Después de caminar y caminar por fin llegaron a una mansión en medio de ese maldito bosque, el caso es que pertenecía a un viejo millonario que podía darse el lujo de vivir en medio de la nada porque daba el caso de que tenía su propio helicóptero personal. Recogieron unos documentos que por supuesto con Daniel después leyeron aunque ponían confidencial, hablaba sobre experimentación en híbridos... Cerca de treinta personas híbridas torturadas cruelmente murieron en nombre de la ciencia, David no cabía en sí de la rabia y el asco que tenía y se juró que capturaría a todos lo responsables aunque fuera lo último que hiciera, pero eso era algo que no podía hacer solo por mucho que le pesara, necesitaba ayuda, ¿Pero quién, por dónde comenzar? Según el científico de quien obtuvieron los documentos, estos llegaron a él por medio de una tercera persona y no habían pistas, ni siquiera habían pruebas de que esos documentos fueran reales, aunque no dudaba que fuera así, las cosas se habían puesto drásticas para los que eran como él en los últimos tiempos... Eran demasiado extraños para convivir con los humanos normales y demasiado débiles para convivir con los hombres lobo, también híbridos como él no eran muy comunes, solamente uno en un grupo de un millón personas, los híbridos como él provenían de relaciones... Jaja Relaciones... Violaciones más bien, en la mayoría de los casos claro, otras veces solamente las seducían, por lo menos se tomaban el trabajo de hacerlo. Cuando un Alfa yacía con una mujer humana, esta podía quedar embarazada de su posible muerte, había una baja probabilidad de embarazo, pero podía suceder y era muy extraño que el feto sobreviviera más de dos meses, porque si no el bebé las mataría, el feto de un hombre lobo necesitaba más energía de lo normal, las pobres mujeres humanas ajenas a lo que sucedían pensarían que sólo se trataría de un mal embarazo en los primeros meses, uno que las consumía poco a poco, y cuando ya era insostenible, cuando sus cuerpos no lo soportaban más sus propios cuerpo las inducían un aborto para preservar la vida propia, era supervivencia, era casi imposible nacer para un híbrido pero cuando lo hacían era una firma de acta de muerte para la madre, por eso era recomendable abortar, les drenan las fuerzas y cuando llega la hora del parto las mujeres ya no tenían la suficiente energía, por eso en muchas ocasiones madre he hijo morían en el acto, era un milagro la sola existencia de un híbrido, uno egoísta, para que un híbrido tuviera oportunidad de vivir tenía que asesinar a su madre, era casi una maldición, tener que acabar con la vida de alguien para poder respirar...
Esto solo sucedía entre mujeres humanas y Alfas de hombres lobo, en caso de querer los Omegas podían tener sus indiscreciones con humanos sin ninguna preocupación ya que los humanos eran demasiado débiles como para dejarlos embarazados, pero era claro que ninguno querría salir con un humano, por selección natural jamás lo harían, instintivamente los descartaban, eran demasiado débiles para ellos, primero porque no los podían proteger y para el instinto animal de un Omega esto era fundamental, y segundo, porque uno de los deseos animales más grandes de un Omega era quedar en cinta y con los humanos eso no podría lograrse, así que ni los miraban, ni siquiera su olor era atractivo para ellos, la imagen de cierto Omega pelirrojo cruzó su mente produciendo dolor, para él... Demasiados problemas para resolver ¿Porque no se mataba y ya? claro que eso no le hacía falta, alguien planeaba matarlo ya, Camiel.
Después de recibir los documentos confidenciales ellos se internaron de nuevo en el bosque, recorrieron un buen tramo de camino de regreso pero el anochecer los alcanzaba y decidieron encontrar un lugar seguro para acampar, armaron las tiendas e hicieron una fogata, cenaron la misma horrible comida deshidratada de siempre, aún había luz del sol, de hecho eran como las cinco de la tarde, por eso todos estaban tan despreocupados, las bestias sólo salían de noche. Todos charlaban y bromeaban, le contaron sobre Mufasa, era genial, como estar en un campamento de verano, entonces pirata se levantó, para rociar un arbolito, suponía. Pero luego volvió diciendo que tenían compañía, todos tomaron sus armas y se pusieron en posición, hasta Daniel, David no le prohibió nada, gracia a Dios porque de ser así lo hubiera enviado a la mierda. El plan era hacer una emboscada, unos de frente otro por los lados, hasta rodearlos, y así lo hicieron, de un momento a otro estaba todos apuntándose entre todos, el equipo de Camiel contra el propio. La cara de Camiel fue todo un poema, Daniel quería que se lo tragara la tierra pero a lo hecho pecho, así que todo lo que le quedo por decir fue -Hola cielo- Y sonreír de la manera más encantadora que encontró, claro que no ayudó mucho el hecho de que le estuviera apuntando con el arma aun.
Camiel estaba furico, al principio no se podía creer lo que veía, se dijo que no era posible que su tierno y delicado Omega hogareño estuviera ahí, en el peligroso bosque, por lo que tuvo que mirar bien ¡Era él! ¿Qué sucedía? él, con un arma, en el bosque... ¿Y se atrevía a saludarlo? ¿Era tan malo si le disparaba? Por un momento se sintió tentado.
- Bajen la armas- Ordenó -Esta noche acamparemos aquí- No miró más a Daniel dejándolo con la incertidumbre, quería adquirir paciencia para no hacer una escena. Ayudó a su equipo con el campamento y luego se fue a patrullar el área para verificar que todo estuviera bien.
Cuando tuvo oportunidad habló con David, una charla donde lo empujo contra la corteza de un árbol y lo sostenía amigablemente del cuello de la camisa.
-¿Qué carajos te pasaba por la cabeza para haberlo dejado venir contigo? - Le reclamó.
- Primero, creo que me estás ahorcando así que estaría bien que me soltaras y segundo, Daniel hubiera venido sí o sí ¿Entiendes? Primero porque él está capacitado para estar aquí, es parte de mi grupo de inteligencia y segundo porque no iba a dejalo solo allí en la base - Explicó. Aunque le pidió que lo soltara Camiel no lo hizo, sólo aflojó el agarre.
- Ah, entonces era más seguro traerlo al bosque ¿Qué eres idiota o qué? ¿Y cómo que es parte de tu equipo de inteligencia? El no está preparado para algo así-
-Ah, sí que está preparado, yo lo entrené que no se te olvide. Y no es muy idiota, era la salida más viable si no ¿Entonces dime que hubieras hecho tú?-
-Pues... - Ya que no confiaba en nadie más no se le ocurría nada -Demonios, aun así eso no quita el hecho de que lo hiciste correr un gran riesgo-
-Lo sé, pero no pensé en él hasta después de... -Se cortó antes de contarle, no estaba muy seguro con respecto a informarle sobre el suceso del vampiro.
-¿De que?- Lo incitó a hablar -No te guardes nada porque me enteraré de todas formas-
-Fuimos atacados por vampiros, no le pasó nada, pero estuvo cerca - Camiel apretó de nuevo al agarre.
- ¿Qué sucedió?- Tan sólo con imaginar la terrible escena sentía que algo extraño apretaba en su pecho, era miedo, miedo por lo que pudo haber pasado, lo que era totalmente idiota si lo pensaba, no había sucedido nada, por lo tanto no había porque sentirse así pero al parecer su cerebro no se enteraba de eso.
-Daniel estaba sobre la copa de un árbol haciendo guardia y... -
-¿Que Daniel que?- Ya no sabía que sentía, era una mezcla de todo, pero no podía decir a ciencia cierta que, le enojaba pensar que Daniel se habría arriesgado de esa manera, quería ahorcarlo a él y a David por ser tan tontos e imprudentes, por no considerar nada.
