Alfa? ¿De verdad había posibilidad de poder reclamar a su Omega? En su mente eso era imposible, pero no podía evitar esperanzarse, era como si le mandaran del cielo la solución a todos sus problemas. -¿Es eso posible?- Preguntó.

Camiel al ver su cara deseó que lo fuera, ese era el rostro de la esperanza viva, así que no tuvo voz para decirle que no era seguro, en lugar de eso dijo -Es posible David-

David estaba impresionado, era como oír que todas las leyendas mágicas sucedieron en realidad -¿Cómo?-

-Si fue posible que lo introdujeran en mi lo mismo se puede hacer contigo, David, es posible, pero no voy a mentirte, hay riesgos-Lo advirtió Camiel.

-Si hay posibilidad no me importan lo riesgos- Dijo David muy seguro de lo que decía.

-Lo sé, sé que no te importan pero tengo que decirlos para que sepas a qué te enfrentaras en caso de que logremos poner ese monstruo dentro de ti. David, esa cosa no es de este mundo, es despiadada, cruel, mala, intentará tomar el control de tu cuerpo y obligarte a hacer cosas horribles, hacer que devores a los que amas.-

David suspiró, nada era enteramente bueno, pensó -Aun así correré el riesgo, lo controlaré ¿Tu pudiste hacerlo no?- Pensó un poco y se acordó que Camiel era un Alfa y tenía más fuerza que él -Camiel, no sé si lo logre siendo un híbrido y tal vez no tenga la fuerza necesaria para hacerlo, pero tengo que intentarlo-

Camiel asintió - Encontraremos la manera de que todo salga bien-

Camiello dijo con tanta convicción que David le creyó, empezó a entender un poco porque Daniel le tenía la confianza que le tenía a su palabra. -¿Cómo es tener dos lobos dentro?- Empezó David a vaciar las preguntas que habían llenado su mente. En el momento quería saber todo lo relacionado con su posible solución.

-En realidad sólo tengo uno, el otro es un parásito- Contestó Camiel.

David no sé tranquilizó con esa respuesta, la palabra parásito no era muy agradable, y Camiel tenía uno, uno que decía se había comido a su lobo pero realmente ¿no?... No entendía. -¿Por qué pensabas que el parásito se había comido a tu lobo?-

-Porque eso me decía ese parásito y yo le creí, le creí porque no podía querer ni sentir nada, entonces pensé que tenía que ser verdad, David, había vivido todo este tiempo sin vivir realmente, hasta que llegó Daniel yo no era un hombre lobo-

- No entiendo ¿A qué te refieres? ¿Por qué hasta que llegó Daniel? Si tu has podido transformarse siempre en lobo, antes de Daniel te interesaban otros Omegas, es más, casi te casas con ese chico ¿Por qué dices que no eras un hombre lobo realmente? Sé que ese tema no me concierne pero quiero entender todo mejor, así que explícame para que deje de tener tantas preguntas y estar tan confundido, porque Camiel todo lo que me estás diciendo no tiene sentido, parece una fantasía- Dijo con sinceridad.

Camiel suspiró - Sé que es así, te contaré. Cuando ese monstruo reemplazó a mi lobo al devorarlo las cosas no fueron lo mismo, porque yo no podía sentir nada que no fuera físico, sentía dolor físico, hambre, cansancio, necesidades físicas, sólo eso, pero no había nada me importara y no había algo que realmente quisiera, es cierto que llegué estar con muchos Omegas, pero ellos realmente no me atraían tanto y sólo significaron un alivio momentáneo, sé que estuve a punto de casarme con Zac pero eso era por la necesidad de preservar mi linaje, tener descendencia, una necesidad de cualquier Alfa. David, yo tenía un comportamiento lobuno, y podía transformarse, es verdad, pero no era gracias a que soy un hombre lobo, era gracias a la bestia dentro de mi que se comió a mi lobo, al comerselo lo asimiló de tal forma que él mismo se convirtió en lobo, uno artificial, con sus instintos y sentimientos, su comportamiento es el de un lobo, yo no soy realmente un hombre lobo, aunque tengo sangre mágica corriendo por mis venas no lo soy, no sin mi lobo real, el lobo parásito dentro de mí me dejaba utilizarlo para transformame, a cambió yo le daba algunas cosas que quería, los hombres lobo son uno con su lobo, aunque no tanto así porque a la vez son seres diferentes en equilibrio, es complejo para explicar, sólo diré que yo y esa cosa somos seres distintos que actúan por diferentes intereses, él no siente lo que yo y yo no pienso lo que él, somos distintos.-

David lo miraba atento, pensaba en ese momento que realmente nadie podía saber la vida de nadie, él siempre había pensado que Camiel era un presumido perfeccionista demasiado disciplinado y bueno matando, tan perfecto, sin ningun problema ni defecto, pero no, Camiel también había tenido una vida difícil, se sintió culpable porque antes lo había juzgado sin conocerlo.

Camiel continuó -Yo no sentía lo que un hombre lobo sentiría-

-Por eso no reconociste a Daniel es su momento ¿No es así?- Le dijo David entendiendo todo -No podías saber que él era...-

-Mi Omega- Completó por él Camiel -Yo no reconocí a Daniel cuando debí, y aunque esa cosa me advirtió que él era mi Omega no le creí porque pensé que solamente era un capricho más suyo, pero con el tiempo me dí cuenta de que Daniel me inspiraba algo que no había sentido, empecé a desearlo y para mi que nunca había deseado nada fue lo mejor que pudo haberme pasado, luego fue más que deseo, fue una cura-

-Si las cosas eran así para ti, entonces...- David no sabía si debía preguntar pero la curiosidad le ganaba -¿Por qué elegiste a Daniel?¿Qué cambio sucedió en ti para que lo aceptaras? ¿Si no sentías nada por él como es que ahora lo quieres tanto?¿Cómo fue que... No encuentro las palabras para preguntar lo que quiero- Dijo David sincero.

-¿Quieres saber cómo fue o que empecé a quererlo?- Le preguntó para ver si acertaba, y lo hizo pues David asintió.

-Cuéntame cómo fue paso a paso desde que lo conociste, sólo se la versión de Daniel- A david no le importaba verse como un cotilla, necesitaba saber.

-Creo que fue poco a poco, en un principio Daniel era un extraño para mi y no me importaba ni un poco, nunca pensé en él, jamás, pero luego tuvimos sexo, desde ese día creo que dejó de ser un extraño y fuí más consciente de que era un Omega, uno demasiado hermoso porque desde esa vez fui muy consciente de su belleza, pero fue todo, conforme los días pasaban pensaba en él y en lo que había ocurrido en ese día, pero lo hacía espontáneamente. Creo que él empezó siendo un pensamiento, luego pasó lo de ese día en el hospital de la base, cuando se desangró, me sorprendió un poco verlo con ropa de soldado, su cabello suelto, tan diferente a la imagen que tenía en mi mente de él, contrastaba mucho lo que ví ese día a como lo había visto en el pasado, lo refinado, delicado, esa apariencia tan angelical, todo eso se había ido y en su lugar había un chico con llamas azules en los ojos, golpeando y exigiendo respuestas, yo me quedé congelado mirándolo, creo que eso me hizo gracia, el verlo perder la compostura de lo indignado que estaba, cuando desapareció como si fuera una visión deje de estar como hipnotizado por la escena y noté el olor de su sangre, ver su sangre, tanta, en el suelo, de él, hizo que quisiera salir para asegurarme que estuviera bien, así que salí apresurado para encontrarlo-

-Esto... ¿No sentías nada por él pero saliste a buscarlo para saber si estaba bien? Estaba empezando a gustarte- Afirmó David acordándose de ese día, era extraño saber cómo ocurrían con exactitud las cosas.

-Más bien a interesarme, la verdad no sé que rayos fue eso, ese impulso de querer protegerlo, aun sigo pensando que ese impulso no vino de mi, pensé que era el lobo, que era un capricho más de esa cosa, que quería más de Daniel he intentaba manejarme para conseguirlo, esa cosa admitió quererlo y por eso dejé de pensar en eso, le dí esa explicación y no indagué más... Pero, siempre quise saber ¿Qué pasó con él cuando eso pasó? Después de haber enfrentado a mis tíos-

- Se desmayó, tuvo que usar intravenosa... -David pensó un poco intentando recordar -Pensé que eras un mal tipo, lo pensaba en ese tiempo, ese día le dije a Daniel que se alejara de ti, pero supongo que su necesidad de ti pudo más que cualquier cosa, ese día las cosas tomaron su curso, supongo, él se propuso llamar tu atención y vaya que lo consiguió-

-Es verdad, creo que la primera cosa que sentí por él directamente fue posesión, me hervía la sangre cuando lo veía contigo, tenía celos de ti, esa posesión se mezcló con el querer protegerlo y así fue como terminé arrastrándolo conmigo. Luego su belleza, su forma de ser, me hizo adicto a él y ya nunca más pude dejarlo ¿Por qué quieres saber esas partes?- Pensaba que era algo mucho más vergonzoso hablar de esas cosas con alguien que no era Daniel, DAvid era un cotilla.

-Ustedes tienen una bonita historia, si la escribiera alguna vez me haría rico, pero tengo una pregunta más ¿Cómo fue que supiste que tu lobo aún está contigo?-

¿Una novela? Camiel se extrañó por su respuesta ¿Quién querría leer algo así? Luego se lo pensó mejor y le dió la razón, se haría rico si la escribiera y pusiera en la portada "Basado en la vida real" Aunque nadie lo creería. -Fuí un estúpido por no darme cuenta antes, es que las cosas eran bastante claras, empecé a atar hilos que no encajaban, como el hecho de desear tanto a Daniel, lo que siento por él, los deseos de protegerlo, el amor que le tengo, la posesividad, el orgullo que me produce saber que es mio, todo eso, eso no podía venir de esa cosa, así hubiera comido a mi lobo y lo hubiera asimilado, es cierto que tenía influencia sobre mi, pero no tanta, no podía hacerme sentir todo eso, así que sólo había una explicación, mi lobo real aún está conmigo, no lo escucho, no lo siento, pero está conmigo y deja libres mis emociones, desde que Daniel está conmigo ya no escucho a la bestia en mi cabeza y mi ojos cambiaron, ahora mis pupilas son redondas-

-¿Antes no?-

-No, era como las de los gatos, líneas verticales-

-Amm- David pensó un momento antes de abrir la boca y al final soltó -Sólo diré que, es muy raro- Como un poseído, gritó su mente.

A Camiel le hizo gracia y sonrió, sabía que David quería decirle que era un anormal pero como sabía que si las cosas salían bien él tendría las pupilas así, se callaba.

-¿Entonces Daniel supo todo el tiempo que tenías esa cosa dentro?- Tal vez era un secreto, o cosa de pareja, pero David no se explicaba porque Daniel no le había contado.

-No, lo supo hace poco, lo que es curioso es que yo jamás le dije que sospechaba que mi lobo aún existía, no sé cómo hizo para deducir eso- Dijo Camiel sincero, eso lo tenía pensativo.

-Eso es porque Daniel es muy inteligente, te sacaste la loteria con él- Dijo David palmeandole el hombro.

Camiel sonrió complacido -Lo sé- Le dijo -Por curiosidad ¿Cómo es tu Omega? ¿Cuántos años tiene?-

-Diecisiete, es hermoso, pelirrojo, muy activo- Él suspiró, aunque sabía que hacía él todos los días y cómo se veía realmente no lo conocía.

Ahora fue Camiel quién le palmeó el hombro. -Pronto estarás con él- Le aseguró entonces, David asintió.

Camiel miró su cachorro quién estaba caminando inquieto en círculos por la habitación, debía tener mucha energía acomulada, entonces el suspiró también, tenía que sacarlo a dar un paseo, pero no podía si Daniel lo necesitaba con él, no quería que volviera a tener otra situación como el episodio de pánico que había tenido anteriormente.

-¿Quieres que saque a Liam a dar un paseo por el bosque?- Le preguntó Davis adivinando que pensaba.

-Te lo agradecería, tiene mucha energía y está muy ansioso, necesita cansarse un poco-

-Lo haré- Dijo David buscando la correa, después de encontrarla se la puso a Liam en el cuello y esté contento comenzó a dar saltitos, como ya había salido anteriormente con él ya sabía qué significaba. Esto afectó a Camiel, se sentía un mal padre, no estaba dándole a su hijo lo que necesitaba.

Acompañó a Liam y a David hasta la puerta y dijo alto al ver que ya se perdían de vista -Cuídalo-

Pensó que habían demasiadas cosas importantes por resolver, pero la que más le importaba era Daniel, quería verlo saludable y equilibrado, feliz.

