Primera Misión.

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La semana entera fue casi un paraíso para ambos. Camiel por fin pudo volver a la normalidad y hacer su trabajo como era debido y Daniel, bueno, Daniel puedo dormir como foca al sol. La rutina que habían adquirido en tan poco tiempo los complacía a ambos, se levantaban a las cuatro y media, se duchaban (por separado obviamente) luego Camiel se iba a hacer su rutina de ejercicios matutinos mientras que Daniel se iba a la habitación de David para preparar el desayuno, esto no agradaba mucho a Camiel, no entendía porque su omega se tenía que levantar tan temprano para ir a la habitación de alguien mas, pero no decía nada ya que Daniel se veía muy feliz de ir a prepararle el desayuno cada día al humano, en el transcurso de la mañana Camiel entrenaba a su grupo y Daniel se tiraba en la cama a charlar o a jugar a las cartas con David hasta que fueran las siete y este tuviera que reunirse con su grupo, David estaba muy ocupado últimamente con el levantamiento de su suspensión y sólo le quedaba tiempo para comer y regresar al trabajo.

Daniel estaba bastante lejos de sentirse solo, él mismo no se permitía sentirse así, aunque cada vez que recordaba a sus padres se ponía triste porque los extrañaba mucho y aun no asimilaba del todo que ya no volvería a verlos estaba decidido a no dejar que la tristeza lo envolviera, sabía que sentir dolor era sano en un periodo así y también sabía que aunque se deprimiera a la medida de su dolor nada podría cambiar los hechos, sus padres ya no estaban, y para el caso lo mejor era recordarlos con todo el amor que les tenía y echarlos mucho de menos, de cualquier forma era lo único que podía hacer. La mañana para Daniel estaba completamente llena de cosas que hacer, y cocinar era una de ellas, se había pasado las mañanas de esa semana preparando postres y muchas galletas, cuando ya estaban listas se arreglaba y iba a visitar a su hermano en la clínica para verlo y de paso darle algo de lo que hubiera preparado, en sus visitas había tenido la oportunidad de charlar con su cuñado y cabía mencionar que le había parecido un buen Alfa. En dos semanas más su hermano sería dado de alta y por seguridad su Alfa lo sacaría del país, esta noticia no le había sentado nada bien ya que Matt era la única familia que le quedaba, pero aun así no dijo nada y decidió aprovechar mejor las semanas con su hermano, después de todo Matt tenía derecho a hacer su vida, era algo que tarde o temprano tendría que ocurrir... Sentía un miedo enorme, porque no quería que apartaran de su lado a las personas que amaba, que para el momento sólo eran tres, encabezando la lista estaba Camiel, luego su hermano y no menos importante David, pensaba que los quería a todos infinitamente, a Camiel lo amaba, y no pensaba dejar que nada se los arrebatara, no sabría que haría si alguno de ellos desaparecía, porque de alguna manera sentía que ellos era lo único que tenía en esos momentos. luego de visitar a su hermano salía a correr por un sendero que daba al bosque, luego paraba en un prado verde para beber agua y practicar yoga, sentía que desde que estaba con Camiel se había puesto algo perezoso para la actividad física, por eso necesitaba gastar algo de su mucha energía y ya que no podía gastarla en lo que realmente quería, que para el caso era sexo con Camiel sólo le quedaban estas dos actividades, con respecto a eso no pasaban de besos fogosos y toqueteos indiscretos, pero eso era todo, Daniel no permitía que se tocaran por debajo de la ropa, esa era su nueva regla. Luego de esto cuando ya eran casi las once volvía corriendo a su edificio, se duchaba y empezaba a preparar el almuerzo, antes de las doce David llegaba a almorzar, apenas terminaban este le ayudaba con los platos mientras él guardaba en los recipientes el almuerzo de Camiel, luego los dos bajaban juntos hasta la recepción, donde lo esperaba Camiel pacientemente, David dejaba a Daniel en manos de Camiel, se despedía con un beso en la mejilla y se iba sin más. Camiel y David jamás se hablaban, lo único que hacían era alzar el mentón a modo de saludo como diciendo "Que tal" Al menos la tensión había bajado mucho entre ellos, Camiel ya no sentía ganas de rasgarle la garganta cuando le daba ese beso en la mejilla al Omega y eso era algo positivo. Camiel se iba acostumbrando a besar brevemente a Daniel en los labios cada vez que se encontraban a petición de este, no era algo que le importara mucho y no veía porque no, luego Daniel se prendía de su brazo y caminaban de esa forma hasta el edifico de Camiel, una vez en su apartamento Daniel le desempacar el almuerzo y se quedaba con él mientras comía, para Camiel era algo incómodo ser el único que comía mientras que Daniel lo observaba fijamente con una mirada de adoración en el rostro, también lo molestaba el hecho de que fuera su Omega quién lo alimentara y no al contrario, una vez intentó decirle a Daniel lo que pensaba sobre esto, este reaccionó muy mal, le dijo que no apreciaba lo que hacía por él y que era un machista de lo peor y también lloró un poco, no le quedó de otra que calmarlo inexpertamente diciéndole que no era importante y si eso era lo que quería hacer por él no iba a poner ningún problema, también se excusó diciendo que él era un alfa muy tradicional y era por eso que se sentía incómodo, Daniel acabó con el berrinche, sabía sobre el orgullo Alfa y lo entendía perfectamente, pero eso no evitó que se saliera con la suya. Después del almuerzo era como si la cama llamara a Daniel, inmediatamente se lanzaba a ella mientras que Camiel lavaba los platos y segundos después caía dormido, Camiel lo dejaba descansar, aunque a ciencia cierta lo que más deseaba era empotrarlo contra esa cama hasta que perdiera la conciencia, estaba sexualmente frustrado, para él no tener sexo todo ese tiempo era una tarea difícil y la idea de violarlo era tentadora en demasía pero pensaba respetar su decisión de no tener relaciones aunque eso le hiciera enloquecer de las ganas que le traía. A petición de Daniel ponía la alarma para las seis en punto antes de irse, que Daniel durmiera tanto lo ponía en alerta.