- Oye, no me interrumpas cada vez que te sorprendas, porque esta historia está llena de sorpresas y no voy a acabar pronto ¿Ok?... -Camiel hizo un esfuerzo por no decir nada - Él estaba sobre la copa de un árbol cuando empezaron a atacarnos, le ordené que bajara y él lo estaba haciendo, pensé que todo estaba bien porque ya habíamos eliminado a la amenaza más cercana a él, sólo le faltaba poco para tocar el suelo y sé que fue estúpido de mi parte pero me fui a ayudar a los demás, pensé que tenía que evitar a toda costa que ellos llegaran a él y por eso lo dejé ahí, cuando volví encontré a un vampiro sobre él, pensé que... Pensé que estaba muerto o algo así, pensé que había dejado que lo mataran, que al dejarlo ocupado al descender no había podido ver que lo atacaba para defenderse, me quedé congelado, entonces le lancé una navaja a esa cosa, no sabes el alivio que sentí cuando vi que estaba intacto, Daniel se veía sorprendido, pero intacto.- No sabía si contarle lo de el vampiro aun, pero ya que -Le pedía a Daniel que se apartara para matar a esa cosa, pero no me hacía caso, oh, sí, esa misma cara puse yo - Dijo al ver la cara de desconcierto total del otro, es más, lo soltó por fin -Y no me dejó matarlo, lo atamos, al vampiro, tranquilo- Aclaró -Daniel dijo que el vampiro no quería hacer daño, y tenía razón, esos vampiros nos atacaron faltando poco para que amaneciera, lo que es bastante extraño ya, pero ese vampiro... No es como los demás, es diferente, me refiero a que físicamente es diferente, no es agresivo y... Lo envíe a un lugar en el que pueda estar seguro, sé que no es lo que debería haber hecho, debí haberlo matado, pero no podía, nadie de mi grupo pudo y Daniel no iba a dejar que eso pasara, no cuando todos podíamos ver que había algo especial en él, sabes lo que le harían en la base, lo torturarían... El caso es que necesitamos averiguar el porqué de esa diferencia, he pensado que tal vez es una subespecie, un tipo de raza tal vez, pero no lo creo, aunque así fuera creo que guardaría patrones de comportamiento agresivo, pero él no nos atacó ni cuando dejamos que le diera la luz del sol directamente, un alfa de mi grupo comentó que podría ser un híbrido de vampiro y humano pero es imposible, ya sabes que ellos no se relacionan con su cena... ¿No es extraño?-
-Lo es, ¿Dónde lo enviaste?-
-Bien, lo mejor es dar la historia completa ¿no? Lo envíe con Mufasa, antes de que preguntes quién es te contaré. Hace ocho años mi grupo y yo fuimos enviados a una misión cerca de las montañas del sur, no fue nada fácil, de hecho está entre las misiones más difíciles que he tenido, nosotros teníamos que acompañar a un equipo de limpieza, teníamos que recoger muestras de ADN antes que los de limpieza incineraran los cuerpos, según nos contaron ese grupo de licántropos era diferente, dijeron que ese grupo se había organizado para atacar, lo que era un fenómeno extraño en ellos... Muchos licántropos y agentes fueron asesinados, creo que los pocos que sobrevivieron estuvieron demasiado heridos como para ponerse a recoger cuerpos, habían restos de cuerpos por todos lados, todo el suelo del lugar estaba manchado de sangre, cuerpo mutilados, nada bonito de ver, de fue una batalla brutal... -
-Recuerdo eso, yo estuve allí, fue una batalla dificil, la mitad de mi grupo murió, la otra parte estaba tan débiles que ni siquiera podían sostenerse en pie, no importó cuán bien preparados estábamos, eran demasiados-
-¿Cómo lograron salir con vida?- Le preguntó olvidando cuáles era el tema inicial, este tema era más importante, además estaba relacionado -¿Puedes contarme que pasó? Nunca nos dieron detalles-
-A cinco grupos diferentes nos dieron la misma misión, matar a cualquier amenaza, nos enviaron allí porque los de investigación reportaron desapariciones de pobladores a los pies de la montaña, el pueblo más cercano estaba muy lejos de allí y aún así la gente desaparecía. Cuando llegamos allí todo se veía normal, seguimos una ruta entre dos montañas, estábamos confiados porque no esperábamos algo así, era una emboscada, esas bestias sin razón demostraron tener inteligencia, nadie se lo esperaba y era la primera vez en la historia que se reportaba algo así, eran más de setecientos y actuaban como manada, todos parecían atender a un Alfa, al más grande de todos... Nos tomaron desprevenidos, nosotros éramos en total ciento veinte agentes, el grupo que iba a la cabeza de la formación fue aplastado, literalmente, la mayoría al menos, antes de que ellos empezaran a atacarnos de frente grandes rocas fueron arrojadas desde las partes altas de las montañas, luego si aparecieron, habíamos perdido a más de la mitad de todo un grupo antes de que iniciara la pelea, y a nuestro líder de manada con ellos.
-¿Perdieron al líder? Entonces... - David estaba impresionado, un grupo sin Alfa era un punto rojo en el mapa ¿Cómo habían logrado sobrevivir con una situación así?-
-Él y el Alfa del otro grupo estaban en una extraña competición para ver quién tenía el poder, eran cinco grupos con diferente Alfa lider, eran difícil de coordinar todo, yo pienso que el que era el Alfa de nuestro grupo debió morir aplastado con las rocas, porque cuando intentamos contactarnos con él su comunicador no respondía, pensé que los Alfas habían muerto porque a uno de ellos se le ocurrió la brillante idea de que los Alfas debían estar liderando de frente. Entonces decidí hacer lo único que había por hacer, reclamé la manada, no había tiempo para una democracia, por eso me autoproclamé líder. Envié a cuatro de mis agentes para que escalaran las laderas de las montañas y se posicionaran como francotiradores, dos en cada lado, las armas de alto calibre nos ayudaron mucho, las bazucas sobre todo, solo habían cuatro y las aprovechamos bien, otros nos quedamos atacando de frente, algunos miembros de un grupo intentó huir... El miedo los invadió, creo que nadie los culpa porque eran más enormes y más numerosos de los normal, pero estos murieron de segundos, nos tenían rodeados y lo averiguamos gracias a ellos, al intentar retroceder un grupo de licántropos les cerraron el paso y los masacraron. Nosotros los manteniamos a raya y eliminamos a cientos con las armas, pero las municiones no eran eternas y la mayoría estaban por terminar, las pocas municiones que nos quedaron se las dimos a los omegas y humanos que habían, en ese momento a nadie le importaba quién era el Alfa líder, ni siquiera sabían si sus líderes estaban vivos o no, creo que por eso me obedecían todos los agentes sin importar de qué grupo eran, mis francotiradores me informaron que se quedaban sin municiones, entonces ordené que todos los Omegas y humanos que habían se hicieran al centro sin excepción, eran más de los que pensaba, conté a once en total, les ordené a los dos francotiradores de la montaña izquierda que bajaran, mientras lo hacían nosotros los cubrimos, cuando llegaron hasta nosotros les ordené que fueran con los Omegas y humanos hasta la otra montaña con los otros francotiradores que aún tenían municiones, aunque no muchas, nosotros nos posicionamos debajo de ellos para evitar que los licántropos intentaran alcanzarlos, si querían llegar a ellos antes tenían que pasar por encima de nosotros. Cada quién disparaba a los que podían desde lo alto, pronto las municiones de los francotiradores se acabaron, entonces les ordené escalar a las parte más alta, les dí la orden para que se retiraran y les pedí a los francotiradores que cuidaran de ellos, que los guiarán. Nosotros ya no teníamos municiones así que di permiso para que se transformaran, -
-¿Por qué dejaste ir a los Omegas y a lo humanos? Es decir, les faltaban agentes y tu los dejaste ir-
-Para una pelea así ellos no eran muy útiles, los Omegas como lobos son demasiado pequeños, con una patada estaban fuera de juego, y los humanos, eran más que inútiles sin un arma, sin ofender, ninguno podíamos protegerlos mientras peleabamos y no podía simplemente dejarlos sueltos para ver quién moría y quién no... Lo siguiente que ocurrió te los puedes imaginar, el grupo resistió bien, en pequeños grupos de tres los betas podrían acabar con un licántropo, pero tenían que hacerlo rápido porque ellos se defendían mutuamente, algo difícil de creer, a los Alfas nos tomaba tiempo pero podíamos acabar entre dos a unos solo, eran demasiado enormes, podía escuchar como los agentes caían muertos uno a uno y me dije que eso tenía que terminar, pensé que si estaban actuado como manada entonces tenían que tener un Alfa lider y si eran igual que nosotros entonces tenía que ser el más fuerte, entonces busqué con la mirada al más grande y me lancé contra él, peleamos un poco y me lanzó al suelo como si nada, el maldito casi me arranca la cabeza, de no ser porque desde arriba alguien le disparó distrayéndolo lo hubiera hecho. Tenía unos reflejos demasiado rápidos y esquivó la bala, aproveché y me lancé de nuevo contra él, logré lastimar su cuello pero de nuevo me lanzó al suelo y me mordió entre los omoplatos, fue la herida más dolorosa que he recibido, no sólo me mordía sino que utilizaba sus garras para presionar mi torso contra el suelo al mismo tiempo que me sacudía con su boca, me rompió varias costillas, me desgarraba el pelaje como si fuera un abrigo, el maldito pensaba despellejarme vivo, mi piel se desprendió y pude moverme, era mi única oportunidad, entonces me lancé contra su garganta y así fue como lo maté, mi piel se recuperó en unos segundos, pero las heridas internas tardarían mucho más en sanarse, sobretodo las costillas. Recuerdo que cuando me transformé en humano de nuevo tenía esas heridas tan profundas aún en la espalda... Cuando maté al líder fue más fácil todo, matamos a los que se ponían frente a nosotros, para cuando acabamos sólo quedamos trece personas, busqué el comunicador y me puse en contacto con el otro grupo, les ordené que volvieran, regresaron nueve, al parecer tres bestias fueron por ellos mientras peleábamos, dijeron que mataron a un humano saltandole encima, su peso y el suelo rocoso fueron mortales para su frágil cuerpo, es que atacaban rápida y furiosamente y ni siquiera se tomaban el trabajo de morder, sabían que eran más débiles y por eso sólo los lanzaban contra las rocas he iban por el siguiente. Como habían sólo cuatro Alfas con ellos fue sorprendente que llegaran tantos con vida, dos Alfas sólo podían controlar a uno y habían tres de esos monstruos. Todos estaban terriblemente heridos, estábamos, incluyendome... Unos cargaban a los que estaban inconscientes, ni siquiera sabíamos si vivirían, así que sólo se nos ocurrió darles sangre y vendarlos en lo que llegabamos dónde habíamos dejado los vehículos, ese lugar estaba lejos y todos los médicos del grupo estaban muertos. Recuerdo que uno de los francotiradores llevaba cargado su brazo, me informó que una de esas bestias se lo había tragado entero y él lo había abierto en canal para sacarlo de su estómago, él se rehusaba a perder su brazo, el caso es que lo lavó con el agua de su botella y se reabrió la herida que tenía en su muñón y luego puso el brazo en su lugar, un Alfa se cortó para darle sangre y soldarlo, como siempre lo primero en sanar fue la piel, él se lamía la unión pero aun así había el riesgo de que fuera muy tarde y terminara por caerse de nuevo, afortunadamente no fue así y él conservó su brazo como si nada, sólo una cicatriz le quedo, esa fue una lección muy útil para todos, en caso de necesitarlo ya sabíamos cómo soldar miembros... Volvimos a la base, allí nos prestaron atención médica y dimos informe de lo sucedido, creo que algunos necesitaron terapia psicológica, a otros sólo nos incapacitaron y nos enviaron a casa, me curé rápido, dos semanas después estaba de nuevo en la base como Alfa lider, los soldados que combatieron conmigo me consideraban el Alfa de la manada, así fue como llegué rápido donde estoy, ahora creo que ya nos desviamos del tema inicial, cuéntame quién es Mufasa.- David que se había quedado mudo con el relato, parpadeó y buscó en su mente por un segundo, tenía que reconocerlo, el tipo era muy cool, relataba cosas horribles y lo hacía como si nada, además siempre había pensado que como su familia era dueña de la base se lo habían regalado todo, pero no era así, él se lo había ganado por mérito propio, que sorpresa.