Pudo escuchar a su cuñado y a su suegra hablando en la cocina, miró la sala y vió que extrañamente estaba vacía, no tenía ni idea de dónde podrían estar su suegro y el alfa de su cuñado, así que se sentó en el sofá y notó con fastidio que aunque estos no estaban sus aromas distintivos de Alfas estaban marcados en el ambiente, una clara muestra de desafío en su territorio, por un momento se sintió asqueado por los olores, eran tan marcados que lo mareaban, se levantó para abrir las ventanas y justo en medio de la sala liberó su efluvio para poder dejar todo como debería estar, después de hacer eso se sintió mucho mejor. Pero como adivinando que se sentía algo mejor, en ese momento se escuchó la voz de su suegra que decía -Espera, Matt, déjalo así- Y unos pasos viniendo hacia él.

Era su cuñado Matt que venía a confrontarlo, y su madre que venía detrás de él, Camiel se levantó del sillón, de inmediato había notado que ese Omega olía a enojo.

La mujer se había quedado al inicio de la sala, pero Matt estaba justo frente al él, a escaso un metro de distancia -Ahora que no hay nadie para intervenir te voy a decir lo que vengo pensando desde hace mucho ¿Por qué manipulas a mi hermano de esa forma? ¡Dejalo en paz! Le estás haciendo daño, lo que haces con él es imperdonable, cruel ¿Cómo te atreves a hacerle eso? Lo convertiste en un títere, es dependiente de ti, te necesita para todo, está inestable, lo estás enloqueciendo ¡Quiero a mi hermano de vuelta! ¡Dejalo en paz! ¿Para qué lo marcaste? ¿Para hacer con él lo que te viniera en gana? Se ve tan apagado y cansado, no es como antes, es verdad que antes era tranquilo y algo sumiso pero tu lo has convertido en casi tu sirviente, sin opinión propia, como un muñeco, y seguro hace todo lo que le dices porque te ama, desde que está contigo toda su vitalidad, su alegría, se han terminado, además, ese morado en su cara, ¿cómo te atreviste a golpearlo maldito?- No aguantando más Matt lanzó un puño que Camiel pudo esquivar con facilidad, sólo tuvo que moverse hacia un lado y luego volver a su posición de antes. Matt parpadeó confuso por lo rápido que se había movido, era como si lo anterior hubiera sido sólo su imaginación, y Camiel mirándolo con ese rostro inexpresivo no ayudaba.

-Maldito- Le dijo Matt reaccionando al fin.

-Ya basta Matt- Le pidió su madre que no quería que se arruinara más el ambiente entre la familia, de pronto todos notaron la presencia de Daniel, su olor dulce estaba en el aire, todos lo buscaron con la mirada hasta hallarlo arriba de la escalera desde donde observaba todo con el rostro serio, todos se quedaron paralizados mirándolo bajar, esperando su reacción.

Daniel iba en la pijama, con una camisilla pequeña y sus pequeños shorts. Camiel notó de inmediato que algo le sucedía, no sólo era él hecho de que Daniel jamás hubiera salido de la habitación con esa vestimenta estando su familia en la casa, también era su olor, su forma de moverse tan delicada y segura.

Él caminó hasta llegar a su hermano, le hizo una zancadilla y con fuerza lo lanzó al suelo, se quedó unos segundos mirándolo fijamente, al parecer decidiendo si atacarlo o no y cuando se había decidido a hacerlo y se inclinaba hacía él Camiel le tocó un hombro para llamar su atención, Daniel lo miró con una dulzura inmensa, sus ojos viajaban por toda su cara como hipnotizado, Camiel subió la mano de su hombro hasta su mejilla y sonrió, los ojos de Daniel eran de color café dorado, preciosos, eran los ojos de su lobo, supo que su lobo por fin había despertado y había tomado el control del cuerpo de Daniel.

Daniel extendió las manos pasando la punta de los dedos por el rostro de Camiel hasta llegar a su cuello y luego lo abrazó, lo olfateó y con fuerza mordió su hombro, Camiel quería morderlo de vuelta, más que eso, pero era plenamente consciente de que no estaban solos y no quería que nadie viera algo tan íntimo entre ambos, así que lo alzó haciendo que enredara las piernas alrededor de su cintura y se lo llevó escalera arriba.

Ya en la habitación con la puerta cerrada y el seguro puesto Camiel lo mordió dónde ya estaba su marca, luego lo tendió con delicadeza en la cama.

-¿Estás bien?- Le pregunto mirándolo a los ojos.

Daniel lo miraba fijamente sin responder, luego miró su boca, se acercó para lamer sus labios e introducir su lengua en ella, Camiel le devolvió el beso, y pensó en lo delicioso que era poder besarse a gusto. Estuvieron besándose un buen tiempo, para ambos era tan bueno que no querían detenerse, besarse era una acto tan íntimo que a ninguno le hizo falta algo más para sentir que se entregaban el uno al otro. Daniel enterró las uñas en sus espalda y luego las arrastró, Camiel pudo notar como Daniel dejaba de moverse poco a poco y entonces estaba dormido.

Acomodó a Daniel sobre él, miró el reloj y no pudo evitar pensar que era muy tarde y que Daniel no había comida nada aun, le preocupaba eso, pero aun así estaba tranquilo, él no podía sentir al lobo de Daniel, de haber sido normal podría haberlo hecho, pero no, así que no sabía si ya había regresado del todo o sólo se había manifestado, aun así se sentía agradecido y tranquilo porque ahora sabía que el lobo de Daniel estaba bien. Se sintió feliz, no sólo Daniel sino que también su lobo lo amaba, sonrió recordando, hace un momento Daniel había atacado a su propio hermano para defenderlo, no es que le gustara que hubiera agredido a su hermano, claro, más bien era el hecho de que Daniel lo eligiera sin importar qué, el lobo de Daniel realmente lo amaba, se jactó en su mente.

Ya a las cinco de la tarde Daniel dió indicios de despertar, se removió un poco y antes de abrir por primera vez los ojos soltó un gemido de dolor. Alarmado Camiel le sujetó los hombros y le preguntó.

-¿Qué pasa?-

-Mi cabeza, me duele mucho, es como si quisiera estallar- Se lamentó Daniel enterrando la cara en el pecho de su Alfa.

-Espera, iré por algo para el dolor- Dijo Camiel preocupado, aunque no estaba seguro de tener en la casa algún analgesico.

-No, no te vayas, te necesito, la cabeza me estallará si te vas-Dijo Daniel, que aún sobre él se aferraba con piernas y brazos

-Seguro te duele porque no has comido nada en todo el día, iré por algo de comer-

-No tengo hambre, tengo sed-

-Entonces iré por agua-

-Quiero leche, tu leche-

Camiel se quedó pensando un momento -Esto es un Deja vú, esto ya había pasado antes-

-Y yo terminé ganando- Soltó Daniel.

-Como siempre- Dijo con resignación Camiel. Daniel soltó una risita y luego se quejó.

-No me hagas reír, me duele- Le pidió sonriendo. -¿Qué hora es?- Preguntó.

Camiel miró el reloj en la pared -Las cinco de la tarde- Le contestó.

-¿De la tarde? ¿Tanto dormí? cielos ¿Dónde está Liam? No lo vi en todo el día, en todo él día, soy una mala madre- Se lamentó. Camiel no podía ver su rostro pero sabía que lloraba, también notó que no recordaba lo que había pasado en la mañana, cosa que lo aliviaba -Lo he descuidado, no es feliz, y por estar de está forma, tan cansado, yo... Soy mala madre, él está solo porque te arrastro a ti conmigo, y lo dejó solo, no tiene a su madre ni a su padre-

Camiel se sentó en la cama aun con Daniel encima y tomó su rostro con las manos apreciando lo rojo que estaba -Estás exagerando mucho, sobre todo porque ayer no más Liam durmió entre nosotros, él te saquea el pecho y se marcha, sabes que es así, Liam es muy dependiente y le gusta tener su espacio, se incomoda cuando le prestas mucha atención, sabes que cuando él quiere mimos simplemente los pide, además, tú necesitas descansar, te lo mereces después de todo esto y a mi me gusta estar a tu lado para que estés tranquilo, no me alejas de Liam, esta mañana estuve con él un rato, él está bien, está sano, lleno de energía, David lo sacó a pasear hoy al bosque, es feliz, juntos estamos haciendo un muy buen trabajo, eres una madre estupenda, Liam te adora y estás haciendo muy bien tu trabajo, Daniel cielo, tienes que aceptar que hay cosas que no puedes controlar y esta situación en la que estás simplemente es una de esas y estás afrontándola de la mejor manera posible y sé que en algún momento todo será como siempre, las cosas tomarán su lugar y todo se arreglará.-

-¿Y si no Camiel? ¿Y si mi lobo no regresa jamás? No quiero vivir así, es que mira, ni siquiera he tenido tiempo de hacerme las uñas por estar dormido- Se quejó Daniel sobre el regazo de su esposo -Odio estar tan desarreglado, no me siento yo, todo el día en shorts y sudaderas, lo odio, odio no ser parte de la vida de Liam, él es independiente lo sé, pero me gusta estar ahí para mirarlo, para ver qué hace, incluso si es cuando se persigue la cola, es mi hijo y no quiero perderme nada de su crecimiento, me duele no verlo, saber que me pierdo todo un día donde seguramente hizo una gracia en algún momento-

Camiel no pudo decir nada sobre lo anterior, él lo comprendía porque sentía lo mismo, pero no podía darle la razón a Daniel porque si no se autocompadecería y no quería eso para él, quería verlo tranquilo. Así que para hacerlo pensar en otra cosa deslizó suavemente los dedos por su columna e hizo presión, Daniel sintiéndose bien con las caricias se arqueó empezando a mecer las caderas, frotando su trasero con la entrepierna de su Alfa.

-Camiel, Camiel ¿Qué haces conmigo? Amor- Dijo mientras intentaba acallar gemidos aferrándose a sus hombros con las manos.

-Te pongo caliente muy rápido, es un don- Contestó Camiel ocupado amasándole las nalgas.

-Me duele la cabeza, muy poco ahora pero creo que no deberíamos hacer esto- Dijo aunque se seguía moviendo sobre él, sintiendo esa erección de lleno es el trasero.

-Esto es bueno para el dolor de cabeza, te lo prometo, además, dime eso cuando quieras detenerte- Camiel dejó de pensar con la calentura un momento, por él, y aunque no quería preguntó -¿Quieres detenerte?- Si Daniel le decía que si juraba que le explotarían los cojones, llevaba tanto deseo por él reprimido que no era saludable, sentía que habían pasado siglos desde la última vez que habían tenido sexo.

¿Detenerse? Ni que estuviera loco, quería tener sexo con él más que nada en el mundo y para demostrarlo se alejó un poco de Camiel y se quitó la camisilla dejando sus pequeños pechos a la vista, como Camiel se había quedado como hipnotizado mirándolos Daniel movió un poco los hombros haciendo así que Camiel lo mirara de vuelta a la cara, fue entonces cuando le sonrió con coquetería.

Para Camiel esa fue la señal de seguir rotundamente, así que con una mano lo tendió hacia atrás y si incorporó sobre su cuerpo, lo besó con hambre primero y después bajo repartiendo besos por su cuello hasta llegar a su pecho rebosante de leche. Lamió una gota blanca que había en la punta de un pezón y comenzó a succionar sacando de Daniel pequeños gritos sonoros. Cuando sintió que no bajaba más leche de ese pecho pasó al otro, el cuerpo de Daniel se sacudía, vibraba debajo de él, de pronto arqueó la espalda y entonces supo que se había corrido, pero eso no lo detuvo de seguir, así siguió pegado a su pecho hasta que nada salió, después de eso besó con fervor su pecho, notando como sus pequeños senos habían enrojecido de la excitación, sus pezones maravillosos estaban siendo tan vistosos con ese rosa brillante que habían adquirido. Miró el rostro de Daniel, como siempre después de tener un orgasmo se veía aturdido, sonrojado y satisfecho. Sin querer esperar un segundo más se deshizo de sus shorts y su ropa interior, exponiendo su húmedo trasero, era obvio que se había corrido por ahí también, estaba muy mojado y ese líquido escurría entre sus nalgas. No podía esperar más, así que abrió su pantalón y bajando su ropa interior liberó su pene, sintió alivio ya que no sé había dado cuenta que antes le dolía. Posó la punta de su pene en el trasero de Daniel, y miró su rostro, esperando el momento en que sus ojos volvieran a adquirir el brillo que tomaban cuando salía del aturdimiento en el que se sumía después del orgasmo, los ojos de Daniel por fin lo miraron y supo que era el momento, ingresó en él de una estocada con las manos puestas en sus caderas.

Daniel emitía gemidos sin poder evitarlo, podía sentirlo tan grande dentro de él, entrando y saliendo, estimulandolo ese punto que lo hacía gritar, una y otra vez, en el mismo lugar, quería decirle que se detuviera pero al mismo tiempo quería pedirle más, sentía esa desesperación en todo el cuerpo por ser liberado de esa tortura, pero al mismo tiempo quería quedarse ahí para toda la vida porque amaba la sensación de ser poseído por él, amaba sentirse tan bien, ese placer que le causaba cuando estaba completamente dentro de él, el vacío y la añoranza de cuando se retiraba para tomar impulso y la parte cuando estaba de vuelta y golpeaba tan profundamente dentro, el sentirse tan lleno y tan completo en un acto que parecía tan sencillo.