Daniel se levantaba con la alarma del despertador, se lavaba la cara y salía para preparar la cena para David, este llegaba a las siete, cenaban juntos, David lavaba los platos mientras que él empacaba la cena de su amor, preparaba sus cosas y volvían a irse, David estaba trabajando hasta la madrugada, era una temporada agotadora para él, por eso Daniel le preparaba varias meriendas para que las comieran en esas largas horas. De nuevo David dejaba a Daniel en manos de Camiel, ya que durante toda la semana estuvo durmiendo con él. Las noches con Camiel eran bastante buenas, charlaban, veían películas juntos, películas que Daniel elegía claro, y se mimaban, mucho, pero nada más allá, luego de nuevo ambos se levantaban a las cuatro y media y la rutina empezaba de nuevo. Ambos estaban muy cómodos el uno con el otro, y la semana fue perfecta, lastimosamente acabó.

Los problemas empezaron cuando David dejó de estar tan ocupado y Daniel por fin pudo volver a la rutina de entrenamientos que tenían, es más, ahora que por fin hacía parte del equipo de investigación de David la rutina era más pesada todavía, ya que tenía que sacar tiempo también para leer archivos lo bastante engorrosos y largos como para marearse. El tiempo con Camiel que de por sí ya era poco rebajó drásticamente a sólo unos minutos a teléfono en el día ya que Camiel también estaba muy ocupado entrenando con su equipo para una misión, los días de quedarse a dormir con él y tener tiempo para cocinar habían acabado, y a ninguno de los dos le daban espacio ni para respirar.

Y ahí estaba él, muerto del cansancio, no había visto a Camiel en lo que le parecía una eternidad, no lo había visto en nueve días y ya no podía más, tenía que verlo pero al mismo tiempo sabía que no podía, probablemente él estuviera igual de cansado que él y era demasiado tarde para llamarlo. La última vez que lo había visto había sido el domingo de la semana anterior, se había quedado a dormir con él y ambos habían dicho sus planes para la semana, Camiel le había comentado sobre su apretada agenda para los siguientes días debido a la misión y Daniel le contó que ahora tenía mucho que leer... Aunque no le había dicho para qué y él no había preguntado, suponía que era una verdad dicha a medias, pero no podía decirle a Camiel que él estaría en una misión de rastreo, no podía arriesgarse a que protestara y se enojara, porque sentía que se iba a enojar mucho cuando se enterara, por eso era mejor que no lo hiciera, total, para cuando terminaran con la misión Camiel aún estaría en la suya y no había forma de que lo supiera.

Las cosas eran agotadoras, ahora que hacía parte del equipo de David tenía que entrenarse y pelear con más personas, y gracias a que David lo había entrenado bien se podría decir que él pateaba traseros, literalmente. las personas que estaban en el equipo de David eran muy amables y eran buenas personas, o eso hasta que se convierten en tus enemigas, y eso lo había podido comprobar muy bien. Había un ejercicio en el campo de entrenamiento, se trataba de separar en parte iguales al grupo y luego hacer que los dos equipos se pelearan, pelear con varias personas a la vez era más agotador todavía , por eso tenía que apoyarse en sus compañeros para no recibir palizas, era un buen ejercicio, doloroso sí, pero también efectivo. En la tarde lo había hecho arrastrarse por un charco de agua sucia, su cabello era un desastre y su manicure, ni hablar de su manicure, no temía ensuciarse las manos pero no quería andar con mugre en las uñas, por eso después de haber lavado su cabello con shampoo y acondicionador y sentirse de nuevo como persona, se había hecho la manicure, sin importar que al día siguiente probablemente tuviera que hacerla de nuevo... ¡Aunque maldición! De nada servía si al final se comía el esmalte... Tenía demasiadas ansias y una de ellas tenía nombre propio CAMIEL. Quería verlo.

-¿Por que no lo llamas? - Soy transparente, pensó, David se había dado cuenta.

- Está dormido-

-¿No dijiste que serías considerado con él? -

-Buen punto- Tomó el teléfono rápidamente y marcó.

-Daniel ¿Puedes bajar?- Le preguntó Camiel.

-Sí, ya voy - rápidamente se puso una bata los zapatos y salió.