-Am, sí, Mufasa, bien, nosotros acompañamos a los de limpieza, llegar al lugar meramente fue una mierda total, llegamos al lugar y recopilamos las pruebas, los de limpieza procedieron a hacer su trabajo y ya terminaban con la incineración y el reparo de cloro cuando alguien gritó que había un licántropo escondido entre las rocas, los de limpieza se quedaron vigilando abajo y nosotros tomamos nuestras armas y nos dirigimos al lugar, teníamos que escalar y esa piedras se desmoronaban, logramos llegar a una gruta de dónde venían gruñidos y de la nada un grupo de licántropos apareció, eran enormes. Usualmente un equipo de investigación no se compone de más de quince personas, nosotros éramos catorce, cinco habíamos logrado subir hasta arriba y alcanzar un suelo semi plano pero los otros aún estaban escalando y eran blancos fáciles, no nos dieron tiempo de tocar las armas siquiera, simplemente se lanzaron sobre nosotros, a los Alfas no les quedó más remedio que transformarse, yo sólo atiné a sacar un puñal de mi bota, uno se lanzó contra mí pero me moví rápido y lo apuñalé en el pecho, para matarlo iba a necesitar más que eso, lo sabía, me lanzó contra las rocas y fue cuando tuve oportunidad de alcanzar un arma y volarle la cabeza, fue un golpe de suerte, pero me cargué como a cinco antes de que una de esas cosas saltara sobre mí de nuevo, me mordió de tal forma que casi me perforó el pulmón con esos dientes... Creo que los segundos pasaron lentamente, y pensé que era matarlo o dejarme morir, entonces le saqué un ojo, fue muy sanguinario de mi parte pero sólo así conseguí que me soltara, alcancé mi otro puñal y salté sobre él, lo apuñale dónde pude pero de nuevo me lanzó lejos, sólo peleando con uno sentí que moriría porque moverme me dolía como los infiernos, él corrió hacía mí y era el todo por el todo así que me puse en pie, salté con todas mis fuerzas y le rajé el cuello, ni siquiera con eso murió, el bastardo se seguía moviendo pero yo no podía perde más tiempo con él, por eso busqué rápidamente con la mirada un arma, la encontré y disparé, de los catorce que habíamos sólo quedaron vivos cuatro alfas y yo, creo que yo había perdido mucha sangre porque me mareaba y quería vomitar, un alfa tuvo que darme sangre, fue asqueroso... Cuando ya nos íbamos a ir un sonido llamó nuestra atención, preparé mi arma listo para disparar, entre las rocas había un cachorro de licántropo, estaba ahí en una grieta, pensé que sería un futuro asesino cuando le apunté, cuando iba a jalar del gatillo me dije que salvaba futuras vidas, un Alfa de mi grupo me impidió disparar, él y su omega habían perdido una camada de cachorros, su omega estaba en terapia después de esa perdida y parecía no recuperarse, así que... Nos convenció de que no mataramos a esa cosa y se la dejaramos llevar a su Omega, estaba desesperado por recuperar a su pareja pero lo que nos proponía era muy arriesgado, no podíamos llevarlo a la base porque allí sería un conejillo de indias y él no podía llevarlo simplemente a su hogar sin que nadie se enterara, así que lo llevamos a una granja abandonada que compré...
-¿Ustedes estaban locos no es así? ¿Qué pretendían hacer con una cría del enemigo?-
-No sé, hasta ahora no lo sé, sólo después de mirarlo y pasar más de cinco minutos con él y verlo con vida nos hacía imposible el matarlo después, era sólo un cachorro, sólo eso, aunque sus padres fueran asesinos sanguinarios él era inocente e indefenso, no podía defenderse para que fuera justo, además, todo su cuerpo era del largo de mi antebrazo, y pensé en él como si fuera un perro...
-Un perro que crecerá cerca de dos metros y medio, te duplicará en ancho y te matará apenas tenga la oportunidad... Nunca nadie ha visto a una cría de Licántropo, se sabe muy poco sobre su desarrollo ya que sólo aparecen cuando ya estan grandes ¿Qué pasó después?-
-El omega del Alfa de mi equipo se sorprendió al principio y rechazó la idea de su Alfa, pero luego de estar con la cría ya no pudo despegarse de él, así que se mudó a la granja, lo tienen en el sótano y sólo lo sacan de noche, le pusimos Mufasa, es como un perro y todos nos encariñamos con él- Sonrió tontamente -Vamos a visitarlo siempre que podemos y su crecimiento es similar al de nosotros, sólo que él tiene forma de lobo con manos humanas, es extraño, porque de verdad parece una mascota, es hasta tierno el maldito, toda una bola de pelos... Cuando no está mordisqueando algo está tratando de aullar, aún no sabe hacerlo y hace mucho ruido. Veras, como un mes después de hacerse cargo de él la pareja ya se había recuperado totalmente, así que estar con él los ayudó, un año después la omega ya estaba esperando de nuevo, y creo que en todos estos años no han hecho más que reproducirse, Mufasa le ayuda a su manera con los niños, creo que hasta duerme con ellos-
-Hay que ser estúpido para arriesgarse así ¿Que come?-
-De todo, es una lima andante, una vez lo vi comiendose un lápiz y las patas de la mesa. Ellos no le dan carne roja por miedo a que le coja el gusto, así que le dan pescado, pollo o verduras, creo que también lo alimentan con concentrado para perros-
- Es una historia extraña... Me gustaría verlo, y ver a ese vampiro-
-Le tomamos fotos ¿Quieres verlas?- Para los de investigación era normal andar con microcámaras y microfonos con ellos, eso y la targeta de pantalla, era parte de la instrumentaría.
-Sí- David sacó la tarjeta del bolsillo del pantalón, movió los dedos en ella y luego se la entregó a Camiel para que mirara, Camiel antes de mirar el contenido de la pantalla se fijó en ese extraño artefacto, parecía una tarjeta de presentación, tan delgada, la dobló un poco y se sorprendió de que fuera flexible, como una tarjeta de crédito, era interesante. Luego miró la foto. -Esa cosa es tan horrible como todos los vampiros, es diferente sí, pero sigue sienda horrenda-
-Yo no dije que no lo fuera, la piel de los vampiros luce como si hubieran estado en un incendio, y son bien calvos, dan asco sí- Estuvo de acuerdo -Si te fijas le falta la cresta superior del cráneo, también mira su alas... Esta es una fota de sus manos-
-Es muy humanoide, me gustaría verla personalmente, y también conocer a ese Mufasa, para ver que tal-
-Sólo di cuando tienes tiempo y te llevaré, Daniel también quiere conocer a Mufasa y... Camiel ¿estás enfadado con Daniel no es así? Creo que deberías dejar de ignorarlo- lo decía porque durante todo el rato Camiel había evitado hasta mirarlo - Eso lo lastima-
-Daniel tiene que saber que lo que hizo estuvo mal, él tenía que contarme que se iba a misión, ¿que tal que algo malo le hubiera pasado mientras yo pienso que está seguro en la base? Por el momento intento no ahorcarlo, necesito tiempo para asimilar que un vampiro lo ataco pero que no le sucedió nada, estoy intentando ser paciente- David asintió. Luego ellos hablaron sobre cómo se organizarían y volverían a la base. Resulta que extrañamente empezaban a caerse bien.