Sus oídos se taparon, y tuvo que cerrar los ojos porque había una corriente que había embotado su cerebro por completo, entonces tuvo un orgasmo y se corrió nuevamente.

Camiel lo había sentido correrse, no se había perdido detalle en realidad y aun cuando Daniel había acabado él siguió embistiendo, las manos le hormigueaban por tocar el pequeño busto del Omega, pero no quería soltar sus caderas.

Daniel había que perdido la conciencia unos segundos, despertó encontrándose con que aún era poseído por Camiel, y el cuerpo le respondía a sus embestidas y volvía a encenderse con una rapidez sorprendente, y en poco volvía a gemir, sintió que Camiel se estremeció y supo que estaba por venirse, para su disgusto sintió que se retiraba de él, recordó lo que habían dicho de esperar, pero en ese momento no le importó, quería que Camiel acabara dentro de él, así era como tenía que ser, así que egoístamente enredó con dificultad sus piernas alrededor de sus caderas para mantenerlo dentro, provocando accidentalmente una embestida y como consecuencia un gemido, Camiel apretó los dientes y lo miró, sabía que quería con sólo mirarlo y en ese momento no podía querer otra cosa que anudar dentro de él, así que no iba a discutirle eso, sintió como se formaba el nudo y luego se corrió, Daniel gritó y luego cayó rendido después de su tercer orgasmo, Camiel sonrió malicioso, luego invirtió posiciones dejándolo a él arriba en lo que se deshacía el nudo.

Al rato Daniel habló - Camiel, ¿Te gusta tener sexo conmigo?-

-Demasiado- Contestó Camiel sincero.

- ... Y ¿Qué tanto te gustan los pechos?- Lo preguntaba porque notó que Camiel parecía tener cierta fascinación por ellos.

-Los pechos en general de dan igual, pero los tuyos me ponen caliente- Reconoció.

-¿Desde cuando?- Quiso saber. Sus pechos al formarse no habían sido tocados por Camiel, pero de pronto de un día para otro Camiel les ponía mayor atención, era algo rudo con ellos, no lo suficiente para lastimarlo pero cuando succionaba sus pezones lo hacía con fuerza.

-Desde que los ví llenos de leche, tocarlos se siente bien- Dijo sintiendo de nuevo el hormigueo en las manos por tocarlos.

-Aah- Fue todo lo que dijo Daniel sonrojándose, se sentía halagado de cierta forma.

-Daniel, hay algo que tengo que contarte, estaba pensando en dejarlo así pero creo que tienes que saberlo- Dijo Camiel de pronto, sentía que si no le contaba estaría mintiendo o ocultando algo de nuevo.

Daniel se puso serio, Camiel hablaba en un tono que lo preocupaba -¿De que se trata?-

-De la razón por la cual no te dije que tus padres estaban vivos- Le contestó Camiel.

Daniel se relajó -Pensé que ya lo habíamos aclarado y que ese problema ya se había solucionado, no me lo dijiste porque no querías preocuparme ¿Verdad?-

-Ese sólo es otro motivo importante, pero el motivo principal era puro egoísmo, yo no quería compartirte con tu familia, quería tenerte para mi solo por un buen tiempo-

O para siempre, pensó.

Daniel alzó la cara y lo miró no sabiendo que responder. No estaba enojado, ni mucho menos feliz.

-Dime algo- Pidió Camiel no soportando su silencio.

Daniel se obligó a decir algo -Esta bien, supongo, no sé que decirte, no sé que siento respecto a eso, es que Camiel, mi familia es importante para mi y no puedo simplemente abandonarlos, pero creo que ya todos sabemos que yo he comenzado una nueva vida a tu lado y que mi familia pasó a segundo plano... Sé que tú no eres unido a tu familia, pero si lo pienso bien creo que me fastidiaría enormemente que alguna tía o algún sobrino quisieran tu atención cuando yo... -Te necesito tanto, completó en su mente -Quiero decir, si, te entiendo y no estoy molesto, tampoco feliz pero- De pronto sonrió -Que posesivo, pero no puedo enojarme contigo cuando yo también lo soy-

-Me alegro que pienses así porque no me arrepiento- Dijo Camiel. En respuesta Daniel sólo alzó una ceja, pensando que Camiel era imposible.

El Nudo de Camiel se deshizo y él rodó sobre Daniel para salir de él, Daniel protestó con un pequeño gemido y luego lo miró con los ojos chispeantes -A dónde vas- Le preguntó.

-Oh, no, no me mires así, ambos tenemos que bajar a cenar con tu familia- Dijo saliendo de la cama y metiéndose en la ducha.

Daniel sólo vio con pesar como esa fuerte espalda desaparecía al cerrar la puerta. Después de suspirar se levantó con ese dolor característico en los muslos que hacía que le flaquearan las piernas al caminar. Caminó desnudo al tocador donde se miró en el espejo, estaba hecho un desastre. Tenía los pezones rojos, a la par con su boca, y para combinar también unos chupetones en el pecho, la obra maestra de Camiel. Entonces se examinó, a pesar de todo su rostro estaba reluciente, tenía la apariencia de alguien feliz y lo era, sin poder evitarlo sonrió, definitivamente había logrado todo lo que quería. Después de pensar eso se miró el cabello, despeinado, eso le hizo fruncir el ceño, era hora de lucir como la ama y señora de la casa.

Camiel salió del baño con sólo una toalla en las caderas, secándose el cabello buscó con la mirada a Daniel, lo encontró con la nariz metida en el closet, buscando.

-¿Qué haces?- Le preguntó viéndolo escarbar entre la ropa como lo haría una gallina.

-No está, no hay nada- Contestó Daniel sin mirarlo.

-¿Qué cosa?- Camiel no le entendía.

-Mi ropa, Camiel, no tengo, sólo tengo ropa militar y ropa cómoda de estar en casa, shorts, sudaderas, pero mi ropa no está ¿Cómo no lo noté antes? No tengo ni un vestido, ni nada que sea decente para poder verme sofisticado- Se quejó.

-Supongo que no lo notaste porque conmigo no la necesitas, te ves mejor sin ella- Dijo Camiel razonando. Entonces Daniel por fin lo miró y sonrió dandole la razón, tragó porque sin poder evitarlo se fijó en lo sexy que estaba con sólo esa toalla...

-¿Lo ves? Por eso no lo notaste- Dijo alzando una ceja al ver como lo observaba.

Daniel cerró los ojos y sacudió la cabeza para quitarse cualquier pensamiento lujurioso. -En cualquier caso, necesito ropa. Camiel Cielo, necesito dinero para ropa... - De pronto pensó en la que ya tenía, en algún lugar -O la que tengo en casa de mis padres-

-Puedes tener ambas, le dices a tus padres que te la envíen y en cuanto puedas salir compras más-

Daniel lo miró y sonrió -Siento que te amo más-

Camiel le sonrió de vuelta -¿Por qué?-

-Por ser tan generoso-

-Es mi deber, si me vas a amar más cada vez que haga mi deber de Alfa te va a explotar el pecho - Le advirtió burlándose de él.

Lo que Camiel no sabía era que con esa sonrisa que había puesto su pecho ya había estallado, y el corazón ahora le latia a mil por segundo, su corazón iba tan deprisa que pronto se mareó, su cuerpo cedió y tuvo que recostarse en la puerta del closet. Camiel se acercó preocupado para asegurarse de que estuviera bien.

-Esposo mío, si alguna me da un infarto será por tu culpa, eres tan hermoso, mira- Tomó su mano y la puso en su pecho -El corazón me late así de rápido sólo porque tienes una sonrisa perfecta.-

Camiel apartó la mano de su pecho y la puso en su hombro -Estás delirando- Le soltó - Y es porque no has comido en todo el día que te late el corazón de esa forma, no creo que a nadie le de un infarto de amor-

-Si mira - Daniel tomó la mano de Camiel que estaba en su hombro y la bajó hasta su regazo -Esta erección también es por el hambre- Aunque vió que los ojos de Camiel brillaron al mirarlo llenos de deseo sexual lo ignoró, se volvió para sacar cualquier cosa del closet y luego se dirigió al baño.

Camiel miró su espalda con desilusión y algo de irritación, Daniel lo había tentado y luego se había largado dejándolo con una carpa en la entrepierna, por eso vio la necesidad de gritarle -Si alguno de los dos muere seré yo, y será porque me explotaron los cojones- En respuesta escuchó a Daniel reírse en el baño. Camiel negó y buscó ropa que ponerse, eligió unos jeans gastados y una camiseta negra, después de vestirse y calzarse salió de la habitación dispuesto a cortar esa tensión que había con la familia de su esposo de raíz, antes se asomó a mirar a Liam quien estaba tumbado hecho un ovillo dormido en la alfombra de su habitación, después de verificar que estaba bien bajó hasta el comedor dónde convenientemente su suegra le preguntaba a David si sabía si ellos bajarían a cenar, David alcanzó a contestar que no sabía antes de que Camiel hiciera aparición diciendo -Lo haremos, Daniel no tarda en bajar- Luego pensó en lo mucho que se demoraba arreglándose -O eso creo- Comentó más bien para sí mismo, luego tomó asiento en la cabecera de la mesa. El señor y la señora Black ya estaban en la mesa, ambos mirándolo con desconfianza tatuada en sus ojos, David se veía más que incómodo y en ese momento aparecieron a la vista, Zachary y su Cuñado Matt, el último con un tazón de ensalada en las manos, para Camiel era obvio que lo que había pasado en la tarde ya era sabido por todos en la casa.

Matt se puso alerta a penas lo vio, su Alfa gruñó, el Omega se las arregló para poner el tazón en la mesa y sentarse lo más alejado de Camiel posible y Zachary se hizo delante de él, como protegiéndolo. Sinceramente Camiel no sabía de qué, si había sido el Omega quién lo había atacado. Con su voz normal Camiel comenzó a sacar las tijeras para podar, o mejor dicho, a sacar todo lo que quería decir para terminar de una vez con la ridícula situación -Ustedes están hartándome- Lo dijo dirigiéndose a cada uno de ellos, menos a David por supuesto -Me tienen hasta los cojones y quiero que sepan que la única razón por la que tolero todo esto es por Daniel, ninguno de ustedes me agrada ni me desagrada y en este momento la verdad no me interesa en lo mínimo conocerlos, y sé lo que están pensando, que soy un grosero, pero llegado a este punto ya no me interesa seguir con la diplomacia y lo que es políticamente correcto- El padre de Daniel abrió la boca para decir algo pero Camiel alzó la mano, dejó salir su olor a Alfa enojado demostrando porque era el capitán de un equipo que le tenía mucho respeto, su voz era la misma de siempre, clara y sin ninguna emoción, pero de una manera era acojonante. El señor Black sintió en el rostro una bofetada de enojo en forma de olor y se quedó impresionado por el poder que se reflejaba en el.