Cuando bajó no lo pensó dos veces antes de saltar a sus brazos y besarlo con todas sus ganas, Camiel le respondió de la misma forma. Alivio, es era la palabra exacta para explicar todo.

-Quería verte- dijo Daniel sin aliento, no se había dado cuenta de lo mal que se sentía sin él hasta que lo vió. Camiel por su parte había sido más que consciente de la separación tan abrupta, pero sabía que las cosas seguirian de esa manera hasta que no terminaran la casa que estaba construyendo y pudiera casarse con él, no había de otra, era terminar la casa o terminar la casa, porque no iba a dejar que baja ninguna circunstancia Daniel volviera a su casa, no quería dejarlo solo, allí no había nadie que pudiera protegerlo mientras él no estaba, y ya tenía previsto que cuando se casaran tampoco habría nadie cuidándolo mientras él trabajaba, era fastidioso querer estar encima de una persona todo el tiempo, era tedioso preocuparse tanto por la seguridad de alguien, no podía evitarlo. Tenía a una empresa de construcción de gran prestigio fabricando su casa en las veinticuatro horas del días, trabajadores haciendo relevos de día y de noche y supervisores verificando que todo fuera y estuviera en su lugar, el proyecto iba tan rápido como podían, no salía nada barato pero la situación lo ameritaba así, según tenían estimado la casa no tardaría más de diecinueve días en estar terminada, era una fabricación de calidad hecha en tiempo récord, en menos de un mes. Se suponía que tenía que calmarse y dejar que eso no lo estresara pero desde que había decidido estar con Daniel sentía que tenía todos los enigmas del universo por resolver y uno de esos era ¿Qué haría una vez se casara con él? No tenía ni el más remoto deseo de dejarlo solo en casa, desconfiaba hasta de las futuras paredes que seguramente no estaban levantadas aun, también y más importante tenía que descubrir quién estaba detrás de la muerte de sus suegros y el secuestro de su cuñado. Su instinto le gritaba que no podía dejará Daniel sin protección no podía dejar que nada le sucediera, ni siquiera quería dejarlo solo en un lugar tan seguro como lo era la base, tal vez estaba volviendose paranoico pero si algo malo le ocurría... Sabía que corría el riesgo de descontrolarse y enloquecer, era seguro que la bestia no desaprovecharía esa oportunidad. ¿Cómo era que ahora tenía tantos temores? Apretó a Daniel contra él con más fuerza enterrando la nariz en su cuello.

-Cariño, no es que me queje pero, me está apretando con demasiada fuerza- Le hizo saber, Camiel soltó el agarre, aunque no se disculpó.

-Mañana tendré que salir de misión y no regreso dentro de nueve días o más- Le informó -Ese humano, ¿Estás arriba?- Daniel se sorprendió de que preguntara por él ¿Por qué lo hacía? ¿Quería saber si estaba en la habitación para tener sexo de despedida allí? Era una conclusión demasiado pervertida para su gusto pero no se le ocurría otra razón.

-Sí, está arriba ¿Por?- No ocultó su curiosidad.

-Ven subamos, me gustaría hablar con él- A Camiel no le agradaba el plan pero era lo correcto. Daniel por su parte se alarmó ¿Era posible que se hubiera enterado de que él también tenía una misión y por eso iba a reclamarle a David?.

De esa manera llegaron a la habitación y a la situación más tensa en la que los tres hubieran estado.

-Me gustaría hablar con usted afuera- Empezó Camiel -A solas- Dijo mirando a Daniel, los nervios de este se situaron en su garganta.

-Está bien- Aceptó David, también extrañado, aunque sospechaba que el tema que Daniel quería tratar tenía que ver con la misión, ya se preparaba mentalmente para una ardua discusión y tal vez una pelea con golpes. Ambos se fueron al pasillo y se alejaron del departamento dejando a Daniel allí.

Camiel se preparó para por primera vez en su vida pedir algo, no era nada fácil de hacer, de hecho dudaba que su boca pudiera hablar en ese momento, el orgullo lo impedía.

-¿De que quería hablar?- Lo incitó a hablar. Ya no había vuelta atrás, aun así no tenía a nadie más a quién pedirle el favor, no confiaba en nadie, tampoco es que confiara en él pero el hecho que David hubiera protegido e instruido a Daniel mientras él no estaba decía mucho de él, pensaba que aunque fuera un humano podría ser un protector temporal de fiar.

-Voy salir de misión y no regreso en varios días- Empezó -No quiero dejar a Daniel sin vigilancia-

-¿Vigilancia?- David sentía que empezaba a enojarse ¿El idiota desconfiaba tanto de Daniel como para ponerle vigilancia?¿Temía que Daniel lo engañara?. -¿Desconfía tanto de Daniel?- Preguntó haciendo que su voz no delatara su indignación, Daniel era la persona más lealmente estúpida que conocía, había preferido pasar por los dolorosos celos solo con tal de no traicionar a su Alfa y ¿El idiota desconfiaba de él?.

-No- Contestó secamente, pudo ver el enojo en los ojos de David, de alguna forma lo aliviaba que defendiera a Daniel hasta en algo tan insignificante como lo era una mala interpretación suya. -Lo que quiero es que lo mantenga vigilado por cuestiones de seguridad- El enojo se disipó de la mente de David ¿Cuestiones de seguridad decía? Acaso...