Cuando ya era bien de noche el pobre de Daniel no dejaba de morderse las uñas, ya ni rastro de la manicura que hizo antes de salir de la base... Camiel estaba molesto con él, no quería ni mirarlo ¿Cómo se supone que arreglaría eso? Necesitaba tenerlo cerca, pero tenía miedo de que si se le acercaba él se alejara, sería muy obvio y sabía que no soportaría un rechazo tan directo. Habría preferido que le gritara, que le dijera algo, así sabría a que atenerse, pero no, Camiel lo había mirado con esa mirada de hielo y lo había ignorado sin más... Aunque se veía tan guapo e irresistible cuando estaba enojado, un momento ¿Qué le pasaba? No era el momento, tenía que concentrarse y resolver el cómo le pediría disculpas por no haberle contado que se iba de misión, por nada del mundo pensaba contarle lo del Vampiro, no quería que se enojara más de lo que ya estaba, pero él porque se enojaba tanto ¿Acaso él no le había dicho que prefería a los Omegas que eran soldados? Pues ahí estaba, él ya era un soldado ¿no? ¿Eso no debería alegrarlo? Suspiró, sabía que Camiel no estaba molesto porque fuera un soldado, sino por el hecho de haberse ido a misión sin contarle. Ya estaba, iba a hablar con él en su carpa y le pediría disculpas... Y cuando estuviera distraído le iba a robar el beso que tenía ganas de robarle desde que lo vió tan serio y peligroso con esa arma en las manos y uff, ¿Cómo era que estaba tan caliente? Sin pensarlo más salió de su carpa y buscó la carpa de Camiel con el olfato, estaba muy perceptivo, al encontrarla simplemente se metió y bajó el cierre rápidamente. Le pareció que los ojos de Camiel brillaban en la oscuridad, lo que no tenía sentido ya que los ojos de los hombres lobo no hacían eso. Camiel ya pensaba ir hasta la carpa de Daniel, claro que no lo iba a admitir jamás. Podía ver a Daniel, sólo las líneas de su figura, se comportaba extraño y su olor se había intensificado, no era un celo de ningún tipo, eso era seguro, tal vez sólo era ansiedad por ser perdonado.
-Disculpame por no decirte lo de la misión- No le dió tiempo a hablar porque se lanzó a comerle los labios. Se subió sobre él a horcajadas y metió la lengua en su boca, sus lengua se frotaron y empezaron a danzar juntas, Camiel se adueñó del beso y empezó a hacerle el amor con su lengua imitando el acto del apareamiento, sus manos ni cortas ni perezosas agarraron sus dos redondas nalgas y las apretó pegandolo a él, pelvis contra pelvis, Daniel comenzaba a moverse frotándose contra él, sus penes estaban despiertos y mecer las caderas se sentía tan bien, sabía que tenía que decirle algo, Ah, sí, que se detuviera, eso, lo haría después...
Camiel metió las manos debajo de la camisa para tocar su piel, acarició su espalda baja con delicadeza haciendo que Daniel soltara un gemidito ahogado por los besos, entonces paseó sus manos por sus costados cuando algo lo hizo frenar de golpe, sintió una zona de la piel irregular con los dedos y presionó, Daniel se apartó quejándose. Salió de debajo de él y buscó una pequeña linterna para mirar bien, luego alzó su camisa y alumbró una terrible herida que parecía recién hecha, un raspon más que profundo. -¿El vampiro te hizo eso?- Preguntó terriblemente serio.
-¿Sabes lo del vampiro?- Le preguntó sorprendido ¿quién le habría contado?.
-No, fue cuando casi me caigo del árbol- Escuchó como Camiel aspiraba profundamente, seguramente tomando paciencia.
-Esto todavía tiene astillas ¿No pensabas... -Aspiró otra vez -¿No pensabas limpiarte la herida?- ¿Cómo era posible que no supiera que una herida se podía infectar si se sanaba con una astilla dentro?.
-Si... No, la verdad pensé que sólo se sanaría rápido... ¿Estás molesto otra vez? No fue mi intención caerme, fue un accidente ¿Sabes? No es mi culpa...-
-Oh, si que lo es, primero por que no deberías estar aquí en primer lugar-
- ¿Y por qué no?-
-Porque este no es lugar para ti, entiende eso, este no es tu lugar, no estás preparado para pelear con nada que no sea un esmalte de uñas o... No vas a volver a hacer ninguna misión, estar en la cocina es lo tuyo, así que desde ahora te quedas ahí ¿entendido?-
-¿Qué? Ah... Ag, me parece increíble que me digas eso, ahora que ya sé cómo defenderme a ti no te parece, pues que mal para ti, porque no me importa si te parece o no ¿Entendiste tú? Eres imposible, primero me dices que soy un débil que depende de los demás y que te da asco que sea tan mucama, que prefieres a los soldados y ahora que soy un agente ¿me dices que me quede en la cocina porque ese es mi lugar? ¡Eres un idiota! Muerete- Salió de la carpa hecho un basilisco, se encerró en la suya propia con la idea de no salir de ahí nunca. Era increíble que Camiel no lo comprendiera ¿Porque nunca era suficiente para él? Todo lo que hacía estaba mal, si era un hogareño el idiota se burlaba y si era un agente lo hacía mal, no había forma de complacerlo. Ahora se sentía muy mal, así que se hizo bolita, claro que no iba a llorar, si claro, pues ya estaba llorando, se sentía muy solo, además ahora que era más consciente de su herida por alguna razón le escocia. Subió la camisa y tocó con la yema de los dedos, sintió tres astillas, tal vez por eso no se sanaba, cuando volvieran a la base le pediría a David que se las sacara, se bajó la camisa y se abrazó a sí mismo, tal vez fuera psicologico pero tenía frío.
Camiel entró en la carpa de Daniel y cerró, sentía algo por haberle dicho todo eso antes, tal vez podía ser culpa, no estaba seguro, pero el doctor le había dicho que tuviera cuidado con todo lo que le dijera porque cualquier cosa de su parte podía herirlo, ahora lo había hecho enfadar, ahora sabía cuánto lo había lastimado lo que le había dicho aquella vez, todas esa mentiras, tenía que remediarlo. -Daniel... -Lo llamó antes de acercarse, no le gustó verlo así, acurrucado y con la carita escondida, parecía un animalito herido -Daniel -Lo llamó de nuevo.
-Cállate, vete de aquí- Lo echó.
-Daniel, no quise decirte eso pero sé porqué lo dije y la razón es porque me preocupo por ti, ¿entiendes que fue para mi verte aquí, en medio de la nada? Te estás exponiendo a riesgos innecesarios, dime ¿Qué hubiera pasado si te caías de ese árbol y te lastimabas gravemente?La verdad es que pienso que has aprendido a defenderte bien, pero hay cosas que se salen de control ¿qué hubiera pasado si ese vampiro te... - Le costó decirlo - Mataba? Siento la necesidad de guardarte en una caja bajo llave con tal de que nada te pase y te prefiero mil veces en la seguridad de una cocina que aquí, en el bosque, y no te había dicho esto porque estúpidamente pensé que no era necesario pero ahora me doy cuenta que si lo es, Daniel, todo lo que te dije esa noche fue mentira y lo que no eran equivocaciones mías, sólo dije lo que dije ese día porque no quería estar contigo, no te conocía y no quería hacerte daño dándote tiempo para conocerme. Me gustas, tu olor, tus ojos y tu forma de moverte, como eres, sólo tienes que ser tú y no me importa si sabes pelear o no porque para eso estoy yo, para protegerte, es verdad que me vuelves loco en ciertas ocasiones, como hace un rato, pero eso hace parte de ti y aunque sea un Karma estoy dispuesto a cargar con eso, también me gusta que seas tan hogareño, es algo que nunca tuve y pensé que nunca me haría falta pero es adictivo el hecho de sentir que tienes un hogar, un hogar contigo, te acostumbras rápido a eso y lo echas de menos cuando ya no está, también me gusta tu comida, te juro que ningún restaurante en toda francia se le compara, me gusta que seas tan ordenado y mantengas todo en su lugar, creo que hasta los inventas para que no haya desorden, y aunque sólo estés tirado en la cama haciendo nada me haces sentir muy cómodo... Porque puedo verte. Aún detesto que veas películas tan infantiles y cursis y me hagas verlas contigo, también detesto que te pintes las uñas tan obsesivamente y manches mis sábanas con pintura, pero sólo el hecho de saber que estás frente a mi y que estás a salvo conmigo me da motivos para no quejarme.- Era muy incomodo decirle a alguien las cosas tan detalladamente, lo que le gustaba y lo que no, pero sólo ser sincero le ayudaría.
-Daniel, Dani- Daniel le interrumpió abrazandolo.