No era intención de Camiel impresionar a nadie, él simplemente estaba dejándole saber a ellos lo mucho que lo habían frustrado desde que habían llegado a su casa por primera vez, estaba desahogandose y sin querer ese enojo estaba ahora saliendo de sus poros -Desde el inicio, ya me estaban molestando con su sola presencia en la puerta de mi casa y es que jamás vi a nadie tan egoísta en mi vida, pero ustedes se merecen un premio. Les pedí específicamente que me dieran tiempo para decirle a Daniel que ustedes estaban vivos, les dije que Daniel no atravesaba un buen momento, que necesitaba estar tranquilo y que una noticia como esa lo alteraría ¿Y qué hicieron ustedes? Apenas ustedes se sintieron mejor vinieron a mi puerta e hicieron que Daniel se alterara, se desmayara y se enojara conmigo, y es que no sé si ustedes no lo sabían o decidieron ignorarlo pero, Daniel acabó de casarse conmigo, llevamos muy poco de casados, Daniel tuvo a mi hijo y ahora somos una familia nueva que necesita intimidad, pero ustedes de nuevo pasaron sobre eso, decidieron ignorar el hecho de la posesividad, la sobreprotección animal, lo territoriales que se vuelven las cosas cuando hay una cría de por medio o cuando se acaba de marcar a una pareja, llegaron a mi casa a alterar la paz y dejar sus olores de alfas territoriales en mi hogar y por si fuera poco esto todavía no acaba ahí, por supuesto que no, sé que él doctor les contó todos los problemas que tuvo Daniel durante su embarazo, ustedes aparecieron cuando Liam y Daniel estaban fuera de peligro por lo que para ustedes eso no significa nada, sé que el doctor les contó que Daniel tiene su lobo reprimido en alguna parte de él pero de nuevo eso para ustedes no significa nada, sé todo lo que les contó el doctor pero sé que ustedes no entendieron por eso les voy a decir exactamente lo que es y lo que pasó, para que lo entiendan de una vez. Daniel tuvo un embarazo fuera del celo y fuera de la marca, también tenía anemia, estaba más débil debido que antes se había desangrado para quitarle las heridas a Matt y también parte de su sistema reproductor debido a todos los celos que soportó solo estaba dañado, estaba débil y no tenía suficiente energía ni para sanarse así mismo, entonces para que el embarazo siguiera adelante de alguna forma tomó energías de su lobo para poder vivir y que nuestro hijo viviera, agotó a su lobo de tal manera que este no tiene presencia, aun así después de que las cosas gracias a Dios salieron bien y logró tener a Liam sin ningún problema su lobo no aparecía, por lo que Daniel está en desequilibrio, es más dependiente de mi, lo que es completamente natural ya que soy su Alfa, es más posesivo, pero es natural, no tiene a su lobo y eso lo hace inseguro, y ustedes jamás van a entender por lo que Daniel y yo estamos pasando porque jamás han vivido ni vivirán nada parecido, y aun así he tenido que soportar toda la mierda de ustedes, ustedes siempre juzgando su comportamiento dependiente, reprochando todo con la mirada- Miró a Zachary- He soportado que lo critiquen debajo de mi techo sólo por mantener la paz, pero ya estoy harto- Señaló a Zachary -Quiero que sepas que he estado más de una vez a punto de romperte la nariz, cada vez que has dicho que Daniel es demasiado dependiente de mi, cada vez que me miras como si hiciera mal mi trabajo, y tú- Luego señaló a Matt -¿Qué haces ahí actuando como víctima detrás de tu Alfa? Cuando fuiste tú el que me atacó, no te hubiera hecho nada, probablemente sólo te habría ignorado, lamento que Daniel haya visto todo y no pensara lo mismo y te golpeara, lo que me hace sentir aliviado, no por porque te golpeara, si no el hecho de que el lobo de Daniel se manifestó por fin.- Camiel luego alternó su mirada entre el señor y la señora Black -Ustedes también, me tiene cansado que me miren como si fuera un manipulador dictador que secuestró a su hijo y que miren a Daniel como si tuviera síndrome de estocolmo. Quiero que entiendan, Daniel está muy cansado y aun así se esfuerza, los quiere, pero ustedes tienen que dejar de ser tan egoístas y pensar un poco más en él y en los problemas que tiene, en lugar de hacerlo sentir más inseguro deberían hacerlo sentir más cómodo con su propia familia, si lo quieren dejen de ponerle tantos problemas, de lo contrario pueden largarse, y aunque parezca no los estoy echando, sólo les estoy diciendo que si no van a ser de utilidad y por el contrario lo hacen sentir más mal es mejor que se vayan, porque desde que están aquí no han hecho más que estropearlo todo, antes de que ustedes llegaran Daniel tenía la suficiente confianza para salir de casa y dar paseos por el bosque, ahora no, dejó de hacerlo y es porque ustedes no dejan de darle miradas críticas. Este es un problema que nos concierne a todos porque es culpa de todos, sé que parte de este problema es mi culpa por dejarles pensar lo que les diera la gana, pero ahora que lo pienso ustedes tienen más culpa que yo por estar siempre pensando lo peor y estar siempre juzgando sin saber y porque todos ustedes no razonan o al menos no lo han hecho desde que decidieron llegar aquí. Sé que no es la mejor manera de decirles o pedirles esto, pero no veo otra manera, nuestra relación es muy mala, ustedes en este momento no me agradan y creo que yo a ustedes tampoco, pero este problema tiene que cortarse de raíz, acabar con este ambiente tan conflictivo, por el bien de Daniel, él necesita tranquilidad y por Dios es lo que le voy a dar, así que vamos a empezar de nuevo. Y por favor Matt, no se te ocurra decirle a Daniel que te golpeó, fue su lobo y fue inconsciente, sólo me defendía, Daniel jamás sería capaz de hacerte daño- Pensó un momento -O al menos no mucho- Lo decía porque con Daniel en esa etapa tan incierta no sabía a que atenerse.

David alzó la mano para tener la palabra como en el colegio -Yo apoyo a Camiel, y antes de que el tema quede cerrado para siempre me gustaría decir algo que también me ha estado molestando. Dejen de mirar a Daniel como si fuera sumiso, indefenso, o como si estuviera siendo manipulado, o como a un imbécil al cual se le ha lavado el cerebro, siempre lo miran con lástima y eso me molesta, Daniel es la persona más fuerte que conozco, ha pasado por cosas muy difíciles y no pierde su encanto ni inocencia, además de que es inteligente también podría patearles el trasero a cualquiera de ustedes, pero no lo hará porque los quiere, él aprendió en días lo que a muchos les toma años y no merece ser mirado así cuando él sólo los mira a todos con cariño, sean un poco más agradecidos y muestrenle respeto. Es todo- Dijo volviendo al agradable silencio.

En ese momento apareció Daniel -Oh, lo lamento, no me digan que me estaban esperando para cenar, la comida debió haberse enfriado, lo siento, es que me entretuve con Liam, está tan grande, me parece que fue apenas ayer cuando le crecieron los dientes ¿Mamá los niños siempre crecen tan rápido? No me pareció que yo creciera tan rápido, Matt tampoco creció rápido, pero creo que no se trata de crecer, lo que pasa es que Liam es demasiado independiente, jamás vi nada así, se supone que los bebés lloran y necesitan que les cambien el pañal, Liam no, él es demasiado genial para eso, el simplemente encontró la manera de ir al baño solo, no me necesita, para nada, ni siquiera le interesa la leche que pueda darle, no debimos darle carne tan pronto, apenas la conoció me dejó a un lado- Camiel estaba mirándolo parlotear fijamente, con la ropa militar y sin apenas maquillaje en su bonito rostro, esa pinza recogiendo su cabello aun mojado, Daniel era tan especial y hermoso. -¿Creen que si dejo de darle carne me prestará atención de nuevo?-

Él único que estaba lo suficientemente espabilado para no mirarlo fijamente fue David, quien contestó -No, ahora con la carne a su edad ya tiene una dieta balanceada, no sé si es normal tanta independencia pero creo que es bueno para él, si llega a ser un Alfa será un líder nato-

-Es cierto- contestó Daniel -No había pensado en eso ¿Qué creen que será Liam?-

-Guapo- Contestó Camiel sin pensarlo mucho.

Daniel y David rieron, Camiel era un creído.

-Sí, pero será por parte de Daniel, eres un feo-

-Liam tiene mi cabello, mi piel, pero tiene los ojos de Daniel y la boca, tal vez los ojos le cambien, tiene mi nariz... Será muy guapo sin importar que sea-

David le dió la razón al igual que Daniel.

-Yo creo que será un Alfa- Dijo Daniel empezando a comer sin pensarlo mucho.

-Yo también pienso lo mismo, esa actitud definitivamente tiene que ser la de un Alfa- Dijo David.

-O la de un Omega muy obstinado- Comentó Camiel, comiendo también.

Daniel miró a su alrededor y notó lo callada que estaba la otra parte de la familia, pensó que tal vez era porque Liam no socializaba mucho o nada con ellos que ellos no tenían nada para decir de él, se sintió culpable un momento, se suponía que una cría tenía que almenos encariñarse con sus abuelos, pero no era así, así que suspiró diciéndoles -Lamento que Liam sea tan tímido como para socializar con ustedes- los demás se le quedaron mirándolo -Pero es tan reservado, espero que un día de estos los deje mirarlo en su forma humana, aunque van a tener que tenerle paciencia, por el momento será un reto que los deje mirarlo siquiera en su forma de lobo, Liam es así, desde que nació- Dijo como disculpándose con su familia.

- No te preocupes cielo, todos los niños son diferentes, tu por lo menos no dejabas que nadie que fuera tu padre o yo te cargaran- Le dijo su madre para mirar después a su esposo.

-Es verdad- Coincidió su padre -Matt por el contrario dejaba que todos lo alzaran porque le encantaba estar en brazos-.

-Oh, eres un glotón mi amor, ahora si me quieres, que lindo eres, te voy a comer, ñam- Daniel sintió un click he inmediatamente volteó -¿No se suponía que ibas a hablar con David?- Le dijo a Camiel quien estaba tomándole fotos. Después de cenar tranquilamente con toda la familia habían recogido a Liam de su habitación para dormir con él, este apenas llegaron se transformó en bebé y desde entonces Daniel había estado dandole el pecho y diciendole lo mucho que lo quería.

-Sí, ahora lo hago, sólo aprovecho que estás de esa forma con Liam, ahora sonríe y mira hacia acá- Con Liam no sé sabía cuando se iba a tener una oportunidad para fotografiarlo en su forma humana así que Daniel le dió una sonrisa sincera para la foto.

-Ven aquí, quiero una foto de los tres- Le dijo a Camiel y este se fue hasta la cama que era dónde Daniel estaba mimando al bebé y tomó la foto con una sola mano de forma en que quedaran los tres.

-¿Cómo te sientes?- Le preguntó Camiel a su esposo.

-Estoy mejor, me siento descansado, siento que tengo mucha energía, mañana será un buen día aunque llueva- Camiel sólo asintió y besó su frente.

-Iré a hablar con David- Le dijo levantándose.

-¿Qué le dirás?- Quiso saber de pronto preocupado.

-Que haré lo posible por ayudarlo- Le mintió sin siquiera parpadear, ya le había dicho eso a David, en realidad iba a ir con David para mostrarle a qué se iba a enfrentar.

Daniel le sonrió -Eres el mejor- No sabía como podría ayudar Camiel a David, pero estaba bien, si Camiel decía que lo haría entonces así era.

Camiel fue a la habitación de David y le pidió a este que lo siguiera, claro que antes tuvo que esperar a que se vistiera porque al parecer ya estaba listo para dormir. Luego ambos se dirigieron al bosque guiados por Camiel.

-¿Dónde vamos?- Le preguntó David.

-Sólo a un lugar apartado-

-¿Para qué?-

-Información- Fue todo lo que dijo Camiel. Sólo necesitaba encontrar algún claro, un lugar con suficiente espacio y después de caminar otros muchos minutos lo encontró. -No te asustes- Le pidió a David.

La luna brillaba en lo alto del cielo iluminando de azul lo que tocaba, David se quedó muy quieto y los vellos de su cuerpo sin razón comenzaron a elevarse, algo dentro de él le decía que huyera, pero él resistió y no movió ni un músculo. Entonces pudo ver como las sombras desprendía más sombras que se reunían y materializaron algo justo enfrente de ellos, primero pequeñas partículas de negro humo translúcido, luego muchas más que como un enjambre de moscas empezaron a formar algo enorme y pesado, tan sólido como él mismo. De la nada había una enorme bestia, un lobo gigantesco, monstruoso, su boca se abrió de asombro y su instinto de supervivencia cimbraba dentro de él para que moviera las piernas hacía la lejanía. Camiel tuvo que adivinar cómo se sentía pues rápidamente puso una mano en su hombro para impedir cualquier intento de huída.

-Sabes que quiero- Le dijo Camiel a la bestia -¿Es posible?- Le preguntó. Desde que Camiel estaba con Daniel no había vuelto a escuchar a la bestia, no había vuelto a saber de ella, era como si ya no estuviera, pero sabía que no era así, aunque su lobo aún viviera la bestia aun lo tenía con él, sabía que la bestia lo odiaba y muy dentro de él sabía que no había forma en que esta lo dejara en paz, pero no perdía nada intentando, quería ser libre de las cadenas que ella representaba.

La bestia giró su enorme cabeza hacía David -Me ofreces un nuevo recipiente-

-No es un recipiente, sabes que quiero que hagas por él- Le dijo Camiel.

-Lo haré, tomaré tu cuerpo- le dijo la bestia a David, aceptando -Pero la única forma en la que puedo entrar en ti es mediante el dolor, es un vehículo para transportar cosas malignas y si no soportas todo mi poder pasando a tu cuerpo entonces morirás y tu alma se perderá para siempre, no podrás reencarnar porque tu alma estará atrapada conmigo por todo la eternidad, como si nunca hubieras existido como ser ¿Aceptas?-

A david le costó hablar, cuando esa cosa había hablado con esa voz tan espeluznante su corazón casi se había detenido -Lo hago- Fue todo lo que pudo decir.

-Camiel, cuando creas que es el momento abrele el pecho mientras está consciente, de forma en que puedas ver su corazón, entre más dolor sienta más probabilidades tiene de vivir, luego cortate las venas y deja que tu sangre llene su herida, haganlo de noche, yo me encargaré de la parte más importante, si la herida de su pecho no sana por sí sola entonces es porque no funcionó y él morirá, espero que su alma sea lo suficientemente fuerte como para no ceder a mi energía- Y diciendo esto último esa cosa desapareció. Automáticamente las rodillas de David se aflojaron y cayó agotado al suelo, sintió que el aire dejaba de ser tan denso y era más respirable, no había notado que antes se sentía como si llevara dos sacos de cemento sobre los hombros, ahora se sintió liberado.