-¿Daniel está en peligro?- le preguntó.

-No lo sé, pero hasta que yo no esté seguro de que no es así Daniel no debe quedarse sin protección-

-¿Qué lo hace pensar que puede estar en riesgo?-

-Los hechos, según tengo entendido usted es de investigación ¿no? piense, el asesinato de sus padres, el secuestro de su hermano ¿Eso no lo hace sospechar? No creo que todo eso fuera por venganza-

-Hay cosas que no cuadran, es pude notar, pero ¿Eso pone a Daniel en lista de riesgo? ¿Qué lo hace pensar que así es?-

-Instinto, me baso por eso, quiero pedirle que cuide de él mientras no estoy y a poder ser no despegue su vista de él, hay que ser precavidos-

-Su sangre... - Murmuró David.

-¿Cómo dice?- ¿Había escuchado bien? ¿David también había notado ese detalle?. David se acercó más a él y hablo en voz baja.

- La sangre de Daniel fue capaz de cerrar las heridas de su hermano, Daniel cree que lograr algo así es normal para la sangre Omega, pero no es así, los Alfas tienen un proceso de recuperación más rápido que el de los omegas... En los Omegas el proceso de reparación por contacto de sangre en una herida es del dos por ciento y aunque la sangre directa de un Alfa sobre una herida ayuda en un cuatro por ciento de curación, es decir, ayuda dos veces más es realmente la saliva Alfa la que es en un 100% efectiva según la herida. Pero con Daniel no fue así, él prácticamente se desangró, yo vi el reporte médico de su hermano y las heridas eran profundas, aun así Daniel las sanó en un 100%... Daniel realmente puede estar en peligro, si alguien llega a enterarse que él... - ¿Cómo no lo había notado antes? Todo lo que necesitaba para sacar esa conclusión estaba ante sus ojos, pero es que jamás había pensado en los padres de Daniel y los motivos para ser asesinados, jamás había sentido la necesidad de unir piezas, ahora temía por él.

-Nadie se va a enterar, Daniel podría ser el camino a un mundo libre de muertes por heridas de gravedad, la cura a todas las enfermedades del mundo, las puertas a un mundo de eterna juventud, de inmortalidad, si alguien lo llega a saber lo querrán como conejillo de indias, y tuve un bago indicio de lo que será para él al ver lo que le hicieron a su hermano-

- ¿Cree que hay que ponerlo sobre aviso? Daniel estuvo por ahí, solo, sin... - Las estadísticas de que algo le pudo ocurrir mientras andaba solo por la base eran bastante altas, casi hacían que su cabeza quisiera volar de la preocupación.

-¿A que se refiere? ¿Dónde estuvo Daniel solo?-

-Estuvo por la base, solo, le gusta ir a correr por el sendero al bosque, no me preocupé porque sé que puede cuidarse muy bien solo, pero si se trata de una ataque masivo... -

-¿Que no estuvo contigo toda la semana anterior? - Preguntó alarmado, saber que Daniel anduvo sin protección lo hacían sentir como un irresponsable.

-Me refiero a la semana antes de que empezaras a prepararte para tu misión, tenía que salir y Daniel gastaba su tiempo libre yendo a correr, me refiero a eso, él andaba tranquilamente sin saber del peligro, hay que decirle, ponerlo sobre aviso-

-No, no hay que preocuparlo, no al menos todavía, hay que estar seguros primero, hay que encontrar la forma de sacarle una muestra de sangre, mi medico de confianza, el señor Colman también sospecha sobre el tema y se ofreció a analizar su sangre, sólo necesita una muestra, no sé cómo pedirsela sin parecer sospechoso, sé que Daniel tiene anemia por pérdida de sangre ¿podría utilizar eso para sacarle una muestra?-

-Lo haré, voy a...- En ese momento Daniel salió del departamento, temía que se agarraran a golpes pero se calmó al ver que todo estaba bien, sólo hablaban, la pregunta era ¿De qué?.

-Lamento haberlos interrumpido, es que temía que se pelearan- dijo sincero.

-Descuida, no estábamos ni cerca- Lo tranquilizó David -Yo voy a dentro- Avisó, luego miró a Camiel bajando el mentón a modo de despedida.

Cuando David hubo entrado Daniel no perdió el tiempo en colgarse del cuello de su pareja, quería estar pegado a él el mayor tiempo posible -¿De que tanto hablaban ustedes dos?-

-Vas a tener que preguntarle al hu... -Por poco y lo llamaba"El humano" como siempre, lo mejor era llamarlo por su nombre -David - Se corrigió a tiempo.

-Oh, y ahora lo llamas por su nombre- dijo para molestarlo -¿Pasó algo delo que no me dí cuenta?-

-Sí, pasó mientras dormías- le devolvió el favor.

- Oye, ¿Me estás llamando perezoso? Para tu información ya no duermo en la tarde, no he tenido tiempo ¿me oyes? hago cosas tan productivas como las que tu haces-

-¿Y qué cosas son esas? ¿El manicure?- Dijo algo burlón, le gustaba hablar con él, es que tenía una manera de hacerlo hablar tan particular, primero lo pinchaba con ironías y sarcasmo, luego lo retaba a devolverle las burlas e insultos blancos, con Daniel había hablado más que con cualquiera, Daniel lo hacía hablar.