-Eres tan lindo cuando quieres- Sólo Camiel podía enviarlo de el infierno al cielo en sólo segundos, y lo peor es que no decía las palabras dulces que decía un Alfa enamorado a su omega, cosas como que era la luz de sus ojos o el aire que respiraba, la noche y el día, o que sin él no podría vivir, o que era el sol o la luna, o que lo adoraba, tampoco le decía apelativos cariñosos como mi cielo, mi vida, o cariño, no, Camiel no le decía nada de eso, él se quejaba de que manchara sus sábanas, le decía que era un perezoso que se la pasaba tirado en la cama sin hacer nada pero que amaba su comida y que no desordenara su departamento. Él no le decía que lo amaba, sólo decía que le gustaba su olor y su forma de moverse. ¿Cómo era que sólo con eso ya mojaba sus bragas por él? Tal vez no fuera el Alfa romántico que siempre soñó que tendría, pero al menos era sincero, y esa sinceridad le bastaba para ser feliz, porque a pesar de todo Camiel admitía que le gustaba su ser tal como era, y eso era todo lo que necesitaba.
Camiel empezó a darle mimos, le besaba el cuello y le acariciaba la columna con los dedos de la manera más relajante, también le mordía la oreja. Si Daniel fuera un gato ya estuviera ronroneando, de la nada Camiel lo recostó y alzó su camisa, fue demasiado repentino, pero no se quejaba, lo alumbró con la luz de la linterna y empezó a sacar las astillas que él no se atrevió a tocar con sus uñas, cuando se aseguró de que fueran todas, apagó la linterna y procedió a lamer su herida, en segundos se sanó, luego subió a su boca, lo beso un poco y lo abrazó para dormir. Camiel era un excelente Alfa.
Esto solo sucedía entre mujeres humanas y Alfas de hombres lobo, en caso de querer los Omegas podían tener sus indiscreciones con humanos sin ninguna preocupación ya que los humanos eran demasiado débiles como para dejarlos embarazados, pero era claro que ninguno querría salir con un humano, por selección natural jamás lo harían, instintivamente los descartaban, eran demasiado débiles para ellos, primero porque no los podían proteger y para el instinto animal de un Omega esto era fundamental, y segundo, porque uno de los deseos animales más grandes de un Omega era quedar en cinta y con los humanos eso no podría lograrse, así que ni los miraban, ni siquiera su olor era atractivo para ellos, la imagen de cierto Omega pelirrojo cruzó su mente produciendo dolor, para él... Demasiados problemas para resolver ¿Porque no se mataba y ya? claro que eso no le hacía falta, alguien planeaba matarlo ya, Camiel.
Después de recibir los documentos confidenciales ellos se internaron de nuevo en el bosque, recorrieron un buen tramo de camino de regreso pero el anochecer los alcanzaba y decidieron encontrar un lugar seguro para acampar, armaron las tiendas e hicieron una fogata, cenaron la misma horrible comida deshidratada de siempre, aún había luz del sol, de hecho eran como las cinco de la tarde, por eso todos estaban tan despreocupados, las bestias sólo salían de noche. Todos charlaban y bromeaban, le contaron sobre Mufasa, era genial, como estar en un campamento de verano, entonces pirata se levantó, para rociar un arbolito, suponía. Pero luego volvió diciendo que tenían compañía, todos tomaron sus armas y se pusieron en posición, hasta Daniel, David no le prohibió nada, gracia a Dios porque de ser así lo hubiera enviado a la mierda. El plan era hacer una emboscada, unos de frente otro por los lados, hasta rodearlos, y así lo hicieron, de un momento a otro estaba todos apuntándose entre todos, el equipo de Camiel contra el propio. La cara de Camiel fue todo un poema, Daniel quería que se lo tragara la tierra pero a lo hecho pecho, así que todo lo que le quedo por decir fue -Hola cielo- Y sonreír de la manera más encantadora que encontró, claro que no ayudó mucho el hecho de que le estuviera apuntando con el arma aun.
Camiel estaba furico, al principio no se podía creer lo que veía, se dijo que no era posible que su tierno y delicado Omega hogareño estuviera ahí, en el peligroso bosque, por lo que tuvo que mirar bien ¡Era él! ¿Qué sucedía? él, con un arma, en el bosque... ¿Y se atrevía a saludarlo? ¿Era tan malo si le disparaba? Por un momento se sintió tentado.
- Bajen la armas- Ordenó -Esta noche acamparemos aquí- No miró más a Daniel dejándolo con la incertidumbre, quería adquirir paciencia para no hacer una escena. Ayudó a su equipo con el campamento y luego se fue a patrullar el área para verificar que todo estuviera bien.
Cuando tuvo oportunidad habló con David, una charla donde lo empujo contra la corteza de un árbol y lo sostenía amigablemente del cuello de la camisa.
-¿Qué carajos te pasaba por la cabeza para haberlo dejado venir contigo? - Le reclamó.
- Primero, creo que me estás ahorcando así que estaría bien que me soltaras y segundo, Daniel hubiera venido sí o sí ¿Entiendes? Primero porque él está capacitado para estar aquí, es parte de mi grupo de inteligencia y segundo porque no iba a dejalo solo allí en la base - Explicó. Aunque le pidió que lo soltara Camiel no lo hizo, sólo aflojó el agarre.
- Ah, entonces era más seguro traerlo al bosque ¿Qué eres idiota o qué? ¿Y cómo que es parte de tu equipo de inteligencia? El no está preparado para algo así-
-Ah, sí que está preparado, yo lo entrené que no se te olvide. Y no es muy idiota, era la salida más viable si no ¿Entonces dime que hubieras hecho tú?-
-Pues... - Ya que no confiaba en nadie más no se le ocurría nada -Demonios, aun así eso no quita el hecho de que lo hiciste correr un gran riesgo-
-Lo sé, pero no pensé en él hasta después de... -Se cortó antes de contarle, no estaba muy seguro con respecto a informarle sobre el suceso del vampiro.
-¿De que?- Lo incitó a hablar -No te guardes nada porque me enteraré de todas formas-
-Fuimos atacados por vampiros, no le pasó nada, pero estuvo cerca - Camiel apretó de nuevo al agarre.
- ¿Qué sucedió?- Tan sólo con imaginar la terrible escena sentía que algo extraño apretaba en su pecho, era miedo, miedo por lo que pudo haber pasado, lo que era totalmente idiota si lo pensaba, no había sucedido nada, por lo tanto no había porque sentirse así pero al parecer su cerebro no se enteraba de eso.
-Daniel estaba sobre la copa de un árbol haciendo guardia y... -
-¿Que Daniel que?- Ya no sabía que sentía, era una mezcla de todo, pero no podía decir a ciencia cierta que, le enojaba pensar que Daniel se habría arriesgado de esa manera, quería ahorcarlo a él y a David por ser tan tontos e imprudentes, por no considerar nada.
- Oye, no me interrumpas cada vez que te sorprendas, porque esta historia está llena de sorpresas y no voy a acabar pronto ¿Ok?... -Camiel hizo un esfuerzo por no decir nada - Él estaba sobre la copa de un árbol cuando empezaron a atacarnos, le ordené que bajara y él lo estaba haciendo, pensé que todo estaba bien porque ya habíamos eliminado a la amenaza más cercana a él, sólo le faltaba poco para tocar el suelo y sé que fue estúpido de mi parte pero me fui a ayudar a los demás, pensé que tenía que evitar a toda costa que ellos llegaran a él y por eso lo dejé ahí, cuando volví encontré a un vampiro sobre él, pensé que... Pensé que estaba muerto o algo así, pensé que había dejado que lo mataran, que al dejarlo ocupado al descender no había podido ver que lo atacaba para defenderse, me quedé congelado, entonces le lancé una navaja a esa cosa, no sabes el alivio que sentí cuando vi que estaba intacto, Daniel se veía sorprendido, pero intacto.- No sabía si contarle lo de el vampiro aun, pero ya que -Le pedía a Daniel que se apartara para matar a esa cosa, pero no me hacía caso, oh, sí, esa misma cara puse yo - Dijo al ver la cara de desconcierto total del otro, es más, lo soltó por fin -Y no me dejó matarlo, lo atamos, al vampiro, tranquilo- Aclaró -Daniel dijo que el vampiro no quería hacer daño, y tenía razón, esos vampiros nos atacaron faltando poco para que amaneciera, lo que es bastante extraño ya, pero ese vampiro... No es como los demás, es diferente, me refiero a que físicamente es diferente, no es agresivo y... Lo envíe a un lugar en el que pueda estar seguro, sé que no es lo que debería haber hecho, debí haberlo matado, pero no podía, nadie de mi grupo pudo y Daniel no iba a dejar que eso pasara, no cuando todos podíamos ver que había algo especial en él, sabes lo que le harían en la base, lo torturarían... El caso es que necesitamos averiguar el porqué de esa diferencia, he pensado que tal vez es una subespecie, un tipo de raza tal vez, pero no lo creo, aunque así fuera creo que guardaría patrones de comportamiento agresivo, pero él no nos atacó ni cuando dejamos que le diera la luz del sol directamente, un alfa de mi grupo comentó que podría ser un híbrido de vampiro y humano pero es imposible, ya sabes que ellos no se relacionan con su cena... ¿No es extraño?-
-Lo es, ¿Dónde lo enviaste?-
-Bien, lo mejor es dar la historia completa ¿no? Lo envíe con Mufasa, antes de que preguntes quién es te contaré. Hace ocho años mi grupo y yo fuimos enviados a una misión cerca de las montañas del sur, no fue nada fácil, de hecho está entre las misiones más difíciles que he tenido, nosotros teníamos que acompañar a un equipo de limpieza, teníamos que recoger muestras de ADN antes que los de limpieza incineraran los cuerpos, según nos contaron ese grupo de licántropos era diferente, dijeron que ese grupo se había organizado para atacar, lo que era un fenómeno extraño en ellos... Muchos licántropos y agentes fueron asesinados, creo que los pocos que sobrevivieron estuvieron demasiado heridos como para ponerse a recoger cuerpos, habían restos de cuerpos por todos lados, todo el suelo del lugar estaba manchado de sangre, cuerpo mutilados, nada bonito de ver, de fue una batalla brutal... -
-Recuerdo eso, yo estuve allí, fue una batalla dificil, la mitad de mi grupo murió, la otra parte estaba tan débiles que ni siquiera podían sostenerse en pie, no importó cuán bien preparados estábamos, eran demasiados-
-¿Cómo lograron salir con vida?- Le preguntó olvidando cuáles era el tema inicial, este tema era más importante, además estaba relacionado -¿Puedes contarme que pasó? Nunca nos dieron detalles-
-A cinco grupos diferentes nos dieron la misma misión, matar a cualquier amenaza, nos enviaron allí porque los de investigación reportaron desapariciones de pobladores a los pies de la montaña, el pueblo más cercano estaba muy lejos de allí y aún así la gente desaparecía. Cuando llegamos allí todo se veía normal, seguimos una ruta entre dos montañas, estábamos confiados porque no esperábamos algo así, era una emboscada, esas bestias sin razón demostraron tener inteligencia, nadie se lo esperaba y era la primera vez en la historia que se reportaba algo así, eran más de setecientos y actuaban como manada, todos parecían atender a un Alfa, al más grande de todos... Nos tomaron desprevenidos, nosotros éramos en total ciento veinte agentes, el grupo que iba a la cabeza de la formación fue aplastado, literalmente, la mayoría al menos, antes de que ellos empezaran a atacarnos de frente grandes rocas fueron arrojadas desde las partes altas de las montañas, luego si aparecieron, habíamos perdido a más de la mitad de todo un grupo antes de que iniciara la pelea, y a nuestro líder de manada con ellos.