-¿Estás bien?- le preguntó Camiel.

David tenía la respiración agitada pero aun así asintió.

-Cuando toma forma física la energía se pone demasiado pesada, como un muro de concreto- Afirmó Camiel, David volvió a asentir, sabía de qué hablaba. Camiel lo ayudó a levantarse y lo primero que David pudo mencionar fue.

-Vas a tener que abrirme el pecho hasta que puedas ver mi corazón- David había visto un montón de cosas asquerosas en la guerra relacionadas con partes del cuerpo y órganos, pero ninguna de esas cosas habían sido intencionalmente, él literalmente tenía que dejarse abrir en canal, voluntariamente, estaba espantado.

-No sé que pensar- Le dijo Camiel. David se quedó mirando su cara de mármol pulido azulado por luz de luna -Puede que nos tienda una trampa, puede que quiera que sólo mueras en vano, tal vez si quiera un nuevo cuerpo, pero no sé, tal vez piense sólo utilizar tu cuerpo como a un títere, no confío nada en esa cosa, sé que está planeando algo, de otra forma no habría accedido así de fácil a cambiar, no hace nada porque si, quiere algo-

-¿Qué ganaría con mi cuerpo?-

-Hacer daño, tenemos mucho que planear-

Liam se había cansado de ser mimado, se había transformado y luego había corrido a su habitación sin que Daniel pudiera hacer nada.

Daniel miraba el techo, pensando que tenía que arreglarse las uñas y encontrar una solución para ayudar a David, pero no sé le ocurría ninguna forma para hacer que un espíritu pasara al cuerpo de otra persona, tal vez necesitarán la ayuda de un sacerdote, o un hechicero, pero no sabía si existían los brujos ni tampoco dónde encontrarlos en caso de que existieran, los sacerdotes sí que existían y eran más fáciles de encontrar, pero ellos sólo podían hacer exorcismos, osea ahuyentar, y él no necesitaba eso, él necesita un traspaso. Tuvo que obligarse a dejar de pensar en eso, esa noche no encontraría ninguna solución, en su lugar se centró en sus uñas, que si tenían solución casi instantánea. Limó sus uñas y les aplicó una capa de esmalte transparente, sólo eso necesitaba para que sus uñas estuvieran decentes, en otra ocasión se haría algo más elaborado, justo cuando guardaba sus cosas en la mesa de noche Camiel abrió la puerta.

-Pensé que dormías- Le dijo comenzando a quitarse la ropa.

-Te esperaba ¿Qué pasó con David?-

-Nada importante- Mintió Camiel -Ahora sólo tenemos que encontrar la manera y eso será todo, nada complicado- Mintió de nuevo.

-Yo pensaba en encontrar a alguna especie de brujo o chamán que pudiera ayudarnos- Le comentó Daniel, haciéndole espacio en la cama. Camiel le sonrió, en momentos así Daniel le parecía más adorable.

-Tú no tienes que preocuparte por eso, ya encontraré yo la manera, me acuerdo de algunas partes del procedimiento, sólo tengo que completar el proceso y asegurarme de que todo sea seguro- Mintió de otra vez.

-¿De verdad? Es que suena muy arriesgado, no quiero que ninguno de los dos salga lastimado-

-No, ya te dije que saldrá todo muy bien, ya lo hice una vez y mírame aquí estoy, con David será igual, como ya sé que hacer será sencillo, tu sólo no pienses en eso y déjamelo todo a mi- Si fuera pinocho, pensó Camiel, su nariz no cabría en la habitación.

Como su esposo hablaba con tanta convicción no podía hacer menos que creerle, dejó que Camiel lo cuchareara y se quedó dormido.

Ala mañana siguiente Daniel abrió los ojos, Camiel estaba a su lado profundamente dormido, así que le dejó un beso en la mejilla antes de levantarse, Camiel se despertó con eso y en respuesta le sobó una nalga - ¿Dónde vas?- Le preguntó con voz ronca.

-Tengo que sacudir le el polvo a la casa, hace tiempo nadie lo hace, tu duerme, aún es temprano-

-Quiero sexo mañanero- Le pidió con la misma voz ronca, los ojos cerrados y aquella mano manoseando sus nalgas.

Daniel rió -No estan temprano para eso, duerme mejor, ya tendremos tiempo antes de la cena-

-No podré aguantar tanto- Dijo Camiel con la voz más clara ya.

-Oh, si que podrás- Se negó de nuevo. Retirándose Camiel le palmeó el trasero y se dió la vuelta para dormir unos minutos más, casi no había dormido pensando en la bestia y en David.

Daniel se duchó, arregló y comenzó a hacer la limpieza, después puso a hacer café y el desayuno. La primera en llegar fue su madre, luego su padre, luego Camiel que bajó por carne para Liam, Matt, Zachary, y por último David.

Cuando el desayuno estuvo esperó a que Camiel llegara para comenzar a desayunar, cuando este comenzó a comer se quedó mirándolo, en algún momento viendo al atractivo hombre sentado comiendo, su cerebro no podía procesar el hecho de haberse casado con él ¿Cómo lo había conseguido? ¿Cómo ese pedazo de hombre bien hecho había creado un enlace con él? Pensó en las viejas chismosas de su anterior vecindario y en lo mucho que le gustaría pasearlo por sus narices, ¿cómo rayos era tan masculino? Que ganas de tirar todo y dejar que se lo cogiera sobre la mesa, por todos los rayos que tentador era, una voz en su cabeza le dijo "Y es nuestro" Daniel sólo pudo darle la razón. Camiel debió sentir su mirada porque volteó y le guiñó un ojo. Maldito fuera, sabía que quería sexo y no hacía nada por complacerlo, como se arrepentía de haberle dicho que no en la mañana, pero lo entendía, no podían ponerse a coger encima de la mesa donde desayunaban sus padres, la sola idea lo hizo soltar una risita, sabía que los demás lo miraban pero no les prestó atención y comenzó a comer.

Horas más tarde como su madre y su hermano dijeron que ellos se harían cargo del almuerzo por lo que Daniel no tuvo nada que hacer, sabía que podría ponerse a organizar sus uñas pero no quería estar sentado, así que buscó a su esposo con la idea de pedirle que pasearan juntos por el bosque a Liam, lo buscó por toda la casa hasta encontrarlo en la habitación de David, la puerta estaba abierta por lo que pudo escuchar parte de la conversación.

-La herida tendría que estar de aquí a aquí, luego tendría que separa las costillas con las manos de manera que...- Camiel se dió cuenta de su presencia y dejó de hablar.

Daniel entró a la habitación -¿Qué están tramando ustedes dos?- les preguntó mirando el dibujo de una figura humana con una línea en el pecho.

-Camiel me habla sobre una operación compleja- Mintió David. -Necesitabas algo ¿Estás bien?- Le preguntó.

-Sí, perdón por interrumpir, pero quiero sacar a pasear a Liam y no quiero hacerlo sólo, ¿podría alguno de ustedes acompañarme?-

-Lo haremos los dos- Le dijo Camiel -Iré por Liam-

-No, iré yo- Se ofreció David -Ustedes vayan saliendo- Les pidió.

Camiel aceptó diciendo -Saldremos por la puerta de la cocina- Cuando David ya se hubo ido el Alfa le preguntó a Daniel -¿Estás seguro de esto? ¿Te sientes preparado?-

-Sí, quiero salir- Así que ambos comenzaron a caminar hacía la cocina y juntos cruzaron la puerta que daba al patio trasero, Daniel sintió el sol en el rostro y el aire puro provenir del bosque, había pasado mucho tiempo desde que había experimentado ambas cosas, y con placer cerró los ojos, dejando sentir a su piel.

-¿Estás bien?- Le preguntó Camiel sólo por precaución. Daniel abrió los ojos y tomó su rostro para darle un pequeño beso fugaz.

-Lo estoy- Le dijo mirándolo a los ojos.

Entonces David salió con Liam y los tres comenzaron el paseo, Liam saltaba de aquí para allá.

-¿Crees que estará bien quitarle la correa?- Le preguntó el Omega a su esposo.

-Sí, estaremos vigilando- Se agachó para quitarsela, Liam salió dando saltos corriendo por todas partes con Camiel siguiéndolo muy de cerca, y así estuvieron ellos dos jugando por un rato, Daniel y David sólo observaban y sonreían sentados contra un árbol, también reían, cuando Daniel se acercó a David y se recostó sobre él, David le preguntó si le ocurría algo a lo que éste sólo respondió que tenía sueño y se durmió.

-Camiel- Llamó, estaba asustado porque Daniel se había puesto pálido -Camiel, algo le pasa a Daniel, está inconsciente -

-Liam- Llamó Camiel a su hijo quien inocentemente seguía jugando.

-Yo me haré cargo de Liam, tu lleva a Daniel a la casa-

Rápidamente Camiel tomó a Daniel en brazos y lo llevó hasta la casa, su suegra y su cuñado se alarmaron al verlo pero Camiel no les puso atención y siguió hasta el cuarto de pareja de ambos, lo dejó en la cama y llamó al doctor.

Daniel se había despertado mientras el doctor lo revisaba, él les había dicho que se había desmayado a causa de una baja en la presión arterial, eso y porque se había sobre esforzado mucho, lo que a Daniel le pareció ridículo porque realmente no había hecho nada que gastara demasiada energía. Se negó a dejar que le pusieran una intravenosa, de nuevo el doctor no pudo hacer nada más que recomendarle vitaminas y antianemicos, se fue pidiéndole que guardara por los menos tres días de reposo absoluto antes de establecer una rutina que pudiera gastar demasiada energía, que era bueno que hiciera algo de ejercico para crear resistencia pero que era mejor que iniciara haciendo poco y añadiendo cosas día a día, sin exagerar, le pidió que caminara pero sin exagerar y que si se sentía cansado no lo pensara dos veces para meterse en la cama a reposar porque tendría que aprender a escuchar a su cuerpo si quería curarse.

Cuando el doctor se fue Daniel tuvo un ataque de ansiedad, tenía miedo, un miedo irracional a ser abandonado, así que irracionalmente se subió sobre Camiel y comenzó a marcarlo con sangrientas mordidas, fue lo único que aplacó los temblores de su cuerpo y su corazón.

Camiel como buen Alfa no sé despegó de su lado el resto de la mañana, a la hora del almuerzo él le subió la comida a la cama y le cuchareo hasta asegurarse que había comido todo. Daniel no necesitaba que lo cucharearan, pero al ver a Camiel cortale y darle la comida con tanta dedicación no tuvo corazón para decirle que podía hacerlo solo y sólo le quedó abrir la boca y masticar mientras se moría de amor por él.

Una vez terminó de comer, le preguntó a Camiel -¿Qué hace mi familia mi amor?-

-Están en la sala- Mirando a la nada con preocupación, completó en su cabeza.

-Quiero bajar a la sala- Le pidió.

-No, descansa, ellos están bien-

-Yo también, lo juro, quiero verlos para que sepan que estoy bien y no se preocupen-

-David ya les dijo que estás bien, además ellos hablaron con el doctor- le dijo Camiel tomando su mano y besándola. -Descansa-

-Camiel, sólo quiero sentarme en el sofá y hablar con ellos, estaré bien, sé que estás preocupado pero de verdad estoy bien- Dijo acomodando la mano que había besado alrededor de la que anteriormente lo había sostenido, lo tomó de su muñeca y besó su palma, arrastrandola para dejarla reposando en su mejilla.

-El doctor dijo reposo absoluto y voy a hacerle caso- Camiel movió su mano, la que Daniel había puesto en su mejilla, acariciandolo aún con la mano de Daniel encima.

-Está bien, dejaré que me cargues hasta la sala ¿Eso no es sobre esforzarme cierto? Estaré más tranquilo cuando hable con ellos- Camiel suspiró y Daniel supo que lo había convencido.

Daniel se levantó de la cama pero inmediatamente volvió a sentarse, apenas se había puesto de pie sus piernas comenzaron a temblar, como cuando se hace un ejercicio de resistencia y el músculo pide a gritos un descanso. Camiel se dió cuenta y tomándolo en brazos le preguntó.

-¿Dónde quieres ir?-

-Al baño, necesito lavarme la cara y los dientes- Camiel lo dejó en el lavamanos, que era lo suficientemente espacioso como para que Daniel ahí sentado pudiera hacer lo que había planeado, cuando terminó inmediatamente Camiel le pasó una toalla para secarse y luego volvió a alzarlo en brazos diciéndole -¿Y ahora a dónde?-

-Al tocador- Le respondió, usar a Camiel como medio de transporte no era tan malo, pensó. Camiel lo dejó en la silla del tocador y aunque tuviera respaldo no se separó de su lado, viéndolo arreglarse, viendo como se ponía rubor para ocultar su palidez, brillo de labios, acomodarse el cabello.

-¿Listo?- Le preguntó al ver que terminaba. Daniel asintió y Camiel lo llevó a la sala donde aun estaba su familia reunida.