Lo miró entrecerrando a los ojos, no podía creer que le hubiera dicho eso-Ja ja ja, que chistosito te has puesto, pues no, no es el manicure, es más importante. Ahora estoy en entrenamiento en grupo,es más difícil que individualmente, si uno falla todos lo hacen ¿Sabias que es difícil hacer que un grupo se coordine y siga órdenes?- Le preguntó realmente emocionado, pero cuando miró a Camiel su rostro enrojeció.

-No me digas,¿En serio? te juro que no lo sabía- Ya no era sólo el tono burlón, también se había sumado una media sonrisa.

Rayos, había olvidado que Camiel dirigía a su propio equipo, cielos, ahora seguramente pensaría que era un lento sin memoria ¿Cómo había podido olvidar algo así? la mejor manera de ocultar su vergüenza era picandolo de nuevo.

-Ah, había olvidado que tu eras el capi de tu propio grupo, ¿Cómo pude olvidar la razón por la que eres tan mandón?- Provocó el Omega.

-No lo sé, tal vez porque analizabas lo complicado y difícil que era para ti coordinarte con tu equipo ,es normal, no te avergüences, es que no todos son tan buenos como mi grupo- Respondió a la provocación el Alfa.

-Seguro que los pobres es tan casi sordos por los gritos que les das para que atiendan ¿No?- Señaló lo que para él era un hecho.

-No es necesario gritar cuando me tienen tanto miedo- Se jactó Camiel.

- Ah, había olvidado el miedo que nos das a todos, eres el coco de los hombres lobo- Se burló de su afirmación mordiéndole el hombro, como contradiciendolo.

-Jaja- Una pequeña risita se escapó de él, no tenía respuesta para eso así que le pellizcó una nalga en represaría- Tienes respuesta para todo ¿no es así ?- Daniel estaba demasiado ocupado olfateando su cuello como para responder, él estaba haciendo lo mismo pero con su cabello -¿Por qué prácticas en grupo ahora?- Daniel se demoró en contestar.

-David piensa que no está de más, es un entrenamiento pesado pero divertido-

- La vez que te vi pelear con David me sorprendí, no quiero que recibas golpes por ningún motivo-

-No recibo golpes-

-Caer contra el suelo es recibir un golpe Daniel, no quiero nada así para ti, no quiero tener que lastimar a alguien por un malentendido ¿entiendes? -

-¿Qué clase de malentendido?-

-Cuando te vi pelear aquella vez y él te atacaba pensé en golpearlo hasta la muerte - Ok, entonces nada de lastimarse o dejar que alguien lo lastimara, no quería un muerto en la conciencia.

-Está bien, no voy a lastimarme ni a dejar que alguien lo haga ¿Está bien? Ahora abrázame-

-¿No te estoy apretando muy fuerte?-

-Me gusta... ¿A que hora te vas?-

-En seis horas-

-Deberías ir a dormir, estarás cansado para la misión-

-De todas formas no podré dormir-

-¿Quieres que pase contigo la noche hoy? Así estarás más descansado-

-Me gustaría, ve a decirle a David que vienes conmigo.- Daniel entró, tomó el celular, las llaves, le dió un beso de buenas noches a David y salió, todo lo que podría necesitar ya estaba en el departamento de Camiel.

Esa noche durmieron abrazados, ambos estaban cansados y al estar tan tranquilos ninguno tuvo problemas para dormir. Camiel despertó horas después a Daniel para despedirse de él con un beso, prometiéndole que se verían de nuevo en nueve días, pero sería antes.

Sucedió así que al día siguiente David llevó a Daniel con el doctor de Camiel con la excusa de que la prueba de sangre era reglamentaria, el doctor que estaba sobre aviso le había dicho a David en privado cuando tuvo la oportunidad que en unos días estarían listos los resultados.