-¿Perdieron al líder? Entonces... - David estaba impresionado, un grupo sin Alfa era un punto rojo en el mapa ¿Cómo habían logrado sobrevivir con una situación así?-
-Él y el Alfa del otro grupo estaban en una extraña competición para ver quién tenía el poder, eran cinco grupos con diferente Alfa lider, eran difícil de coordinar todo, yo pienso que el que era el Alfa de nuestro grupo debió morir aplastado con las rocas, porque cuando intentamos contactarnos con él su comunicador no respondía, pensé que los Alfas habían muerto porque a uno de ellos se le ocurrió la brillante idea de que los Alfas debían estar liderando de frente. Entonces decidí hacer lo único que había por hacer, reclamé la manada, no había tiempo para una democracia, por eso me autoproclamé líder. Envié a cuatro de mis agentes para que escalaran las laderas de las montañas y se posicionaran como francotiradores, dos en cada lado, las armas de alto calibre nos ayudaron mucho, las bazucas sobre todo, solo habían cuatro y las aprovechamos bien, otros nos quedamos atacando de frente, algunos miembros de un grupo intentó huir... El miedo los invadió, creo que nadie los culpa porque eran más enormes y más numerosos de los normal, pero estos murieron de segundos, nos tenían rodeados y lo averiguamos gracias a ellos, al intentar retroceder un grupo de licántropos les cerraron el paso y los masacraron. Nosotros los manteniamos a raya y eliminamos a cientos con las armas, pero las municiones no eran eternas y la mayoría estaban por terminar, las pocas municiones que nos quedaron se las dimos a los omegas y humanos que habían, en ese momento a nadie le importaba quién era el Alfa líder, ni siquiera sabían si sus líderes estaban vivos o no, creo que por eso me obedecían todos los agentes sin importar de qué grupo eran, mis francotiradores me informaron que se quedaban sin municiones, entonces ordené que todos los Omegas y humanos que habían se hicieran al centro sin excepción, eran más de los que pensaba, conté a once en total, les ordené a los dos francotiradores de la montaña izquierda que bajaran, mientras lo hacían nosotros los cubrimos, cuando llegaron hasta nosotros les ordené que fueran con los Omegas y humanos hasta la otra montaña con los otros francotiradores que aún tenían municiones, aunque no muchas, nosotros nos posicionamos debajo de ellos para evitar que los licántropos intentaran alcanzarlos, si querían llegar a ellos antes tenían que pasar por encima de nosotros. Cada quién disparaba a los que podían desde lo alto, pronto las municiones de los francotiradores se acabaron, entonces les ordené escalar a las parte más alta, les dí la orden para que se retiraran y les pedí a los francotiradores que cuidaran de ellos, que los guiarán. Nosotros ya no teníamos municiones así que di permiso para que se transformaran, -
-¿Por qué dejaste ir a los Omegas y a lo humanos? Es decir, les faltaban agentes y tu los dejaste ir-
-Para una pelea así ellos no eran muy útiles, los Omegas como lobos son demasiado pequeños, con una patada estaban fuera de juego, y los humanos, eran más que inútiles sin un arma, sin ofender, ninguno podíamos protegerlos mientras peleabamos y no podía simplemente dejarlos sueltos para ver quién moría y quién no... Lo siguiente que ocurrió te los puedes imaginar, el grupo resistió bien, en pequeños grupos de tres los betas podrían acabar con un licántropo, pero tenían que hacerlo rápido porque ellos se defendían mutuamente, algo difícil de creer, a los Alfas nos tomaba tiempo pero podíamos acabar entre dos a unos solo, eran demasiado enormes, podía escuchar como los agentes caían muertos uno a uno y me dije que eso tenía que terminar, pensé que si estaban actuado como manada entonces tenían que tener un Alfa lider y si eran igual que nosotros entonces tenía que ser el más fuerte, entonces busqué con la mirada al más grande y me lancé contra él, peleamos un poco y me lanzó al suelo como si nada, el maldito casi me arranca la cabeza, de no ser porque desde arriba alguien le disparó distrayéndolo lo hubiera hecho. Tenía unos reflejos demasiado rápidos y esquivó la bala, aproveché y me lancé de nuevo contra él, logré lastimar su cuello pero de nuevo me lanzó al suelo y me mordió entre los omoplatos, fue la herida más dolorosa que he recibido, no sólo me mordía sino que utilizaba sus garras para presionar mi torso contra el suelo al mismo tiempo que me sacudía con su boca, me rompió varias costillas, me desgarraba el pelaje como si fuera un abrigo, el maldito pensaba despellejarme vivo, mi piel se desprendió y pude moverme, era mi única oportunidad, entonces me lancé contra su garganta y así fue como lo maté, mi piel se recuperó en unos segundos, pero las heridas internas tardarían mucho más en sanarse, sobretodo las costillas. Recuerdo que cuando me transformé en humano de nuevo tenía esas heridas tan profundas aún en la espalda... Cuando maté al líder fue más fácil todo, matamos a los que se ponían frente a nosotros, para cuando acabamos sólo quedamos trece personas, busqué el comunicador y me puse en contacto con el otro grupo, les ordené que volvieran, regresaron nueve, al parecer tres bestias fueron por ellos mientras peleábamos, dijeron que mataron a un humano saltandole encima, su peso y el suelo rocoso fueron mortales para su frágil cuerpo, es que atacaban rápida y furiosamente y ni siquiera se tomaban el trabajo de morder, sabían que eran más débiles y por eso sólo los lanzaban contra las rocas he iban por el siguiente. Como habían sólo cuatro Alfas con ellos fue sorprendente que llegaran tantos con vida, dos Alfas sólo podían controlar a uno y habían tres de esos monstruos. Todos estaban terriblemente heridos, estábamos, incluyendome... Unos cargaban a los que estaban inconscientes, ni siquiera sabíamos si vivirían, así que sólo se nos ocurrió darles sangre y vendarlos en lo que llegabamos dónde habíamos dejado los vehículos, ese lugar estaba lejos y todos los médicos del grupo estaban muertos. Recuerdo que uno de los francotiradores llevaba cargado su brazo, me informó que una de esas bestias se lo había tragado entero y él lo había abierto en canal para sacarlo de su estómago, él se rehusaba a perder su brazo, el caso es que lo lavó con el agua de su botella y se reabrió la herida que tenía en su muñón y luego puso el brazo en su lugar, un Alfa se cortó para darle sangre y soldarlo, como siempre lo primero en sanar fue la piel, él se lamía la unión pero aun así había el riesgo de que fuera muy tarde y terminara por caerse de nuevo, afortunadamente no fue así y él conservó su brazo como si nada, sólo una cicatriz le quedo, esa fue una lección muy útil para todos, en caso de necesitarlo ya sabíamos cómo soldar miembros... Volvimos a la base, allí nos prestaron atención médica y dimos informe de lo sucedido, creo que algunos necesitaron terapia psicológica, a otros sólo nos incapacitaron y nos enviaron a casa, me curé rápido, dos semanas después estaba de nuevo en la base como Alfa lider, los soldados que combatieron conmigo me consideraban el Alfa de la manada, así fue como llegué rápido donde estoy, ahora creo que ya nos desviamos del tema inicial, cuéntame quién es Mufasa.- David que se había quedado mudo con el relato, parpadeó y buscó en su mente por un segundo, tenía que reconocerlo, el tipo era muy cool, relataba cosas horribles y lo hacía como si nada, además siempre había pensado que como su familia era dueña de la base se lo habían regalado todo, pero no era así, él se lo había ganado por mérito propio, que sorpresa.