Al llegar Daniel notó la ausencia de David y le pidió a Matt que por favor lo llamara a la sala. Camiel lo dejó sentado en el sofá y luego se acomodó a su lado. Matt apareció y detrás de él David, Matt se sentó al lado de su Alfa, entonces aprovechando que David se había quedado mirándolo con la misma cara de preocupación que todos le tendió la mano y lo invitó a sentarse a su lado, de modo que Daniel quedó en medio de su esposo y su hermano mayor adoptivo.

Tomó la mano de Camiel y entonces tomó aire para darse valor, había estado postergando tanto tiempo ese momento, pero aun así no tenía el valor suficiente para abordar ese tema tan difícil, pero sí quería dejar todo lo malo atrás y mejorar de verdad tendría que afrontarlo y saber las cosas que lo estresaban, ya no podía evitarlas más. Apretó la mano de Camiel y la de David y comenzó a hablar.

-Yo... Yo no quiero hablar de esto, pero tengo que hacerlo, ya no puedo postergarlo más, me he estado diciendo que sólo he buscado el momento adecuado, pero es una mentira, la verdad es que no he tenido el valor, pero tengo que saber para poder dejarlo atrás-

-Daniel- Lo llamó Camiel. Pero Daniel no lo miró y sólo dijo.

-Está bien- Y le apretó la mano más fuerte. -¿Qué pasó con exactitud el día en que los secuestraron?- Esa pregunta fue una bomba, era la ley de causa y efecto, representaba ese sólo día que le había cambiado la vida a toda su familia, era el día y las cosas que sucedieron después de que terminara.

Todos estaban en silencio, sabía que Camiel no estaba de acuerdo con tocar el tema justo en ese momento, pero no hacía nada por interrumpir nada y él lo agradecía enormemente, le había costado mucho hacer la pregunta, y aun así nadie contestaba, así que tuvo que insistir. -Ese día nos cambió la vida a todos, fue tan radical, más que un cambio drástico y he estado preguntándome tantas veces lo mismo desde que sé que están vivos, incluso desde antes, cuando pensaba que estaban muertos, he estado preguntándome por qué y alguno de ustedes tiene que decirme qué fue lo que pasó, tienen que decirmelo todo, porque me he imaginado cosas horribles y aunque no sé nada imaginarmelo me estresa más que saberlo-

Fue su padre el primero en hablar -El día en que fuimos a dejar a Matt en la base, un camión nos interceptó, nos sacó del camino, de él salieron hombres vestidos de negro, eran demasiado para nosotros y nos inmovilizaron pronto, aunque corrimos al bosque ellos eran más que nosotros, me encargué de darle tiempo a Matt para correr y luego no recuerdo más, cuando desperté habían un montón de luces blancas en mi cara, tu madre no estaba por ningún lado, no podía moverme, sólo sentir, me pinchaban, cortaban, al principio me golpeaban, me dieron duchas heladas, no estuve consciente jamás el suficiente tiempo para preguntarme nada, me drogaban y volvían a golpearme, me descolocaron un par de huesos, pero no tuve la suficiente conciencia para pensar, cuando me rescataron y pude recolocar las piezas en mi cabeza supe que había pasado, me nunca antes quise matar tanto a alguien, recuerdo que gritaba llamando a su madre desesperado, golpeando al que me impidiera levantarme, también preguntaba por ti y por Matt, pero nadie sabía nada, hasta que pude ver a tu madre y David me aclaró la situación de ustedes, entonces pude calmarme- Daniel miró a David, él estaba más implicado en todo de lo que había pensado, y Dios, su padre hablaba de huesos desencajados como si fueran nada, sabía que era su forma de decir que le había dolido como el infierno, al verlo tan bien en frente de él lo tranquilizó, podía imaginarse como fue para él lo que había descrito pero el verlo bien le quitaba la preocupación,aun así se preguntaba si tendría pesadillas en la noche .

Su madre tomó aire y comenzó a hablar -Para mi fue casi lo mismo, no fue tan malo como para tu padre, no recuerdo haberme despertado nunca, pero cuando fuí consciente estaba ahí, rodeada de personas, recordaba que habíamos sido secuestrados así que entré en pánico y golpee a los médicos que nos atendían después de ser rescatados... Darme cuenta del tiempo que había pasado sin que siquiera me diera cuenta fue muy duro, ver a su padre me calmó mucho, pero no dejaba de preocuparme por ustedes, hay algo que ustedes niños nos saben de su madre, y esque yo también fuí militar, pero lo dejé, dejé ese trabajo por una vida más tranquila, pero antes de conocer a su padre yo me pasé años como una militar, y me sentí tan asqueada de que todos esos años de preparación no fueron nada, no sirvieron para proteger a mi familia, y fue desconcertante no saber dónde estaban mis hijos, que había pasado con ellos, si Matt había conseguido escapar o si habían ido por Daniel a la casa- Su madre rompió en llanto y su padre la abrazó. Ella pareció recobrar la fuerza y terminó diciendo -Pero luego llegó David y me dijo lo que mis hijos estaban bien y entonces todo fue mejor-

Matt supo que había llegado su turno para hablar así que se aferró al cuello de su Alfa y dijo llorando -Dios, no quiero hacer esto- a su oído.

Zachary le acarició la espalda diciendo en susurros -Tranquilo, no tienes que hacerlo si no quieres-

-Tengo que hacerlo, tengo que hacerlo, quiero dejarlo ir pero no puedo decir todo-

-Sólo di lo que quieras contar.- Matt, respiró profundo un par de veces y luego habló con la voz estrangulada -Yo sólo puede escapar de ellos durante dos días, entonces me encontraron y...- Aspiró de nuevo -Ellos me hicieron caminar mucho, caminamos durante muchos días casi sin descanso hasta llegar a una cabaña, entonces me ataron, ellos me ignoraron por un tiempo, me daban poco comida y poco agua, hasta que un tipo llegó y me cortó la piel con una navaja, entonces dijo algo que no entendí y se fue, fue cuando entonces los demás tipos empezaron a golpearme y a abusar de mí, me torturaron... -La voz se le rompió y comenzó a llorar cubriendo su rostro con las manos- Zachary lo abrazó desde atrás con fuerza, apretándolo contra su pecho -Cuando me desperté en el hospital no recordaba nada, sólo estaba muy herido y nervioso... Lleno de cicatrices, después de muchos días Daniel apreció diciendo que era mi hermano, Dios Daniel, nunca te dí las gracias por haberme quitado todas esas cicatrices, no sabes lo mucho que hiciste por mi ese día, si ahora recordará lo que pasó y tuviera que ver esas cicatrices al mismo tiempo ya me habría suicidado- Soltó Matt, la cruda verdad. Sintiendo un escalofrío Zachary lo apretó más fuerte. Sabía que Matt se despertaba en la noche por las pesadillas, él encendía la luz y buscaba heridas y se tranquilizaba solamente cuando al abrir su camisa veía sólo fina piel sin una sola marca, entonces era cuando aliviado dejaba que él lo pusiera en la cama y se dormía de nuevo. -Perder la memoria fue duro- Siguió Matt, sintiéndose reconfortado por su Alfa -Pero, fue más duro verlos a ustedes tan agotados y recordar todo de golpe... Dijo dirigiéndose a sus padres. Pronto Matt sonrió entre lágrimas - Gracias de nuevo Daniel, estoy muy feliz de estar de nuevo con toda nuestra familia, de estar aquí en este momento- Dijo para después refugiarse en el cuello de su Alfa.

-Yo tampoco te dí las gracias, Daniel, y te agradezco tanto, si Matt está ahora bien he intenta superar todo es gracias a la oportunidad que nos diste, Gracias- Le dijo sincero Zachary.

Daniel hacía mucho que ya había comenzado a llorar, alarmado por la declaración de su hermano ante la idea del suicidio supo que a pesar de todos los problemas que le había causado haberse desangrado aproposito lo haría de nuevo, lloraba y se le rompía el corazón de sólo de pensar en que el lugar que ahora ocupaba Matt junto a su Alfa en el sillón de su casa estuviera en ese momento estuviera vacío, gracias al cielo y a pesar de ese gran golpe toda su familia permanecía completa, sin ninguna pérdida, gracias a Dios habían tenido la oportunidad de reunirse y permanecer unidos de nuevo. Las cosas habían sido difíciles para todos, pero ahí estaban, juntos, completos, eso era lo que de verdad importaba.

Daniel aspiró para poder preguntar -¿Por qué? ¿Quién fue el responsable de esto? ¿Que hicimos nosotros?- Otras de las preguntas que no había podido responder. -¿Cómo hicieron para hacerlos pasar por muertos? Por qué nadie se dió cuenta y quién los rescató, porque si nadie sabía... ¿Cómo?- Formuló sus preguntas.

Su padre miró a Camiel, este lo miró de vuelta, ambos se comunicaron con la mirada, en una conversación.

"¿No le contaste?"

"Por supuesto que no"

Daniel miró a su padre, quien miraba a Camiel, entonces Daniel se apartó para mirar a su esposo y buscar con la mirada respuestas en él, como todos los demás presentes.

Camiel supo que tenía que hablar y aunque no tenía ganas comenzó a relatar la larga historia -Cuando me dí cuenta de la anemia de Daniel a causa de el extraño episodio donde le curó a Matt las heridas con su sangre comencé a sospechar, eso no era para nada normal, así que con la ayuda de David le sacamos una muestra de sangre sin que él sospechara-

-¿Cuándo?- Preguntó Daniel sin recordar nada de eso ¿Cuando le habían sacado sangre a él?. Miró a David en busca de una explicación.

David miró a Camiel con una expresión que decía "A mi no me metas" pero como Camiel no decía nada más y Daniel no dejaba de mirarlo con su ceja alzado tuvo que contestar.

-Fue antes de ir a misión, te dije que era obligatoria- Daniel tuvo la sensación de que eso había pasado.

Camiel siguió hablando mirando a Daniel -No necesitábamos las pruebas de laboratorio teniendo como prueba a tu hermano y lo rápido que lo habías sanado, sabíamos lo especial que era tu sangre, así que empezamos a actuar con cautela y empezamos a pensar en lo que le había sucedido a tu familia y lo relacionamos. Abrimos una investigación, David y yo nos turnabamos para investigar y cuidarte. Sólo era una sospecha pero pensabamos que quién hubiera interceptado a tu familia estaría detrás de ti también, hasta ese momento el hecho de que tus padres aún estuvieran con vida sólo era una hipótesis, pero luego comprobamos que realmente si estaban vivos en alguna parte, pero no teníamos un nombre ni un lugar, sospechamos de mis tíos porque ellos fueron los que llevaron a cabo las transacciones fúnebres y por otras razones, pero al investigarlos descubrimos que no tenían nada que ver y dimos por cerrado todo cuando tu mencionaste a mi tío Klaus, no se me había ocurrido pensar en él, pero él encajaba con lo que buscaba a la perfección, el doctor había mencionado que tu habilidad podía ser heredada, tal vez de algunos de tus padres y busqué quién había estado el suficiente tiempo con alguien como para poder notar algo así, pensé en tu padre y recordé que él fue antiguo compañero de mi tío, de nuevo era sólo una sospecha, pero al investigamos dimos en el blanco, él era el responsable de todo, de lo demás se hizo cargo David.- De esa forma tan educada Camiel le cedió la palabra.

-Nos organizamos con diferentes grupos, unos de asalto y otros de recopilación, entramos en una base subterránea y fue cuando rescatamos a tus padres, desafortunadamente el responsable de todo esto se voló los sesos antes de ser atrapado-

Eso debió ocurrir antes y después de haberse casado, David y Camiel, ellos habían estado investigando todo y él jamás se dió cuenta ni sospechó de nada, impresionado los miraba a ambos.

-¿Cómo hicieron para pasarlos por muertos? ¿Cómo nadie se dió cuenta cuando no habían cuerpos que recoger ni mucho menos enterrar?- Les preguntó Matt.

-Hubo mucha gente que lo sabía, pero esa gente había sido comprada, les pagaron para decir que habían recogido y preparado los cuerpos, por decir que los habían visto, por decir que los habían metido en los ataúdes, con tanta gente diciendo que era verdad al final nadie sospechó- Le respondió Camiel - Todo estaba perfectamente planeado para que pasara de la manera en que querían. Si tenían cuerpos no habría nadie a quién buscar y por lo tanto no habría nadie haciendo demasiadas preguntas-

-Lo lamento- Se disculpó Daniel -A todos nos dijeron que sus cuerpos habían quedado irreconocibles y no me dieron muchos detalles de cómo habían sido atacados, pero aun así yo no sospeche de nada y cómo no quería verlos desfigurados y destrozados no se me ocurrió abrir... -

-Está bien- Le dijo su padre -Nadie lo habría hecho, por respeto, y tampoco creo que te hubieran dejado, así que está bien, no pienses en eso- Le pidió.