Al día siguiente él y todo el equipo salían a misión, era una misión sencilla, sólo tenían que ir por unos documentos de suma importancia, era información confidencial y ya que el propietario de esa información se rehusaba a ir hasta la base tendrían que ir ellos en un viaje de cinco días, de ida y vuelta. Se marcharon dos camionetas llenas de agentes para cumplir esa misión, nunca se estaban de mas la precausiones y más cuando se corría el rumor de que el camino al lugar a dónde iban estaba infestado de licántropos. Más de ocho horas en una camioneta volvían loco a cualquiera, por eso cuando se les avisó que tendrían que ir a pie ya que el camino no daba para los vehículos se sintió aliviado, cada uno tomó su mochila y comenzó la marcha, antes cuando estaba en el auto temió que en cualquier momento empezaría a vomitar, para ser sincero estaba más que mareado, nunca había estado tanto tiempo en un auto. David parecía indiferente, de hechos le pareció verlo dormir, cuanto lo envidiaba. Tuvieron que caminar mucho a un ritmo constante, pero aunque estaba cansado y los pies le comenzaron a doler no se quejó "El ejercicio es salud" se repetía mentalmente, finalmente cuando llegó la noche eligieron un lugar tranquilo para acampar, ya seguirían el camino al amanecer, ayudó a armar carpas mientras los otros conseguían leños y hacían fogatas, eran doce en total, el era el único Omega, el resto eran betas, Alfas y humanos, entre los humanos estaban dos chicas, chicas duras. Aunque eran de géneros y especies diferentes todos actuaban con normalidad, trabajaban bien en conjunto, nadie protestaba, el equipo se dividió en dos, unos descansarían las primera horas y otros harían de vigías durante parte de la noche, luego harían relevo, de esa forma nadie se agotaba demasiado, una vez ya estaba armando el campamento temporal todos comenzaron a comer... Comida horrible, eran básicamente cosas secas y barras energéticas que proporcionaban carbohidratos y proteínas para quemar, y agua, la dulce bebida de la vida. Cada persona llevaba su propia carpa consigo pero David había dado la orden de sólo armar seis carpas, a pesar de que eran doce personas en total no eran necesario armarlas todas ya que la mitad del grupo estaba haciendo guardia alrededor del campamento, de hecho las dos chicas humanas estaban subidas en altos árboles atentas a cualquier movimiento inusual con sus binoculares nocturnos ¿Porque las chicas? Fácil, por el peso, al ser las más livianas era más sencillo para ellas subirse en árboles cuyas ramas podían ceder con alguien demasiado pesado.

Daniel entró en su tienda, se quitó las botas y se masajeó los pies, le dolían aún, luego muy a su pesar se las puso de nuevo, era una regla tener que dormir con ellas, si ocurría cualquier eventualidad tendría que verse obligado a salir corriendo a ayudar, tenía que estar preparado para todo. Se acostó incómodo, aunque la tienda contaba con una pequeña colcha plegable de piso aun podía sentir la incomodidad del suelo. Minutos después David entró en su tienda y se acostó a su lado.

-¿Estás bien?-

-Sí, lo estoy ¿Tú?-

-Perfectamente, esto es difícil ¿Sabes? ¿No tienes alguna queja que hacerme?-

-Sí, la comida deshidratada es horrible-

-Jaja Sabía que terminarías por quejarte por eso ¿No estás cansado?-

-Sí... Pero no puedo dormir bien, para eso necesito a Camiel, por cierto ¿Me dirás de qué hablaron?-

- Las cosas con el pose... - Ya no podía decirle el poseído, no podía seguir cayendole tan mal cuando se mostraba tan protector con Daniel -Las cosas con él te están saliendo bien, me pidió que te cuidara mientras él no estaba- Dijo la verdad a medias.

-¿Eso hizo? Aw, se está portando bien últimamente -

- Suena como si fuera tu mascota-

-Jaja, no tonto, me refiero al hecho de que me respeta, se que está loco por tener sexo pero aun así no se queja conmigo por no complacerlo, hace lo que le pido y acepta mis condiciones-

-Sigue sonando como tu mascota, del tipo le haces shiish y se calma jaja, oye ¿De verdad no están teniendo sexo? ¿Eso es normal?-

-Si, no tenemos sexo desde que nos hicimos pareja, se supone que hasta que pasen cuarenta y cuatro días no podremos -

-¿Por qué? y más importante ¿Cómo rayos pueden controlarse si duermen juntos? digo, si fuera yo... Jaja ni te cuento-

-No tenemos sexo porque él está castigado-

-Esto confirma mi teoría de que es tu mascota, hablas de él como si lo fuera-

-No es mi mascota, sólo no quiero acostarme con él-

- Entonces no tiene nada que ver con el hecho de que él está castigado, sólo que tu no quieres intimar ¿Por qué?-

- Tengo miedo, sé que es idiota porque ya me acosté con él, pero no quiero que nuestra relación se base solamente en eso ¿Entiendes? Me gusta como va nuestra relación, nosotros solo hablamos, nos estamos conociendo mejor, ahora sé que habla como cinco idiomas y que no escucha música, también sé que no le gusta lo dulce y estoy seguro de que él también aprende cosas de mi-

- Entonces es algo constructivo... Aun así sigo sin entender como hace él para no violarte - Dijo sincero.

- Oye, el conoce algo llamado autocontrol -

-Eso no existe entre las parejas -

- Por supuesto que sí, mis padres... Ok, ellos no son un buen ejemplo- Dijo al recordar todos esos momentos bochornosos que lo habían hecho pasar, trauma.

- Jajaja seguramente pasaste momentos muy incómodos, jaja ya, cierra los ojos y pretender dormir, tal vez así te duermes-

-¿Vas a dormir aquí?-

- Si ¿no te incomoda verdad?-

-Para nada, me agrada, empezaba a sentir frío-

David se le acercó y le dijo -Hueles bien-

Casi cinco horas después alguien silbó, era la señal de un relevo, a Daniel le había costado dormirse y también levantase, David quiso convencerlo de que se quedara en la carpa descansando pero él no quiso, no quería ser una molestia para todos. El tomó el puesto de una de las chicas humanas, al ser un Omega pesaba menos que el resto del equipo. Tuvo que usar un arnés de seguridad y el equipo de escalar para llegar arriba del árbol, aunque sus ojos lobunos aprovechaban más la luz eso no significaba que pudiera ver en la oscuridad, por eso tuvo que usar los binoculares nocturnos, y así estuvo varias horas, todos en total silencio, alertas, cuidando a los que dormían.