-Am, sí, Mufasa, bien, nosotros acompañamos a los de limpieza, llegar al lugar meramente fue una mierda total, llegamos al lugar y recopilamos las pruebas, los de limpieza procedieron a hacer su trabajo y ya terminaban con la incineración y el reparo de cloro cuando alguien gritó que había un licántropo escondido entre las rocas, los de limpieza se quedaron vigilando abajo y nosotros tomamos nuestras armas y nos dirigimos al lugar, teníamos que escalar y esa piedras se desmoronaban, logramos llegar a una gruta de dónde venían gruñidos y de la nada un grupo de licántropos apareció, eran enormes. Usualmente un equipo de investigación no se compone de más de quince personas, nosotros éramos catorce, cinco habíamos logrado subir hasta arriba y alcanzar un suelo semi plano pero los otros aún estaban escalando y eran blancos fáciles, no nos dieron tiempo de tocar las armas siquiera, simplemente se lanzaron sobre nosotros, a los Alfas no les quedó más remedio que transformarse, yo sólo atiné a sacar un puñal de mi bota, uno se lanzó contra mí pero me moví rápido y lo apuñalé en el pecho, para matarlo iba a necesitar más que eso, lo sabía, me lanzó contra las rocas y fue cuando tuve oportunidad de alcanzar un arma y volarle la cabeza, fue un golpe de suerte, pero me cargué como a cinco antes de que una de esas cosas saltara sobre mí de nuevo, me mordió de tal forma que casi me perforó el pulmón con esos dientes... Creo que los segundos pasaron lentamente, y pensé que era matarlo o dejarme morir, entonces le saqué un ojo, fue muy sanguinario de mi parte pero sólo así conseguí que me soltara, alcancé mi otro puñal y salté sobre él, lo apuñale dónde pude pero de nuevo me lanzó lejos, sólo peleando con uno sentí que moriría porque moverme me dolía como los infiernos, él corrió hacía mí y era el todo por el todo así que me puse en pie, salté con todas mis fuerzas y le rajé el cuello, ni siquiera con eso murió, el bastardo se seguía moviendo pero yo no podía perde más tiempo con él, por eso busqué rápidamente con la mirada un arma, la encontré y disparé, de los catorce que habíamos sólo quedaron vivos cuatro alfas y yo, creo que yo había perdido mucha sangre porque me mareaba y quería vomitar, un alfa tuvo que darme sangre, fue asqueroso... Cuando ya nos íbamos a ir un sonido llamó nuestra atención, preparé mi arma listo para disparar, entre las rocas había un cachorro de licántropo, estaba ahí en una grieta, pensé que sería un futuro asesino cuando le apunté, cuando iba a jalar del gatillo me dije que salvaba futuras vidas, un Alfa de mi grupo me impidió disparar, él y su omega habían perdido una camada de cachorros, su omega estaba en terapia después de esa perdida y parecía no recuperarse, así que... Nos convenció de que no mataramos a esa cosa y se la dejaramos llevar a su Omega, estaba desesperado por recuperar a su pareja pero lo que nos proponía era muy arriesgado, no podíamos llevarlo a la base porque allí sería un conejillo de indias y él no podía llevarlo simplemente a su hogar sin que nadie se enterara, así que lo llevamos a una granja abandonada que compré...
-¿Ustedes estaban locos no es así? ¿Qué pretendían hacer con una cría del enemigo?-
-No sé, hasta ahora no lo sé, sólo después de mirarlo y pasar más de cinco minutos con él y verlo con vida nos hacía imposible el matarlo después, era sólo un cachorro, sólo eso, aunque sus padres fueran asesinos sanguinarios él era inocente e indefenso, no podía defenderse para que fuera justo, además, todo su cuerpo era del largo de mi antebrazo, y pensé en él como si fuera un perro...
-Un perro que crecerá cerca de dos metros y medio, te duplicará en ancho y te matará apenas tenga la oportunidad... Nunca nadie ha visto a una cría de Licántropo, se sabe muy poco sobre su desarrollo ya que sólo aparecen cuando ya estan grandes ¿Qué pasó después?-
-El omega del Alfa de mi equipo se sorprendió al principio y rechazó la idea de su Alfa, pero luego de estar con la cría ya no pudo despegarse de él, así que se mudó a la granja, lo tienen en el sótano y sólo lo sacan de noche, le pusimos Mufasa, es como un perro y todos nos encariñamos con él- Sonrió tontamente -Vamos a visitarlo siempre que podemos y su crecimiento es similar al de nosotros, sólo que él tiene forma de lobo con manos humanas, es extraño, porque de verdad parece una mascota, es hasta tierno el maldito, toda una bola de pelos... Cuando no está mordisqueando algo está tratando de aullar, aún no sabe hacerlo y hace mucho ruido. Veras, como un mes después de hacerse cargo de él la pareja ya se había recuperado totalmente, así que estar con él los ayudó, un año después la omega ya estaba esperando de nuevo, y creo que en todos estos años no han hecho más que reproducirse, Mufasa le ayuda a su manera con los niños, creo que hasta duerme con ellos-
-Hay que ser estúpido para arriesgarse así ¿Que come?-
-De todo, es una lima andante, una vez lo vi comiendose un lápiz y las patas de la mesa. Ellos no le dan carne roja por miedo a que le coja el gusto, así que le dan pescado, pollo o verduras, creo que también lo alimentan con concentrado para perros-
- Es una historia extraña... Me gustaría verlo, y ver a ese vampiro-
-Le tomamos fotos ¿Quieres verlas?- Para los de investigación era normal andar con microcámaras y microfonos con ellos, eso y la targeta de pantalla, era parte de la instrumentaría.
-Sí- David sacó la tarjeta del bolsillo del pantalón, movió los dedos en ella y luego se la entregó a Camiel para que mirara, Camiel antes de mirar el contenido de la pantalla se fijó en ese extraño artefacto, parecía una tarjeta de presentación, tan delgada, la dobló un poco y se sorprendió de que fuera flexible, como una tarjeta de crédito, era interesante. Luego miró la foto. -Esa cosa es tan horrible como todos los vampiros, es diferente sí, pero sigue sienda horrenda-
-Yo no dije que no lo fuera, la piel de los vampiros luce como si hubieran estado en un incendio, y son bien calvos, dan asco sí- Estuvo de acuerdo -Si te fijas le falta la cresta superior del cráneo, también mira su alas... Esta es una fota de sus manos-
-Es muy humanoide, me gustaría verla personalmente, y también conocer a ese Mufasa, para ver que tal-
-Sólo di cuando tienes tiempo y te llevaré, Daniel también quiere conocer a Mufasa y... Camiel ¿estás enfadado con Daniel no es así? Creo que deberías dejar de ignorarlo- lo decía porque durante todo el rato Camiel había evitado hasta mirarlo - Eso lo lastima-
-Daniel tiene que saber que lo que hizo estuvo mal, él tenía que contarme que se iba a misión, ¿que tal que algo malo le hubiera pasado mientras yo pienso que está seguro en la base? Por el momento intento no ahorcarlo, necesito tiempo para asimilar que un vampiro lo ataco pero que no le sucedió nada, estoy intentando ser paciente- David asintió. Luego ellos hablaron sobre cómo se organizarían y volverían a la base. Resulta que extrañamente empezaban a caerse bien.
Cuando ya era bien de noche el pobre de Daniel no dejaba de morderse las uñas, ya ni rastro de la manicura que hizo antes de salir de la base... Camiel estaba molesto con él, no quería ni mirarlo ¿Cómo se supone que arreglaría eso? Necesitaba tenerlo cerca, pero tenía miedo de que si se le acercaba él se alejara, sería muy obvio y sabía que no soportaría un rechazo tan directo. Habría preferido que le gritara, que le dijera algo, así sabría a que atenerse, pero no, Camiel lo había mirado con esa mirada de hielo y lo había ignorado sin más... Aunque se veía tan guapo e irresistible cuando estaba enojado, un momento ¿Qué le pasaba? No era el momento, tenía que concentrarse y resolver el cómo le pediría disculpas por no haberle contado que se iba de misión, por nada del mundo pensaba contarle lo del Vampiro, no quería que se enojara más de lo que ya estaba, pero él porque se enojaba tanto ¿Acaso él no le había dicho que prefería a los Omegas que eran soldados? Pues ahí estaba, él ya era un soldado ¿no? ¿Eso no debería alegrarlo? Suspiró, sabía que Camiel no estaba molesto porque fuera un soldado, sino por el hecho de haberse ido a misión sin contarle. Ya estaba, iba a hablar con él en su carpa y le pediría disculpas... Y cuando estuviera distraído le iba a robar el beso que tenía ganas de robarle desde que lo vió tan serio y peligroso con esa arma en las manos y uff, ¿Cómo era que estaba tan caliente? Sin pensarlo más salió de su carpa y buscó la carpa de Camiel con el olfato, estaba muy perceptivo, al encontrarla simplemente se metió y bajó el cierre rápidamente. Le pareció que los ojos de Camiel brillaban en la oscuridad, lo que no tenía sentido ya que los ojos de los hombres lobo no hacían eso. Camiel ya pensaba ir hasta la carpa de Daniel, claro que no lo iba a admitir jamás. Podía ver a Daniel, sólo las líneas de su figura, se comportaba extraño y su olor se había intensificado, no era un celo de ningún tipo, eso era seguro, tal vez sólo era ansiedad por ser perdonado.