-Daniel hijo- Dijo su madre -Lo que tu padre, Matt y yo hemos querido saber todo este tiempo es qué pasó contigo- Ellos ya habían hablado con Matt sobre lo que había pasado, lo habían hecho cuando lo vieron por primera vez desde el incidente, cuando él recordó. Pero aún no sabían que había hecho Daniel en todo ese tiempo, sólo unas pocas cosas, como que había estado en la base, se había casado y tenido un hijo, que era hacer mucho en poco tiempo.

-Dios- Dijo Daniel -No sé por dónde empezar- Dijo sonriendo por fin.

-Empieza desde el día en que todo cambió- Le pidió su padre ¿Qué había sido de su frágil y delicado hijo desde ese día? pensarlo le agitaba el estómago de la preocupación.

Daniel pensó un poco, ¿Cuándo había iniciado todo para él? Desde el día en que llamaron a su puerta para darle aquella mala noticia, se dijo -Era muy temprano cuando llamó el señor Albert a la puerta para decirme la noticia, y luego un segundo después estaba en una sala de velación frente a dos féretros, recibiendo pésames, y luego enterrandolos... La organización se encargó de todas las transacciones fúnebres, lo que hasta ahora agradezco porque de verdad yo no sabía que hacer en ese momento, sé que voy a sonar tonto pero hasta ese momento yo jamás había pensado en la muerte, ni en el papeleo, ni los arreglos para velar ni enterrar a nadie, ni siquiera sabía que decirle a la gente que me daba sus condolencias y los tíos de Camiel tenían que responder por mi. Creo que nunca me sentí tan solo en mi vida... No fue hasta que les pusieron tierra encima hasta que me di cuenta de realmente me había quedado solo, y supe la diferencia entre estar solo y sentirse solo. No sabía que hacer, estaba aterrado, antes llevaba una vida sobreprotegida en una burbuja rosa donde mi única preocupación era el que iba a ponerme y de pronto estaba completamente perdido y solo, sin saber que hacer, pero pensaba que aún había esperanza de encontrar a Matt, era lo único que me quedaba, yo mismo quería salir a buscarlo, pero no sabía por dónde empezar, no sabía nada de rastrear, no podía hacer nada, pero como no quería quedarme sentado a esperar noticias le pedí a los señores Rosen que me llevaran con ellos a la base, por supuesto se negaron pero los convencí, y sí terminé viviendo en un pequeño cuarto de la base, iniciando mi entrenamiento en un grupo que apenas había terminado la fase de preparación y, perdonen que lo diga de esta manera pero, algunas personas de la base son una mierda- Toda su familia se quedó sorprendida, uno de los cambios de Daniel era ese, el uso de malas palabras, antes no tenía ningún tipo de palabra vulgar en su vocabulario pero al parecer ya las tenía. -Cuando comencé mi entrenamiento lo hacía todo mal, de verdad no sabía cómo hacer ningún ejercicio bien, ni siquiera podía correr al nivel de ellos, no podía tocar mis pies, ni hacer un split perfecto, no podía hacer ni una flexión de brazos porque no podía soportar mi propio peso, realmente era muy malo en todo, pero esa gente que me tocó como grupo eran unos hijos de puta malos en general. Se burlaban de mí todo el tiempo y me golpeaban también siempre que tenían oportunidad, cuando habían peleas de contacto no me dejaban levantarme del suelo y en la noche ya podía contar todos los morados que tenía, se aprovechaban, y los instructores eran más bastardos que todos, me criticaban diciendo lo mal que lo hacía pero jamás me decían cómo podía mejorar, sólo me gritaban o me mandaban a una chancha a correr vueltas por ser un inepto- Daniel suspiró. Recordar eso lo enfadaba mucho porque en un principio pensó que todo lo que ellos le hacían tenía justificación, pensó que se lo merecía por ser tan débil y llegar de aparecido a un grupo que realmente se había esforzado por estar allí, que ellos tenían razón, él era un inepto, pero cuando llegó David y vió que realmente podía mejorar, cuando David ya le había enseñado a ser el mejor y a vencer a todos comprendió lo mal que habían estado todos ellos con él, ellos simplemente se habían aprovechado porque estaba indefenso, no porque lo hiciera mal. -Perdón por quejarme ahora con ustedes sobre eso- Dijo algo avergonzado.

-¿Y quien dirigía ese grupo hijo? ¿Cómo se llamaba?- Le preguntó su padre interesado.

-La verdad es que no recuerdo el nombre de nadie, creo que no era un grupo, sólo eran novatos preparándose para ingresar a los grupos, total ya no importa, no voy a verlos nunca más- Dijo Daniel.

-De verdad ¿No recuerdas el grupo o de nadie?- Le preguntó ahora Camiel.

-No, la verdad, no me interesaba socializar mucho con ellos la verdad, yo no les agradaba y ellos tampoco a mi-

-No se preocupen- Dijo David -Yo sé quienes son todos- Sabía que querían, ellos querían venganza, él también la quería así que había recolectado los nombres de todo los abusivos y los había guardado esperando la oportunidad de obtenerla, y al parecer la obtendría, con un padre y un esposo furiosos eso era seguro, miró a Matt y a su Alfa, y también a la única mujer de la sala, también un hermano, un cuñado y una madre, al parecer todos querían hacer justicia con sus propias manos por Daniel, y todos podían ocultar muy bien su ira interior.

-Y sigue contando hijo ¿Qué pasó después?- Pidió su madre.

-Luego conocí a David- Lo miró y sonrió. -¿Recuerdan lo que me dijeron sobre no hablar con extraños? Con David rompí esa regla, y es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida, todas las cosas buenas que me pasaron desde ese día tienen que ver con David, creo que por eso lo amo, es como mi amuleto de la buena suerte- Dijo alzando la mano que tenía aferrada hasta su boca para dejar un beso en el revés de su mano- Camiel se puso tenso y David se sonrojó. -David fue amable conmigo cuando estaba muy solo, él me enseñó todo lo que sé sobre pelear, en tiempo record me hizo un arma mortal para los demás, me enseñó a protegerme, y hubo un momento en que pensé que jamás volvería a sonreír de nuevo, pero él me hizo sonreír con una frase vulgar, por él aprendí a decir groserías y también me dió a probar de su cigarrillo, por un tiempo David fue la única persona que tuve apoyándome, me escuchó y me ayudó a mejorar, pero eso no fue todo, fue él quien me dijo que ya habían encontrado a Matt, de no ser por él jamás me hubiera enterado, gracias a ti David pude pasar la seguridad del hospital- Le dijo - noqueaste a un guardia, no, fueron dos, a uno le pegaste en la cabeza y al otro le diste una patada voladora- Recordó con una sonrisa -Fue David realmente quien me permitió curar ese día a Matt. Y la larga lista de cosas que hizo por mí todavía no acaba allí, él se convirtió en alguien muy importante para mi con el tiempo, como un hermano mayor me cuido, me dió un lugar donde quedarme, me dejó quedarme con él en su departamento en la base, me alimentó, me dió shampoo y compartió su cama conmigo, me dió un hogar, literalmente me adoptó, también me dió un plan para hacer que Camiel se casara conmigo, remodeló su departamento para que yo pudiera cocinar a gusto, me hizo un soldado y me incluyó en su equipo de investigación, me llevó de misión al bosque dónde me que quitó ese vampiro de encima, estuvo conmigo tranquilizandome cuando mi lobo desapareció y por si fuera poco organizo mi boda, eligió bien mi vestido de novio y me llevó al altar. Y ahora me entero que también ayudó a rescatar a mis padres, David es un ángel, incluso ahora me ayuda con Liam, no sé que sería de mi si tu no hubieras aparecido para darme valor, estoy realmente agradecido, eres el mejor hermano mayor que alguien podría tener, te quiero mucho- le dijo a David, besando su mejilla.

¿Quién hubiera pensado que David podía sonrojarse tanto?. Camiel por su parte le jaló la mano para llamar su atención, Daniel sonrió, sabía que estaba celoso -No me he olvidado de ti- Por supuesto que iba a hablarle a su familia de Camiel. -Siento que parece que he resumido todo, pero no es así, quiero hablarles de mi relación con Camiel y de cómo comenzó, que es bastante complejo, la verdad. Camiel y yo nos conocimos cuando yo tenía seis años, y fue entonces que lo reconocí cómo mi Alfa, sé que pensaran que no es posible porque sólo tenía seis, pero algo dentro de mí lo sabía. A pesar de terminar siendo vecinos entre nosotros realmente nunca se dió la oportunidad de conocernos, mi vida y la de él no coincidían, y los años pasaron sin que ninguno se acercará a más de diez metros o más de él otro, pero meses atrás cuando ustedes fueron a visitar a Matt entre Camiel y yo se dió la ocasión de encontrarnos y sucedió lo que tenía que suceder, pero a diferencia de mi, que lo reconocí enseguida apenas lo ví Camiel no me reconoció, y como estaba comprometido con Zac no iba a dejarlo, por mí, que ni siquiera era su tipo, yo era lo contrario a lo que él buscaba y lo que había ocurrido conmigo ese día sólo era un error para él en ese momento.- Daniel sonrió, de nuevo su familia lo miraba mal -Se que como empezó nuestra historia no es la mejor manera, pero tienen que saber todo para comprender, escucharme antes de juzgarlo- Le pidió Daniel a su familia - Ni Camiel ni yo tenemos la culpa de que las cosas se dieran de esa manera, simplemente fue así, fue el destino. Camiel no me reconoció como su pareja destinada porque no podía hacerlo, no porque no quería. Saben que yo toda mi vida he querido formar un hogar, tener la típica familia tradicional con muchos hijos, ser ama de casa, ese tipo de cosas, mi personalidad hogareña definitivamente no es del estilo de alguien con la vida que llevaba Camiel, él quería a alguien fuerte, como Zac para tener descendencia- Tuvo que aguantarse las ganas de fruncir el ceño como siempre que hablaba de eso y en su lugar puso la cara más pacífica que podía dar -Así que su clara elección en ese momento era Zac, y nadie puede culparlo, sin poder reconocerme como su pareja él simplemente eligió lo que cualquier Alfa que ama su trabajo en la base haría, buscar a alguien que entienda su pasión por el trabajo, una persona activa y de acción. Así que simplemente lo dejé ser, para ese momento yo no estaba seguro de nada y pensaba que tal vez me había equivocado y sólo me había imaginado reconocerlo, no voy a mentir, tenía el corazón destrozado pero ¿Qué podía hacer yo? No se puede obligar a alguien a reconocerte.