A las cuatro y algo, faltando poco tiempo para el amanecer el con los binoculares detectaron algo inusual.

-Cordón azul a Banner ¿Me copia?- Se refería a David el líder en clave, estaban hablando por una línea abierta lo que significaba que todos los que tuvieran esa línea podían escuchar. Todos estaban distanciados, para cubrir mejor el área, David se encontraba al otro lado de su posición.

-Aquí Banner, le copio-

-Hay movimiento a un unos seis metro de mi posición, cambio-

- Entendido, Luz verde y Mycrof, vayan a inspeccionar- Se refería a un humano y un Alfa que eran los más cercanos a la posición del Omega.

-Entendido- Contestó una voz, eso hizo que se tranquilizara un poco. Pudo ver a los chicos caminando sigilosamente hacia el lugar, su corazón empezó a palpitar rápido, el movimiento que había detectado se detuvo de pronto, los chicos se detuvieron a unos dos metros del lugar.

-Es un ciervo, cambio- Ah, sólo era ciervo, que bien, pensó. De pronto el ciervo se movió a la izquierda y pudo verlo, pero... Ese no era el lugar del movimiento, el lugar del movimiento era como a unos dos metros a la derecha... -No es el ciervo, es más a la derecha, a unos dos metro a la derecha del ciervo- De pronto tenía mucho miedo.

-¿Qué? - Habló el humano - ¿No es el ciervo?-

-Estén alertas, me dirijo hacia allí, León y Pirata cuiden de mi posición- Les pidió David, se suponía que no debía abandonar su puesto pero ahora tenía que verificar que nada le ocurriera a Daniel, había empezado a correr cuando se escuchó un gritó, eso lo hizo correr más rápido -León haz sonar el silbato -Ordenó, el silbato sonó despertando a todo el campamento. -Luz verde, Mycrof, ¿Qué ocurre? ¿Quién gritó?- Preguntó al llegar donde los agentes.

-Lo siento, nos arrojaron un animal muerto, me sorprendió. Había algo entre la maleza, saltó hacía el follaje de un árbol, no vimos bien que fue- David vió una animal pequeño todo ensangrentado en el suelo.

-Listón azul ¿me copia? listón azul... Listón azul... -Daniel no le contestaba -¿Daniel?- De inmediato se dirigió corriendo hacia el árbol donde él estaba -¿Daniel?

- Aquí estoy, hay algo como un murciélago enorme en la copa de un árbol, me está mirando... -

-Baja de ahí, rápido Daniel.- Lo apresuró.

-Entendido- Era la primera vez que veía algo así, era como un humano horriblemente calvo con alas de murciélago, ensangrentado, era muy aterrador. Unos chillidos se oyeron y luego sonaron unos disparos.

-Banner, eran vampiros, los matamos- Le informó Luz verde.

-Todo el mundo atento- A lo lejos otro chillido y otro disparo. -¿Qué fue eso?-

-Se arrojó un vampiro desde un árbol, señor-le informó una chica

-¿Divisan más?-

-Negativo- Respondieron los que estaban vigilando el lado sur.

-Reporto movimiento sospechoso por este lado- le dijo Pirata.

-Voy enseguida- Miró a Daniel el cual había estado descendiendo del árbol lentamente, suponía que ya estaba bien porque le faltaban sólo unos pocos metros para que tocara el suelo, además ya habían matado a la amenaza más próxima.

A Daniel sólo le faltaban dos metros, unos miseros dos metros para tocar tierra pero de repente sintió que algo saltó a la parte superior del gran árbol donde estaba haciéndolo perder el equilibrio, descendió bruscamente y se raspó el costado con una rama que rompió con su cuerpo, la única razón por la cual no siguió cayendo fue porque se aferró a la cuerda de escalar con fuerza, se oyeron unos disparos a unos metros, miró hacia arriba, no veía nada más que lo que parecían ser ramas y follaje, le ardió el costado cuando empezó a descender, por fin tocando el suelo sintió que tiraban de su cuerda por lo que como pudo la desató de su cintura, se alejó unos metro cuando escuchó a algo aterrizar en el suelo, no iba a ponerse a mirar lo que era, estaba demasiado asustado como para gritar siquiera. Intentó correr pero lo lanzaron al suelo, entonces no teniendo más opción volteó para ver a su atacante, en lugar de levantarse y correr sólo pudo voltear y quedarse mirando, gran error, con la luz mortecina del amanecer pudo vislumbrar la silueta del ser enorme que pensaba era el mismo que había visto con los binoculares sobre la copa del árbol, y se acercaba cada vez más, en un parpadear ya lo tenía sentado sobre su estómago, mirándolo con ojos que reflejaban un brillo verde en la oscuridad, no lo atacaba, no hacía nada más que atemorizar. Su respiración era lo único que podía escuchar, se quedaron ahí lo que le pareció una eternidad, mirándose ¿Porque no lo atacaba? Y él ¿Porqué no se defendía? Sabía como hacerlo, pero... Alzó la mano intentando tocarlo a riesgo de que se la arrancara, el ser lanzó un chillido dolorido y se lanzó a un lado bajándose de su abdomen, fue entonces cuando pudo ver a David, se sentó de golpe y fue cuando entendió lo que había pasado, David le había lanzado un cuchillo al ser, la pobre criatura se retorcia del dolor intentando quitar el cuchillo de su espalda, para el momento ya había un poco más de luz de sol.