-Disculpame por no decirte lo de la misión- No le dió tiempo a hablar porque se lanzó a comerle los labios. Se subió sobre él a horcajadas y metió la lengua en su boca, sus lengua se frotaron y empezaron a danzar juntas, Camiel se adueñó del beso y empezó a hacerle el amor con su lengua imitando el acto del apareamiento, sus manos ni cortas ni perezosas agarraron sus dos redondas nalgas y las apretó pegandolo a él, pelvis contra pelvis, Daniel comenzaba a moverse frotándose contra él, sus penes estaban despiertos y mecer las caderas se sentía tan bien, sabía que tenía que decirle algo, Ah, sí, que se detuviera, eso, lo haría después...
Camiel metió las manos debajo de la camisa para tocar su piel, acarició su espalda baja con delicadeza haciendo que Daniel soltara un gemidito ahogado por los besos, entonces paseó sus manos por sus costados cuando algo lo hizo frenar de golpe, sintió una zona de la piel irregular con los dedos y presionó, Daniel se apartó quejándose. Salió de debajo de él y buscó una pequeña linterna para mirar bien, luego alzó su camisa y alumbró una terrible herida que parecía recién hecha, un raspon más que profundo. -¿El vampiro te hizo eso?- Preguntó terriblemente serio.
-¿Sabes lo del vampiro?- Le preguntó sorprendido ¿quién le habría contado?.
-No, fue cuando casi me caigo del árbol- Escuchó como Camiel aspiraba profundamente, seguramente tomando paciencia.
-Esto todavía tiene astillas ¿No pensabas... -Aspiró otra vez -¿No pensabas limpiarte la herida?- ¿Cómo era posible que no supiera que una herida se podía infectar si se sanaba con una astilla dentro?.
-Si... No, la verdad pensé que sólo se sanaría rápido... ¿Estás molesto otra vez? No fue mi intención caerme, fue un accidente ¿Sabes? No es mi culpa...-
-Oh, si que lo es, primero por que no deberías estar aquí en primer lugar-
- ¿Y por qué no?-
-Porque este no es lugar para ti, entiende eso, este no es tu lugar, no estás preparado para pelear con nada que no sea un esmalte de uñas o... No vas a volver a hacer ninguna misión, estar en la cocina es lo tuyo, así que desde ahora te quedas ahí ¿entendido?-
-¿Qué? Ah... Ag, me parece increíble que me digas eso, ahora que ya sé cómo defenderme a ti no te parece, pues que mal para ti, porque no me importa si te parece o no ¿Entendiste tú? Eres imposible, primero me dices que soy un débil que depende de los demás y que te da asco que sea tan mucama, que prefieres a los soldados y ahora que soy un agente ¿me dices que me quede en la cocina porque ese es mi lugar? ¡Eres un idiota! Muerete- Salió de la carpa hecho un basilisco, se encerró en la suya propia con la idea de no salir de ahí nunca. Era increíble que Camiel no lo comprendiera ¿Porque nunca era suficiente para él? Todo lo que hacía estaba mal, si era un hogareño el idiota se burlaba y si era un agente lo hacía mal, no había forma de complacerlo. Ahora se sentía muy mal, así que se hizo bolita, claro que no iba a llorar, si claro, pues ya estaba llorando, se sentía muy solo, además ahora que era más consciente de su herida por alguna razón le escocia. Subió la camisa y tocó con la yema de los dedos, sintió tres astillas, tal vez por eso no se sanaba, cuando volvieran a la base le pediría a David que se las sacara, se bajó la camisa y se abrazó a sí mismo, tal vez fuera psicologico pero tenía frío.
Camiel entró en la carpa de Daniel y cerró, sentía algo por haberle dicho todo eso antes, tal vez podía ser culpa, no estaba seguro, pero el doctor le había dicho que tuviera cuidado con todo lo que le dijera porque cualquier cosa de su parte podía herirlo, ahora lo había hecho enfadar, ahora sabía cuánto lo había lastimado lo que le había dicho aquella vez, todas esa mentiras, tenía que remediarlo. -Daniel... -Lo llamó antes de acercarse, no le gustó verlo así, acurrucado y con la carita escondida, parecía un animalito herido -Daniel -Lo llamó de nuevo.
-Cállate, vete de aquí- Lo echó.
-Daniel, no quise decirte eso pero sé porqué lo dije y la razón es porque me preocupo por ti, ¿entiendes que fue para mi verte aquí, en medio de la nada? Te estás exponiendo a riesgos innecesarios, dime ¿Qué hubiera pasado si te caías de ese árbol y te lastimabas gravemente?La verdad es que pienso que has aprendido a defenderte bien, pero hay cosas que se salen de control ¿qué hubiera pasado si ese vampiro te... - Le costó decirlo - Mataba? Siento la necesidad de guardarte en una caja bajo llave con tal de que nada te pase y te prefiero mil veces en la seguridad de una cocina que aquí, en el bosque, y no te había dicho esto porque estúpidamente pensé que no era necesario pero ahora me doy cuenta que si lo es, Daniel, todo lo que te dije esa noche fue mentira y lo que no eran equivocaciones mías, sólo dije lo que dije ese día porque no quería estar contigo, no te conocía y no quería hacerte daño dándote tiempo para conocerme. Me gustas, tu olor, tus ojos y tu forma de moverte, como eres, sólo tienes que ser tú y no me importa si sabes pelear o no porque para eso estoy yo, para protegerte, es verdad que me vuelves loco en ciertas ocasiones, como hace un rato, pero eso hace parte de ti y aunque sea un Karma estoy dispuesto a cargar con eso, también me gusta que seas tan hogareño, es algo que nunca tuve y pensé que nunca me haría falta pero es adictivo el hecho de sentir que tienes un hogar, un hogar contigo, te acostumbras rápido a eso y lo echas de menos cuando ya no está, también me gusta tu comida, te juro que ningún restaurante en toda francia se le compara, me gusta que seas tan ordenado y mantengas todo en su lugar, creo que hasta los inventas para que no haya desorden, y aunque sólo estés tirado en la cama haciendo nada me haces sentir muy cómodo... Porque puedo verte. Aún detesto que veas películas tan infantiles y cursis y me hagas verlas contigo, también detesto que te pintes las uñas tan obsesivamente y manches mis sábanas con pintura, pero sólo el hecho de saber que estás frente a mi y que estás a salvo conmigo me da motivos para no quejarme.- Era muy incomodo decirle a alguien las cosas tan detalladamente, lo que le gustaba y lo que no, pero sólo ser sincero le ayudaría.
-Daniel, Dani- Daniel le interrumpió abrazandolo.
-Eres tan lindo cuando quieres- Sólo Camiel podía enviarlo de el infierno al cielo en sólo segundos, y lo peor es que no decía las palabras dulces que decía un Alfa enamorado a su omega, cosas como que era la luz de sus ojos o el aire que respiraba, la noche y el día, o que sin él no podría vivir, o que era el sol o la luna, o que lo adoraba, tampoco le decía apelativos cariñosos como mi cielo, mi vida, o cariño, no, Camiel no le decía nada de eso, él se quejaba de que manchara sus sábanas, le decía que era un perezoso que se la pasaba tirado en la cama sin hacer nada pero que amaba su comida y que no desordenara su departamento. Él no le decía que lo amaba, sólo decía que le gustaba su olor y su forma de moverse. ¿Cómo era que sólo con eso ya mojaba sus bragas por él? Tal vez no fuera el Alfa romántico que siempre soñó que tendría, pero al menos era sincero, y esa sinceridad le bastaba para ser feliz, porque a pesar de todo Camiel admitía que le gustaba su ser tal como era, y eso era todo lo que necesitaba.
Camiel empezó a darle mimos, le besaba el cuello y le acariciaba la columna con los dedos de la manera más relajante, también le mordía la oreja. Si Daniel fuera un gato ya estuviera ronroneando, de la nada Camiel lo recostó y alzó su camisa, fue demasiado repentino, pero no se quejaba, lo alumbró con la luz de la linterna y empezó a sacar las astillas que él no se atrevió a tocar con sus uñas, cuando se aseguró de que fueran todas, apagó la linterna y procedió a lamer su herida, en segundos se sanó, luego subió a su boca, lo beso un poco y lo abrazó para dormir. Camiel era un excelente Alfa.