Luego los secuestraron y me mudé a la base. El grupo de asalto de Camiel fue el grupo de búsqueda que encontró a Matt, pero él no sabía que era mi hermano, así que la siguiente vez que lo ví fue en el hospital, claro que no hablé con él porque ese día me moría de la ira- Recordó. -Gracias a que el plan de David funcionó Camiel y yo llegamos a un acuerdo que nos beneficiaba y complacía a ambos, un acuerdo que por supuesto no se cumplió porque yo lo hice romper todas la reglas- Sonrió complacido -En realidad hicimos un acuerdo que, para nada fue lo que hicimos, ninguno de los dos se iba a conformar con menos que con todo, y poco a poco empezaron a surgir los problemas, quiero decir, mi dependencia por él, ustedes no se alcanzan a imaginar el alivio que me dió el por fin tenerlo a mi lado, él saber que contaba con él, porque no me sentí del todo bien hasta que él empezó a salir conmigo, cuando estaba con él era la única manera en la que dejaba de pensar en todo lo que había perdido, porque sólo pensaba en él. Me sentía muy cansado y quería tenerlo cerca todo el tiempo, él también tuvo problemas, como una especie de síndrome de abstinencia por mi que no lo dejaba hacer bien su trabajo, pero su mayor problema era yo. Yo quería estar con él todo el tiempo, pero él no podía, en ese tiempo David estaba también muy ocupado y sin ninguno de los dos me sentía muy solo, así que empecé a deprimirme cuando Camiel salía a hacer su trabajo y yo me enojaba con él por preferir su trabajo antes que a mi, lo que no era nada cierto, yo lo sentía así en ese momento pero ahora sé que era una exageración mía, en ese tiempo mi cuerpo empezó a cambiar, emm... -No quería decirle nada de eso a sus padre pero tenía que dar detalle para que entendieran -Mi piel perdió sensibilidad, ese tipo de cosas, y mi dependencia de él se había vuelto muy marcada, así que en una ocasión salí a buscarlo mientras trabajaba y lo ví hablando con Zac, y ataque a Zac, lo lancé al suelo y lo amenacé, luego me enojé con Camiel por preguntarle si estaba bien... Es que, la cosa estaba tan mal que ataque a alguien y ni siquiera me arrepentí después. Camiel para él momento aún no podía reconocerme como pareja, creo que para él sólo era un Omega con el cual había hecho un trato. Las cosas estaban bastante mal entre nosotros en esos momentos, entonces fue cuando empeoraron más, perdí mi olfato y mi olor a Omega, luego me dí cuenta que no podía transformarme, así que estaba aterrado y no dejaba de llorar porque pensaba que si no era un Omega Camiel iba a dejarme, tenía mucho miedo porque no quería que Camiel me dejara, porque no soy estúpido, un Alfa no se interesa por nadie que sea un Omega y todo el tiempo me estaba atormentando con el hecho de que Camiel buscara a un Omega de verdad, uno que si oliera a Omega y que pudiera transformarse y darle hijos, no como yo, que sólo representaba una cosa, infertilidad, para mi era seguro que me dejaría, pero en lugar de eso Camiel me marcó. Él decidió no abandonarme aun cuando no era seguro que yo pudiera tener a sus hijos, la verdad es que cuando pienso en ese momento me parece que fue irreal, Camiel no estaba seguro aún de que yo fuera su Omega, yo sólo me comportaba como un problema para él, era muy estresante con él, no lo niego, y aun así formó un enlace conmigo y lo hizo basándose solamente en lo mucho que le gustaba y en lo mucho que lo amo, es decir, confió lo suficiente en mis sentimiento para crear un vínculo tan importante conmigo. Cuando me marcó creo que fue uno de los días más hermosos de mi vida, y entonces supe que así solo le gustara nadie le iba a gustar más que yo, al día siguiente supimos de la existencia de Liam, quién ya tenía meses en mi barriga- Daniel sonrió feliz recordando ese momento, los ojos le brillaron más -Estaba tan feliz que todos los riesgos que el doctor mencionó sobre tenerlo no me importaron, es que yo tenía parte de mi sistema reproductor algo dañado, también tenía anemia, no podía curarme al cortarme y el riesgo de un aborto por falta de energía y una hemorragia interna eran altos, como Liam había sido concebido fuera de la marca y fuera del celo su embarazo requería mayor energía, pero yo no podía dársela, estaba demasiado débil, por eso mi lobo había desaparecido, para darle su energía a Liam y a mi y de esa forma conservar a mi hijo, lo habíamos agotado. Al día siguiente de ese día me casé y Camiel me trajo a esta casa que construyó para mi y para nuestro futuros hijos. Mi embarazo no fue fácil, estaba más cansado que ahora, hasta el punto que no podía moverme y Camiel tenía que hacer todo por mi, luego Liam nació y todo salió muy bien. Desde que Camiel y yo empezamos a ser una pareja cuando hicimos nuestro trato Camiel siempre ha cuidado de mi, lo amo, él me ama, y juntos hemos pasado por mucho. Camiel hizo realidad todos mi sueños, creamos nuestra propia familia, construyó para mi esta enorme casa, es primo de David y está junto a mi. Ahora mi lobo aún no ha regresado, pero estoy bien porque Camiel está conmigo, si no, sería una historia diferente... Sé que ustedes lo miran muy mal, tal vez porque creen que Camiel me tiene secuestrado o no sé que razón loca se les ocurre, pero no es así, es al contrario, él puede salir pero no lo hace porque yo le pido que no lo haga, así que básicamente lo tengo cautivo en su propia casa, y es muy vergonzoso admitir esto pero soy un celoso de primera, o al menos en esta etapa, como creo que se dieron cuenta con el episodio de la repartidora del domicilio, maldita- Dijo lo último más bien para sí -Desde que todo esto comenzó he sido realmente desconsiderado con Camiel y él ha sido muy tolerante conmigo y me ha apoyado sin importarle las situaciones absurdas que creo en mi mente, como el hecho de que pienso que Matt lo mira mucho y no debería hacerlo- Confesó más que apenado, Matt lo miró con incredulidad y Zachary lo miraba como analizando la situación. Daniel sonrió a modo de disculpas y le dijo -Perdoname Matt pero no puedo evitarlo. ¿Entienden? En estos momentos no me controlo muy bien y no puedo convencerme a mí mismo de nada y lo peor es que no me había dado cuenta de lo loca que era mi manera de actuar si no hasta hace muy pocos días, que fue donde por fin noté todo este ambiente tan tenso que hay entre ustedes y Camiel, y creo que Camiel no se merece eso cuando ha sido tan lindo conmigo. Sé que en el futuro es posible que sea de nuevo un irracional, pero quiero que sepan que es por el momento que estoy pasando, porque hasta que no me recupere y mi lobo regrese esas cosas seguirán pasando. Aun así quiero dejar muy en claro que amo a Camiel más que a nadie y Camiel me hace muy feliz, David ahora es mi hermano mayor, menor, ambos, creo, y me gustaría que ustedes como parte de mi familia los quieran también, también quiero que se queden un tiempo más, me gustaría que llegaran a relacionarse más con Liam, sé que no lo hacen porque él es muy tímido, pero aun así él necesita formar un vínculo con ustedes, además creo que para poder asimilar que el hecho de que estén vivos es verdad los necesito cerca, no quiero obligarlos a quedarse y si tienen cosas que hacer o arreglar puedo entenderlo, pero a mi me gustaría que se quedaran conmigo.-

-Daniel, ni tu madre ni yo estamos pensando en irnos de aquí hasta que estés bien, y ya decidimos que lo mejor para Matt y para ti es que permanezcamos juntos por un tiempo, como tu dices tenemos que integrarnos los unos con los otros, tanto Matt como tu necesitan estar en familia y afortunadamente esta casa en lo bastante grande y con un bosque como para que nadie se sienta asfixiado, así que vamos estar un tiempo aquí por el bien de ustedes dos y la tranquilidad de los demás.- Dijo su padre.

Daniel asintió -Ahora que todo está aclarado ya puedo estar más tranquilo.- Y cambiando de tema agregó - Y creo que faltan muy pocas horas para cenar ¿Por qué no pedimos a domicilio?- Todos lo miraron serios haciéndolo sonreír -No se preocupen, estaré arriba con Camiel para cuando llegue el pedido- Les aseguró -Además tengo sueño ya, quiero dormir un rato-

Camiel no necesitó más y yo llevó en brazos de nuevo hasta la cama, dónde se acostó con él y lo acompañó hasta que llegó la hora de cenar.

A la mañana siguiente Daniel se despertó temprano, Camiel seguía durmiendo pero él lo despertó para tener sexo mañanero, algo le había enseñado que había que aprovechar el momento cuando se daba. También ese día salieron juntos a pasear a Liam con David y Camiel aprovechó para convertirse en lobo y estirar los músculos.

En los días siguientes al paseo matinal de Daniel con su cachorro fueron sumándose varias personas hasta llegar al día donde lo acompañó toda su familia, y el tranquilo paseo se convirtió de alguna forma en la rutina de todos.

En la casa todos se turnaban para cocinar y hacer la limpieza, así que Daniel no tenía que esforzarse por demás, aunque realmente extrañaba cocinar y añoraba hornear un pastel.

Daniel empezaba a pasar más tiempo al aire libre porque además de sus paseos cuando ninguno tenía deseos de cocinar simplemente pedían a domicilio y luego todos se iban a almorzar afuera en picnics geniales dónde todos la pasaban bien, o eso hasta que los Alfas, David y ocasionalmente su madre y Matt, decidían hacer competencias de pelea, al parecer la pelea estaba corriendo por sus venas. Camiel no se sumaba porque era obvio que le ganaría a todos así que se quedaba sobre la manta con él y Liam, observando, al parecer el organizar peleas entre la familia sería tradición familiar, todos eran muy competitivos.

La vida de Daniel era placenteramente calmada, pero de alguna forma todos los días se arreglaban para resultan diferentes, una tarde estaba con su madre mimando a Liam, la otra con su hermano haciéndose las uñas, o los tres poniéndose mascarillas para suavizar la piel. David y él se ponían a charlar, mientras que Camiel, Zachary y su padre jugaban cartas, ninguno quería invitar a jugar a David porque esté de alguna forma siempre ganaba y nadie sabía cómo, o así era hasta que David le contó que hacía trampa y le enseñó cómo hacerlo.

Daniel también había descubierto que Zachary era una persona muy agradable y junto a él habían cocinado la cena muchas veces, le había sorprendido mucho que él supiera cocinar y que además lo hiciera tan bien, pero luego cuando le contó que su padre era chef entendió porque sabía tanto, cocinar y hablar con él al mismo tiempo era muy entretenido, Zachary tenía siempre alguna anécdota graciosa que contarle y lo hacía reír mucho, luego su hermano Mattt llegaba aparentando no estar celoso y sin interrumpir se sentaba a escucharlo también y terminaba riendo al igual que él. Se sentía más fuerte, y más seguro, y sabía que se debía a que por fin podía vestirse como quería, con sus amados zapatos altos y sus hermosos vestidos, como él aún no se sentía lo suficiente seguro para salir su madre le había hecho el favor de comprarle ropa y cosas necesarias, y ahora no sólo estaba más hermoso si no que también tenía más confianza. Todos los días se levantaba y acostaba temprano, estaba lleno de energía, podía encargarse de su bebé, atender a su Alfa, y compartir tiempo con su familia, la vida era bastante buena para él.

Camiel apenas había terminado de ayudarle a Matt cortar una madera que él estaba empecinado en convertir en un mueble, ya estaba oscureciendo y quería estar con Daniel a solas un rato antes de la cena, hacer el amor si era posible.

El lobo de Daniel aún no había vuelto, pero Daniel se veía saludable y feliz, y eso era todo lo que él necesitaba para estar tranquilo. Su hermoso esposo estaba rebosante de dicha y nada era más placentero para él, no importaba si era gimiendo en su cama desnudo rodeado de sabanas o con sus vestidos tan elegantes y su cabello biena arreglado rodeado de su familia, Daniel definitivamente era feliz y estaba dichoso con su vida, con la vida que tenían. Él a veces lo miraba y se preguntaba cómo se las había arreglado para poner ese brillo satisfecho en su mirada, se preguntaba cómo había hecho él para darle todo lo que quería, y se contestaba que Daniel era una persona sencilla que para ser feliz sólo necesitaba ser amado, y él lo amaba, mucho. Aún no sabía si eso que hacía que le latiera el pecho cuando lo miraba o le sonreía era amor, o que las ganas que le entraban de tomarlo al verlo inclinarse o agacharse y resaltar sus redondas nalgas era sólo lujuria, o que toda la posesividad que sentía por él era sólo eso, la necesidad de conservar sólo para él a Daniel, tampoco sabía si el querer protegerlo y hacer todo por su bienestar, o hacer de su felicidad la propia era amor. Pero él se había dicho que al mezclar todo lo que sentía por Daniel y experimentarlo a un mismo tiempo como a veces le sucedía tenía que serlo, se daba a si mismo el poder para poder llamar lo que sentía por él amor. Amaba a Daniel, y no sería capaz de querer a nadie como lo quería a él, nadie le gustaría como le gustaba él, porque sólo él era así de hermoso y seductor.

Se asomó al cuarto de Liam y sólo vió a sus suegros jugando con él, sonrió pensando que no tardaba Liam en huir.

Caminó hasta su habitación dónde buscó a Daniel, lo vió en el balcón con las puertas abiertas de par en par, recostado en la baranda mientras miraba el atardecer, cerró la puerta con llave y caminó con sigilo hasta él, cuando lo alcanzó lo recostó contra su cuerpo empezando a acariciarle a conciencia las caderas y a besar su cuello. Daniel ladeó la cabeza para darle mayor acceso completamente derretido a sus atenciones, sintiendo la dureza de camiel contra él.

-¿Estás pensando en mi?- Le preguntó Camiel por molestarlo, ya sabía que si.

Daniel gimió un si, pero cuando Camiel comenzó a levantar la tela de su vestido rompió el hechizo de seducción en el que lo había sumido y Daniel se apartó. Camiel le sonrió y lo observó como un depredador a su presa, así que Daniel corrió hasta la cama, dónde Camiel lo atrapó y comenzó a desvestirlo con una rapidez que sólo se obtiene con la práctica, besándolo y tocándolo por todas partes.

-Muy mal Daniel, no puedes admitir que piensas en mi con esa voz y luego huir, sólo huir de mí está muy mal-

Daniel le respondió con un gemido, para luego decir suplicante -Camiel, para, tenemos que hablar, tengo algo que contarte, es importante-

Camiel aspiró su olor y con todo su autocontrol se detuvo -Dime cielo- Le pidió dispuesto a escucharlo.

-Creo que estoy embarazado- confesó sonrojándose después.

Camiel pensó un poco, tendría que consultar con su médico sobre los posibles riesgos de ese embarazo, miró a Daniel quien esperaba con mirada ilusionada una respuesta de su parte, con sus mejillas sonrojadas y esos labios tan carnosos y seductores. No le contestó nada porque de inmediato sin poder resistirse empezó a comérselo a besos, Daniel perdió la poca concentración que tenía pero aún así escuchó lo que Camiel decía claramente mientras este se deshacía de su ropa interior.

-Quiero un niño rubio como tú, aunque si no es rubio, lo intentaremos de nuevo-

Ambos podían estar en paz, sabían que si estaban juntos todo iba a salir bien.


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