-Daniel, apártate -Le pidió mientras le apuntaba al ser con un arma. ¿Esa cosa realmente había querido matarlo? ¿Y si no? ¿qué era lo que estaba a punto de hacer?.

-No... Espera-

-Daniel que te apartes-

-No, espera un momento David- No sabía lo que estaba haciendo o lo que intentaba hacer -N-no quería matarme-

-Daniel, es un vampiro y te matará como le des la oportunidad, apártate-

-No, creo que si hubiera querido matarme lo habría hecho, tuvo mucho tiempo, incluso hasta pudo hacerlo mientras aún estaba en el árbol, David, sólo espera un poco-

-¿Esperar a qué? ¿A que te mate? Apártate de una vez- Le ordenó.

-No, esperar a que se me ocurra algo... -De pronto vió la cuerda de descenso que utilizó antes. -Alcánzame esa cuerda-

-¿En que estás pensado? No te vas a acercar a esa cosa-

-Que me pases la cuerda -Le exigió, David se rehusó, sabía que no había de otra, se acercó más al vampiro, saltó sobre su espalda para inmovilizarlo, fue muy difícil porque sus alas de murciélago se batían, cuando logró tener en un mismo lugar sus brazos y sus alas, le exigió de nuevo a David que le pasara la cuerda, a este no le quedó de otra que hacerlo, es más, le ayudó a atar al ser, que después de que Daniel le sacara de un tirón el puñal que David le había lanzado al hombro se quedó quieto, se curó después de media hora.


Todos en el campamento estaban mirando al ser a plena luz del día, ahora estaba amarrado a dos árboles, con los brazos y piernas separadas para verlo mejor, incluso sus alas estaban

separadas con ayuda de cuerdas, seis en total.

-No es un vampiro normal, sus alas y brazos van por separado, usualmente la membrana de las alas están por debajo de los brazos, no en alas propias... -Decía un chico Alfa que parecía saber del tema. -Sus manos, a pesar de las garras que tiene son como manos normales, sus piernas y pies, aunque sus dedos sean alargados tiene un cuerpo demasiado humanoide, creo que de no ser por sus alas tendría todo la estructura ósea de un ser humano-

-Pense que era más grande cuando lo ví, pero sólo eran la ilusión que dan sus alas extendidas, no creo que mida más de uno cuarenta-Dijo David.

-Es extraño, los que vinieron con él no son como él, son más grandes, brazos más largos que piernas, membranas debajo de los brazos, nariz puntiaguda, ojos pequeños y juntos a la nariz, cresta en la cabeza, orejas grandes, agresivos... Aunque sus pieles sean similares no encajan, para nada-Dijo una chica.

-El fue el primero en llegar, pensé que lo habían matado cuando escuché los disparos y empecé a descender, pudo matarme pero no lo hizo, ¿Porque él es diferente?- Dijo Daniel fijándose en cómo la criatura tenía la cabeza gacha, parecía que la luz le molestaba en demasía.

-Tal vez sea algún tipo de evolución- Dijo una chica - A los viejos científicos de la base les gustará saber de este-

-Seguro, será un conejillo de indias, la harán un disección y... -

-¿Eso harán?- Preguntó Daniel preocupado.

-Seguramente, a esos cerdos les encanta torturar en nombre de la ciencia - Contestó David.

-David no podemos dejar que eso pase, él, es especial, hay que protegerlo-

-¿Es especial?-

- No intentó matarme ¿o sí? Van a torturarlo, es asqueroso dejar que ocurra un acto así-

-Daniel, no tenemos cómo protegerlo no hay un lugar para... Sí, si hay- Dijo david de pronto.

-¿Se refiere a...- Luz verde no completó la pregunta.

-Sí, lo pondremos ahí, es seguro ¿Están de acuerdo?- Todos asintieron, haremos lo mismo que hicimos con Mufasa-

-¿Quién es Mufasa?-

-Luego te explico, Luz verde, Araña, Tsunami, y León van a la cueva y lo dejan con Alice, el resto seguiremos con la misión- Ordenó. -Daniel, tu vas con ellos-

-No, yo sigo contigo, en la misión- No se iba a sentir seguro si no estaba con alguien de confianza.

- Es una orden-

- Recuerda lo que le prometiste a Camiel- David por un momento había olvidado el porqué no podía separarse de él.

-Está bien, te quedas, pero olvidate de hacer guardia ¿Entendiste?- Daniel asintió.

De esa manera el equipo se dividió de acuerdo al plan.

Las cosas en adelante siguieron su curso sin ningún percance, al final pudieron completar la misión, lo único que tenían que hacer era regresar a la base, solo eso, pero las cosas no salieron como deberían ser ¿Qué pasó?... Se encontró con Camiel en la mitad del camino, eso pasó.
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